09/23/2022
«El Señor dio, El Señor quitó» las palabras expresadas por Job en medio de su aflicción son una gran lección para nuestra vida, las cuales nos lleva a reflexionar acerca de la omnipotencia de Dios que es sobre todas las cosas.
«y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito», Job 1:21.
Meditar en este pasaje nos lleva a considerar la magnitud de humildad y obediencia que había en Job, quien estando en medio del sufrimiento pronunció estas poderosas palabras. Al sabernos entendidos de esto, y comparar nuestros sufrimientos con los de este hombre, llegamos a la conclusión de que las pruebas que nosotros enfrentamos no tienen ni un ápice de comparación con las que atravesó Job.
El reconoció el señorío de Dios, de quien provenían todas las cosas que poseía y quien estaba en disposición tomarlas en cualquier momento.
Hay ocasiones en nuestra vida, en donde las cosas no salen de acuerdo a lo esperado. Son estos momentos en los que nuestros planes se ven truncados y todo a nuestro alrededor toma un rumbo diferente a lo que teníamos planeado. Pero, ¿por qué sucede esto?
Dios es sabio en su propia sabiduría, Él sabe el por qué de las cosas y actúa de una manera muy distinta a la nuestra, de modo que cuando las cosas no salen como queremos es porque tal vez eso que queríamos no era lo más conveniente para nuestra vida. Los planes y pensamientos de Dios difieren de los nuestros en tamaño, propósito y naturaleza como lo expresa Isaías 55:8-9.
Cuando las cosas parecen salirse de control, debemos entender que hay situaciones que no podemos controlar, y que sencillamente tenemos que dejar que Dios actúe y trabaje de acuerdo a su voluntad. Al fin y al cabo, los planes de Dios para nuestra han de cumplirse suceda lo que suceda. Dios tiene el control.
¿Qué se te ha sido quitado? Piensa en esas cosas que a lo largo de tu vida te han sido quitadas; por muy dura que haya sido la prueba y por más que no entiendas el por qué, debes saber que Dios tiene el control y tiene un plan eterno para tu vida por medio de esa situación.
No es fácil glorificar a Dios en medio de una tragedia, esto solo lo hacen los valientes. El sentimiento de dolor y de culpa nos hace pensar en el por qué Dios permite que tales cosas sucedan, sin embargo, no está en nosotros en razonar los planes de Dios, solamente en aceptar y obedecer.
¡Que duro puede llegar a ser esto! Piensa en Job. Cuán duro fue para él perderlo todo en un mismo día, pero pese al dolor y el sufrimiento, él no se sentó a cuestionar a Dios, sino que entendió que todo lo que había tenido en un tiempo provenía de Él y no era suyo, de modo que si Dios se lo había quitado no había agravio absoluto, pues todo le pertenecía a Él.
«Job le respondió: Mujer, hablas como una necia. Si de Dios sabemos recibir lo bueno, ¿no sabremos también recibir lo malo? A pesar de todo esto, Job no pecó ni de palabra», Job 2:10.
Amado hermano, no nos sentemos a juzgar a Dios cuando las cosas no suceden como queremos, más bien pidámosles a Él que sane nuestro dolor y que nos ayude aceptar los planes que tiene para nuestra vida. Digamos al igual que Job: Jehová dio, Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito».
Muchas Bendiciones