25/12/2023
2023: Un año en el que la vida nos dio sorpresas, un año de movimiento y despegue, de guerras y de sismos grandes y chicos. Doce meses de Ultraliberalismo argentino, rusos empantanados, candidatas mexicanas, Tierra Santa bajo el terror, globos chinos, calores sofocantes, indios en la Luna y Godzilla menos uno. 52 semanas de violencia imparable en territorio nacional, Hollywood en huelga, besitos robados y de El Canelo como el boxeador del año de costales y de hediondos pesos pluma. Un año en el que nos quedamos sin tigresa, sin Chanoc, sin cuate de todos los cuates, sin Macario, sin pelón, sin cinco copas, sin reina ácida, sin Talina, sin Christina y sin Polo Polo, aunque una insoportable levedad del ser nos hizo gritar ¡Goya! cuando nuestra querida UNAM Universidad Nacional Autónoma de México entró de nuevo entre las 100 mejores del mundo. 2023: Un año de ahora y entonces, como lo rubricaron Los Beatles.
Como cada año, a unos minutos del brindis, no me queda más que desearles mis más profundos parabienes. A los creyentes: Gloria a Dios En las Alturas y Paz En la Tierra a todos los Hombres De Buena Voluntad. A los que no lo son: Un abrazo bajo la Hermandad del Humanismo y 𝓡𝓪𝓬𝓲𝓸𝓬𝓲𝓷𝓲𝓸 A todos: Una Feliz Navidad y un Próspero y Fructífero Año Nuevo 2024, Año del Dragón, que será Rojo, trayendo buena fortuna, sagacidad, inteligencia y felicidad.
Con mis mejores deseos
Salvador Quiauhtlazollin