16/08/2024
| Ecuador necesita 580 megavatios para evitar apagones, pero hasta el momento Celec solo ha conseguido 341 MW
El plan operativo de Cenace establece el número de megavatios que se consumen en el país y que deben se cubiertos durante el estiaje.
Mediante un comunicado, la mañana de este jueves 15 de agosto, la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, informó que el Gobierno toma medidas preventivas ante los primeros signos de estiaje en el país.
Según los reportes emitidos por el Operador Nacional de Electricidad (Cenace), en el mes de julio de 2024 se ha registrado un decremento significativo de los aportes en todas las cuencas hidrográficas.
Así, durante agosto, el caudal promedio alcanzó nuevos mínimos históricos en Mazar y en la central Minas San Francisco, ambas en Azuay y con estadísticas disponibles de más de cinco décadas de registros.
Por ello, según el comunicado oficial, el presidente Daniel Noboa intenta con acciones reducir el impacto y emitió un Decreto Ejecutivo en el que dispone al ministerio de Energía y Minas coordinar y ejecutar todas las acciones necesarias junto al Cenace y las empresas de generación, transmisión y distribución de energía para evitar los efectos que pueda producir el estiaje.
Adicionalmente, el Mandatario, dispone al ministerio de Economía y Finanzas asignar los recursos presupuestarios suficientes para atender lo expuesto con la intención de que se ejecuten medidas preventivas para cubrir la demanda y la prestación del servicio público de energía eléctrica.
Sin embargo, el ministerio de Energía descifra cómo cubrir el déficit de generación, los efectos de la sequía ya son evidentes en el complejo hidroeléctrico del Austro, que se alimentan del río Paute y que en este momento tiene los caudales bajos porque no ha llovido desde hace 33 días.
En la capital azuaya, el río Tomebamba, uno de los afluentes del Paute, ya fue declarado en estiaje por las autoridades municipales, debido a que su caudal es de ap***s 1,04 metros cúbicos por segundo.
Pese a esta reducción, las cotas en las tres hidroeléctricas aún están en niveles altos, por ejemplo:
En la central Mazar, cuyo nivel máximo es de 2 153 metros sobre el nivel del mar, actualmente registra 2 149.
En la estación Molino el nivel máximo es de 1 991 metros sobre el nivel del mar y está a 1 988.
Mientras que en Sopladora el nivel máximo es de 1 318 metros sobre el nivel del mar, pero está en 1 316.
Si la sequía se mantiene, esta situación puede cambiar en las próximas semanas y acercarse peligrosamente a los niveles mínimos de funcionamiento.
Previamente, la empresa estatal Celec logró contratar 341 nuevos megavatios de electricidad con cuatro contratos, pero eso no logra cerrar el déficit de generación que tiene el país.
El acuerdo más caro fue con la turca Karpowership, que desplazó un barco generador que ya está en Guayaquil y se conectará al sistema eléctrico en los proximos 10 días para entregar hasta 100 megavatios de electricidad. El arrenadamiento de ese barco por año y medio le costará al país USD 114 millones.
El segundo contrato firmado es con la estadounidense Progen que instalará motores generadores por 100 megavatios en la central eléctrica de El Salitral. La nueva generación deberá estar lista en cuatro meses y costará USD 99 millones.
El tercer contrato también fue firmado con Progen, empresa que instalará motores en la Central Quevedo 2, que producirán otros 50 megavatios, que estarán disponibles en poco más de tres meses. Ese contrato costará USD 50 millones.
El último contrato firmado es con Austral, que deberá instalar generadores en un terreno adjunto a la Refinería de Esmeraldas, en donde se generarán 91 megavatios. Ese contrato costaráUSD 89 millones.
Y a puertas de la crisis, el país enfrenta otro problema, la acumulación de sedimentos en la zona de descarga del agua de la central Coca Codo Sinclair, que amenaza el funcionamiento de la infraestructura que aporta con el 30 % de la energía hidroeléctrica nacional.
Hoy, por ejemplo, esa estación genera 600 megavatios de los 1 500 que puede producir en óptimas condiciones, pero la casa de máquinas puede inundarse si ese material no es desalojado.
La última evacuación de escombros ocurrió en 2022. Un contratista desalojó 120 000 metros de material. Pero nuevamente se ha acumulado por la erosión del río Coca. Y en el 2023 se intentó contratar la limpieza, pero en dos ocasiones el proceso fue declarado desierto.
Con todo esto, la generación hidroeléctrica dependerá en gran medida de las hidroeléctricas Manduriacu en la provincia de Pichincha; Pucará, Agoyán y San Francisco en Tungurahua, Marcel Laniado en Guayas, Minas San Francisco entre El Oro y Azuay y la hidroeléctrica Delsitanisagua en Zamora Chinchipe, que juntas tienen una capacidad de 1 191 megavatios.