19/01/2024
Aleister Crowley,un personaje que, a diferencia de muchos otros, olvidado y entregado a la historia del ocultismo, todavía recibe admiración y consenso hoy en día, incluso de quienes no practican el ocultismo.Sin embargo, estaba lejos de ser un tipo mayoritario, al contrario, estaba lleno de excesos, provocaciones, extremos.No hizo nada para complacer a los demás.La figura de Crowley es en cierto modo muy moderna. Grande fue su capacidad de comunicarse y provocar, de hacerse visible e interesante para los periódicos de la época.Le encantaba molestar y agredir a los que desean bien.Un personaje de época, a caballo de dos siglos, tuvo lugar en transgresión pero también en viajes, estudios, artes e incluso deportes. De hecho, era un montañero imprudente participando en expediciones al Himalaya. Su complejo y extenso conocimiento de la magia ceremonial fue fruto de especulaciones solitarias (por mencionar el período de retiro en México) como encuentros con los más grandes esoteristas de su época, de los que aprendió conocimientos y prácticas, pero también que inspiró criticado, atacado, impreso avances y evoluciones a la movimientos exotéricos.A finales del siglo XVIII, las capitales del ocultismo eran París y Lyon, pero a principios de los noventa el eje se trasladó a Londres, donde trabajaron personajes como Samuel Liddel, MacGregor Mathers autor de obras de exoterismo y mago ceremonial el Mason Robert William Woodman y William Wescott. El encuentro y la colaboración de estos personajes dio vida en 1888, en el Amanecer Dorado, una organización importante y, a su manera, secreta que pretendía resucitar una orden de inspiración hermética.El resuelto y restringido Crowley fue presentado al Amanecer Dorado por Mathers.Aleister Crowley en GD, aprendió muchas cosas, técnicas mágicas, doctrinas orientales, y el uso de algunas dr**as con fines empresariales.A este respecto, hay que destacar que incluso en el caso de los narcóticos debe quedar claro que en lo que a los rituales se refiere, el uso de estas sustancias no es puramente voluntario, laico, sino que forma parte de una práctica establecida por el ritual, nos enfrentamos a un uso sagrado de dr**as que promueven las rupturas de la conciencia ordinaria y los consiguientes descubrimientos sobre lo supersensible.(ref. Julius Evola, M***a en el Tigre)Extraño, pero no más que eso, para él también la pregunta que muchos se hacen: ¿era o no satanista?Obviamente sí para el observador apresurado, especialmente si es burgués, católico o protestante.De hecho, fue nombrado 666 la Gran Bestia. La respuesta de los expertos del mundo oculto es predeciblemente más matices ya que tienden a ver en él al gran mago de la época contemporánea.A él, Evola, que fue muy codicioso de reconocimiento, le otorgó la dignidad de un maestro, sobre todo en el campo del s**o mágico.(ver. Julius Evola, Máscara y rostro del espiritualismo contemporáneo).