04/17/2024
Ágape vs Philia
Jesús vs Pedro
En la orilla del mar, bajo el cielo azul,
Jesús y Pedro, en diálogo, un encuentro crucial.
En el fuego crepitante, el Maestro habló,
Con palabras profundas, el corazón tocó.
"Pedro, ¿me amas?" preguntó con ternura divina,
En el amor más puro, en el Ágape que ilumina.
Pedro, sorprendido, en su alma reflexionó,
En el amor filial, su respuesta brotó.
"Tú lo sabes, Señor, que te quiero con fervor",
Con amor de amigos, con lealtad y honor.
Tres veces repitió, en su humilde confesión,
Pero en Ágape, aún no encontraba su canción.
No estaba listo para amar con ese fervor,
Para seguir los pasos, para dar todo su amor.
En la vida, a veces, no estamos preparados,
Pero hay quien nos espera, con sueños compartimentados.
Jesús, paciente, con amor infinito,
Sabía que en Pedro, estaba su propio mito.
Creía en su potencial, en su capacidad,
Aunque aún no pudiera, en Ágape, amar de verdad.
En el Coliseo Romano, el martirio encontró,
Pedro, crucificado, por el amor que con el tiempo adquirió.
"No soy digno de morir, como mi Señor",
Con Ágape en su corazón, aceptó su dolor.
Al final, Pedro logró amar como Jesús enseñó,
Con Ágape, con entrega, con amor sin temor.
En la vida, el amor nos pide sacrificio,
Pero con fe y esperanza, alcanzamos el beneficio.
En la orilla del mar, bajo el cielo azul,
Jesús y Pedro, en un encuentro crucial.
En el amor divino, en el Ágape que redime,
Pedro encontró su fuerza, en un amor sublime.
De cabeza, por favor,
No merezco morir como mi Señor.
Ágape vs Philia
Jesús vs Pedro
En la orilla del mar, bajo el cielo azul,
Jesús y Pedro, en diálogo, un encuentro crucial.
En el fuego crepitante, el Maestro habló,
Con palabras profundas, el corazón tocó.
"Pedro, ¿me amas?" preguntó con ternura divina,
En el amor más puro, en el Ágape que ilumina.
Pedro, sorprendido, en su alma reflexionó,
En el amor filial, su respuesta brotó.
"Tú lo sabes, Señor, que te quiero con fervor",
Con amor de amigos, con lealtad y honor.
Tres veces repitió, en su humilde confesión,
Pero en Ágape, aún no encontraba su canción.
No estaba listo para amar con ese fervor,
Para seguir los pasos, para dar todo su amor.
En la vida, a veces, no estamos preparados,
Pero hay quien nos espera, con sueños compartimentados.
Jesús, paciente, con amor infinito,
Sabía que en Pedro, estaba su propio mito.
Creía en su potencial, en su capacidad,
Aunque aún no pudiera, en Ágape, amar de verdad.
En el Coliseo Romano, el martirio encontró,
Pedro, crucificado, por el amor que con el tiempo adquirió.
"No soy digno de morir, como mi Señor",
Con Ágape en su corazón, aceptó su dolor.
Al final, Pedro logró amar como Jesús enseñó,
Con Ágape, con entrega, con amor sin temor.
En la vida, el amor nos pide sacrificio,
Pero con fe y esperanza, alcanzamos el beneficio.
En la orilla del mar, bajo el cielo azul,
Jesús y Pedro, en un encuentro crucial.
En el amor divino, en el Ágape que redime,
Pedro encontró su fuerza, en un amor sublime.
De cabeza, por favor,
No merezco morir como mi Señor.