Flora Sylvestre
Nació el 22 de diciembre de 1990, hija de haitianos, originaria de Caracas, Venezuela. RRHH, modelo desde los 17 años, intérprete de teatro y micro-teatro tales como: “Miss, El Peso De Una Corona”, “Los Monstruos También Aman”; acreedora de premios como mejor actriz principal en festivales de cine nacionales e internacionales por su rol protagónico en la película Azú, Alma de Prin
cesa, dirigida por Luis Alberto Lamata. La Chica Del Metro…
Flora, con tan solo 17 años, cursante en ese entonces del 1er. De RRHH, un día común de salida con sus amigos, fue abordada en el metro de Caracas, por Robert Román, Booker de la prestigiosa agencia de modelaje Garbo & Class, otorgándole una beca para participar (Caracas,Venezuela). Se formó y preparó durante 1 año para el concurso GRAN MODELO VENEZUELA, el cual la premió como GRAN MODELO MARGARITA ISLAND 2010, abriendo oportunidad de participar en varios desfiles dentro del país y una participación internacional en Turquía. No obstante, los logros no llegaron ahí, notas de prensa describen:
Sylvestre relata que un día, en la estación de la California, el director de casting de la película, Luis Castillo, y la diseñadora de vestuarios, Maite Páez, se acercaron a ella para invitarla a la audición. “Me preguntaron si era modelo y me convidaron a ir a la Villa del Cine. Yo ni siquiera sabía dónde quedaba eso, pero como estaba acompañada de unos amigos que sí sabían, acepté. Fui para el casting y cuando salí, como no soy actriz, sentí que lo había hecho horrible. A los diez minutos me llamaron y me dijeron que había sido preseleccionada”. Obteniendo al final el rol protagónico de la película Azú, Alma de Princesa, Dirigida por Luís Alberto Lamata. Nuevas propuestas surgieron para Flora Sylvestre, sus planes cambiaron desde ese momento lo cual la identifica la frase de su film “Azú”:
“Nadie puede nada solo”
-Yanga.
“ Las oportunidades están delante de la puerta de mi mente, solo hay que permitirles transformarse. Yo creo en las oportunidades y solo yo tengo el poder de decidir si creo en mí, en lo que puedo dar, hasta dónde puedo llegar y lo qué puedo alcanzar si abro la puerta”.