28/04/2023
DELINCUENCIA DIGITAL ACOSA A LA INDUSTRIA RESTAURANTERA
Desde el anonimato están creando fake news e historias para alimentar el odio, el acoso y hasta la extorsión en las redes sociales contra las industrias más importantes del país, cuentas en Twitter, Facebook y Tiktok, están erosionando la reputación de empresarios y empleados, principalmente de la industria restaurantera, quienes desde hace poco más de dos años han recibido amenazas contra su integridad y patrimonio. Así se publica hoy en medios de circulación nacional, uno de ellos la columna de Alfredo González, en El Heraldo de México.
Para muestra, un botón. Este espacio pudo constatar que hace apenas unos días, a través de su cuenta de Instagram , el usuario identificado como Gilovsky Olverioka lanzó la siguiente advertencia contra una trabajadora de ese sector: “Por eso matan empresarios. Por gente basura como tú. Un día estarás en la lista pero de los fallecidos por feminicidio. Basura blanca, porquería de la industria…”
De ese nivel de peligro son los mensajes que recibe la comunidad gastronómica en el país, sin que hasta el momento tengamos noticias de que las autoridades hayan detectado a alguno de los autores y procedido en consecuencia.
Generador de más de dos millones de empleos en todo México, y de una economía que hasta antes de la pandemia ascendía a 185 mil millones de pesos, equivalentes al 1.11% del PIB, el sector restaurantero comenzó a ser blanco del acoso cibernético a principios de 2021, a raíz de la creación en Twitter de la cuenta –Terror Restaurantes MX-, un perfil que según la propia cuenta, fue creado por una persona de nombre Rodrigo Díaz, dedicado a supuestamente denunciar presuntos casos de inconformidades laborales, información que no se puede corroborar porque se trata de supuestos casos anónimos; en cambio, acusa a diestra y siniestra a chefs, capitanes y otros integrantes de la industria restaurantera, de lo que se le ocurre y hasta la fecha está impune.
En ese espacio se pueden observar relatos cada vez más ofensivos y amenazantes contra empresarios y trabajadores de la industria, sin importar si son garroteros, meseros, recepcionistas, chefs o propietarios del lugar, mensajes que surten no sólo un efecto emocional, sino también económico, pues muchos no resisten la presión y optan por renunciar a su empleo. El golpe emocional es demoledor.
El común denominador entre quienes toman la decisión de alejarse de su empleo o negocio a pesar de quedarse sin un ingreso familiar, es el miedo a que los insultos y las amenazas que les profieren pasen de las palabras a los hechos.
Confiesan que se sienten desprotegidos por la autoridad, porque esas amenazas no se investigan, mucho menos se castigan.
No solamente los trabajadores sufren de campañas negras. También diversos restaurantes han sufrido daños en su imagen, reputación y economía tan sólo por alguna publicación incógnita y malintencionada que desata una oleada de ataques. Pérdida de ingresos que incluso pueden llegar hasta el 40 por ciento, son las que registran algunos establecimientos por ese tipo de cruzadas cibernéticas.
Por si lo descrito fuera poco, recordemos que la industria sufrió importantes pérdidas económicas durante la pandemia. Hasta enero de 2021, el 15% de ese tipo de negocios (90 mil restaurantes) había cerrado definitivamente en México, afectando 300 mil empleos directos y unos 525 mil de forma indirecta.
Dos años después, la industria busca salir del atolladero, por lo que el acoso, la amenaza y la extorsión representan un llamado de atención para todos, pero un importante desafío para la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, la fiscal Ernestina Godoy y el jefe de la Policía, Omar García Harfuch, en virtud de que la mayor parte de los agravios se presentan en la CDMX.
Aunque no hay que dejar de mencionar que el fenómeno crece también en Nuevo León y Jalisco, en donde los gobernadores Samuel García y Enrique Alfaro, tienen una labor que realizar para evitar que la sangre llegue al río. Su actuación será fundamental más en este momento crucial en el que empresas y empleados trabajan en su recuperación económica.
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