03/12/2024
❤️🩹🇩🇪 Qué fuerte la carta que le escribió Mario Götze, a corazón abierto, a su hijo Rome, su primer hijo prematuro:
«Nunca olvidaré cuando tu madre estaba embarazada de siete meses. Estaba haciéndose un chequeo de rutina en casa, para asegurarse de que todo estaba bien. Pero de repente la doctora dijo: “Parece que tu bebé no está bien. Su corazón late demasiado lento. Tienes que ir al hospital ahora mismo”. Casi sentí que mi corazón dejaba de latir.
Hay pesadillas vivientes y luego está esto. Como padre, es imposible describir el miedo que se siente al perder a un hijo. Cada segundo parecía un minuto, cada minuto parecía una hora. Lo único que podía pensar era: "Por favor, por favor, por favor, que esté bien".
En el hospital nos esperaban una docena de personas. Todo sucedió muy rápido. Rodearon a tu madre y creo que alguien dijo: “¡Su corazón todavía late!”. Me sentí tan aliviado que casi me caigo al suelo. Pero entonces el médico dijo: “¡Tenemos que sacar al bebé!”. Hicieron una cesárea y durante los siguientes minutos lo único que pude hacer fue sentarme allí y rezar.
Por fin, Rome, llegaste a este mundo, seis semanas antes. Y en el momento en que te vi, lo entendí: Mi vida había cambiado. Nada volvería a ser lo mismo.
Pero teníamos un pequeño problema. Los médicos te metieron en la unidad de intensivos para poder controlarte y asegurarse de que te recuperabas bien. Se suponía que debía volver a entrenar con el Dortmund, pero esto fue en junio de 2020, en medio de una pandemia. El personal del hospital me dijo que podía volver a los entrenamientos o pasar un tiempo en el hospital, pero no ambas cosas.
Tuve que elegir: fútbol o familia. Dije: “Mira, esto ni siquiera es una decisión”. Llamé al club y les expliqué que no podía ir a entrenar hasta que estuvieras al 100% y, al final, nunca volví. No creo que el Dortmund estuviera muy contento con ello, pero creo que lo entendieron. Tenían que hacerlo. No había otra alternativa.
Soy padre, primero, y futbolista después. Nunca me disculparé por eso.»