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El pasaje de Mateo 7:7-12 es una enseñanza profunda de Jesús sobre la confianza en Dios y la reciprocidad en las relaciones humanas. Jesús nos invita a pedir, buscar y llamar, asegurándonos que Dios responderá a nuestras necesidades. Este versículo revela un Dios accesible, que siempre está atento a las oraciones sinceras de sus hijos. "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá", nos recuerda que la acción de buscar a Dios es continua, una relación viva y activa. No se trata solo de hacer una petición aislada, sino de mantener una actitud de fe persistente. Este llamado nos desafía a confiar en que, aunque la respuesta no siempre sea inmediata o como lo esperamos, Dios sabe lo que es mejor para nosotros.En el versículo 12, la "regla de oro" aparece: "Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos". Aquí Jesús subraya la importancia de la empatía y el respeto mutuo. Esta regla no solo exige un comportamiento ético hacia los demás, sino que nos recuerda que nuestras acciones deben estar guiadas por el amor y el deseo de bien para el prójimo.En resumen, este pasaje nos llama a tener una confianza plena en la bondad de Dios y a reflejar esa bondad en nuestras interacciones con los demás, viviendo de acuerdo a la regla de oro, con amor y compasión. #Aleluya #Amén #amor #Jesús
#Aleluya #Amén #amor #jesus. La humanidad de Jesús se revela en momentos profundamente conmovedores: lloró, fue traicionado, sintió miedo, fue rechazado y herido. En estas experiencias, podemos ver que Él no solo vino a salvarnos, sino también a comprendernos. Jesús, siendo Dios, no rehuyó el sufrimiento; lo abrazó. Lloró ante la muerte de un amigo, mostrando que el dolor y la tristeza no nos alejan de Dios, sino que son parte de la vida humana.Fue traicionado por quienes más amaba, enseñándonos que, aunque nos fallen, el amor y el perdón son caminos de redención. Sintió miedo en el huerto de Getsemaní, porque incluso el Hijo de Dios conocía la angustia de enfrentar lo desconocido y doloroso. Sin embargo, su valentía no se midió por la ausencia de miedo, sino por su entrega a la voluntad del Padre.Jesús fue rechazado y herido, no solo físicamente, sino en lo más profundo de su ser. Sin embargo, en medio del rechazo, Él abrazó a la humanidad con amor incondicional, demostrando que el dolor y las heridas no tienen la última palabra.Jesús nos enseña que en nuestras lágrimas, traiciones, miedos, rechazos y heridas, nunca estamos solos. Él camina con nosotros, transformando el sufrimiento en esperanza y resurrección.
S Juan 6:35
San Juan 6:35 dice: Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.Este versículo es una de las declaraciones más poderosas de Jesús sobre su identidad y su misión. Al referirse a sí mismo como el "pan de vida", Jesús utiliza un símbolo esencial para la vida humana: el pan, que representa el alimento que sostiene el cuerpo. En el contexto bíblico, el pan también tiene connotaciones espirituales profundas, recordando el maná que Dios proveyó al pueblo de Israel en el desierto.Sin embargo, Jesús va más allá de lo físico. Él no está hablando solo del alimento que sacia el hambre del cuerpo, sino de un alimento que nutre el alma. Al decir "el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás", Jesús está ofreciendo algo más que satisfacción temporal: está ofreciendo plenitud eterna. La "hambre" y la "sed" aquí representan las necesidades y deseos más profundos del corazón humano, aquellos que no pueden ser satisfechos con cosas materiales.En otras palabras, Jesús se presenta como la única fuente que puede satisfacer completamente los anhelos del ser humano. En un mundo donde muchas veces buscamos llenarnos con cosas que finalmente nos dejan vacíos, Jesús nos invita a acudir a Él, prometiendo una satisfacción duradera. Creer en Jesús y seguirlo no es simplemente una decisión intelectual, sino una entrega que transforma nuestra vida, dándonos paz, propósito y esperanza que trascienden las circunstancias temporales.Así, este versículo nos desafía a evaluar dónde buscamos saciar nuestras necesidades más profundas y nos invita a acercarnos a Jesús, quien nos ofrece no solo vida, sino vida en abundancia.
"En este video, exploramos el poder de Jesús al expulsar demonios, como se narra en Lucas 11:14-26. Este pasaje del Evangelio de Lucas revela cómo Jesús enfrenta la acusación de expulsar demonios por el poder de Beelzebú y cómo responde con sabiduría y autoridad, destacando la importancia de la unidad en el reino de Dios. Acompáñanos a profundizar en este poderoso acto de liberación y en las enseñanzas que Jesús nos deja sobre el verdadero poder espiritual y la batalla contra el mal."
Jesús de Nazareth: El Camino, la Verdad y la Vida" "Jesús te Invita a Descansar: Mateo 11:28"