03/05/2024
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos
El versículo Hebreos 13:8 nos presenta una verdad profunda y significativa sobre nuestro Señor y Salvador Jesucristo: Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos. A primera vista, puede parecer una afirmación simple e incluso obvia, pero en realidad, contiene una reflexión importante sobre la naturaleza inmutable de Dios y su Palabra.
Reflexión:
Hebreos 13:8 (RVR1960):
“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.”
Este versículo nos recuerda que el carácter y la fidelidad de Jesús no cambian con el tiempo. Él es constante en su amor, su gracia y su poder. Lo que fue cierto en el pasado sigue siendo cierto hoy y seguirá siéndolo por siempre. No importa cuánto cambie nuestro mundo o nuestras circunstancias, podemos confiar en que Jesús es inmutable y siempre está a nuestro lado.
Hebreos 13:9 (RVR1960):
“No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas.”
Aquí se nos exhorta a mantenernos firmes en la verdad de Cristo. Las modas y las ideas cambian, pero la gracia de Dios permanece constante. No debemos distraernos con enseñanzas extrañas, sino aferrarnos a la gracia que nos sostiene.
Hebreos 13:15 (RVR1960):
“Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.”
Nuestra respuesta a la inmutabilidad de Jesús debe ser la adoración y la alabanza. A través de nuestras palabras y acciones, confesemos su nombre y proclamemos su grandeza.
Conclusión:
En un mundo cambiante, Jesucristo es nuestra roca firme. Su amor, su gracia y su poder son constantes. Que nuestra vida refleje esta verdad, y que siempre le ofrezcamos nuestro corazón y nuestra alabanza. 🙏📖❤️