Que vuelva el Libro de oro Patoruzú

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Que vuelva el Libro de oro Patoruzú Era la edición Nº 48 en cuya tapa se anunciaba, entre ¡Huijas! del indio, la llegada del año 1985. Los quiosqueros no tenían que devolver un solo ejemplar.

Con este página queremos convocar a todos los argentinos, jóvenes y viejos, que sueñan con volver a ver en los quioscos, en diciembre de cada año, el Libro de oro Patoruzú, cuya última edición fue la de 1985. Fue en Diciembre de 1984 la última vez que los quioscos de la República Argentina, de Norte a Sur y de Este a Oeste, ofrecieron impresionantes pilas de ejemplares del Libro de Oro Patoruzú. E

se último libro de oro se vendió hasta agotarse en cada ciudad y cada pueblo del país, como ocurría año tras año. Al año siguiente, cuando promediaba diciembre, el Sindicato Dante Quinterno anunció en todos los diarios nacionales la inminente aparición del infaltable Libro de oro. La publicidad decía: "Reserve su ejemplar. Recuerde que aparece y desaparece". Pero grande fue la sorpresa y el desasosiego de todos los lectores cuando pocos días antes de la fecha anunciada, la empresa publicó un anunció en el que Dante Quinterno pedía disculpas e informaba que por razones económicas insalvables se veía imposibilitada de imprimir el anuario que ya se encontraba armado y diagramado. Eran tiempos de una economía fuertemente inflacionaria y los costos habían volado en forma impresionante. Todos creímos que, al año siguiente, superados los problemas financieros, el Libro de Oro reaparecería para deleite de todos sus seguidores de toda la vida, pero lamentablemente ya no volvió a anticiparnos las Fiestas nunca más. Van a hacer 25 años que pasamos esas festividades sin el maravilloso anuario. Para muchos de nosotros las Fiestas decembrinas no volvieron a ser lo mismo sin el Libro de Oro comprado pocos días antes de Navidad, con su humor ingenuo, sus personajes infaltables (Patoruzú, Isidoro Cañones, Don Fierro y su jefe el enano malo y acomplejado), sus abundantes referencias a nuestras costumbres tradicionales en el festejo de las Fiestas de Fin de año y los resúmenes de temas deportivos, radiales, televisivos, musicales y cinematográficos del año que terminaba. Material redactado y dibujado por los mejores críticos y humoristas de la Argentina, que preparaban el Libro de Oro (eso era notorio) con gran amor y profesionalidad.

¡Cuánta nostalgia! Y pensar que el indio Patoruzú fue el primer superhéroe del mundo, ya que nació muchos años antes que Súperman, a quien se le atribuye erróneamente ese lugar en el podio de la historieta o el comic. Patoruzú no debe dejar de formar parte de nuestra cultura porque es un cacique indio de la Patagonia argentina (de la pacífica comunidad tehuelche, exterminada por los mapuches, originarios de Chile) afincado en Buenos Aires, en compañía de su padrino Isidoro Cañones, un porteño vivo, taimado, cobarde y sinvergüenza (pero simpático) que siempre trata de explotarlo y aprovecharse de él. Dante Quinterno fue un genio al crear a este personaje cuando nadie hablaba de "indigenismo" ni existía aún la idea de rescatar las culturas de los pueblos originarios de América. ¡Eran los años veinte! Dante Quinterno, un visionario idealista hizo un héroe extraordinario de un simple indígena. ¡Y lo curioso es que todo el país lo aceptó y se encariñó con él desde el primer día en que apareció la tira en el diario El Mundo. Nadie hizo tanto por los derechos del indígena como esta popular historieta. Pero sin política, sin denostarlo a Roca ni a otros civilizadores. Por este solo hecho debiéramos los argentinos honrar a Dante Quinterno y preservar a su personaje ejemplar, de conducta intachable, coraje indómito y dispuesto siempre a ayudar a los desposeídos y a luchar contra las injusticias.

¡Y cómo necesitamos los argentinos de modelos ejemplares que echamos tanto de menos en nuestra realidad cotidiana! Al menos rescatemos a este héroe de papel y tinta para que nos ayude a mantener la llama de nuestros mejores sueños por una Argentina de ciudadanos nobles, honrados y solidarios.

¡¡¡Unamos nuestras voluntades para que vuelva a editarse el anuario LIBRO DE ORO PATORUZÚ!!! ENRIQUE ARENZ
Administrador

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PATORUZÚ, EL PRIMER SUPERHEROE DEL MUNDO

Fue en Diciembre de 1984 la última vez que los quioscos de la República Argentina, de Norte a Sur y de Este a Oeste, ofrecieron impresionantes pilas de ejmplares del Libro de Oro Patoruzú. Era la edición Nº 48 en cuya tapa se anunciaba, entre ¡Huijas! del indio, la llegada del año 1985. Ese último libro de oro se vendió hasta agotarse en cada ciudad y cada pueblo del país, como ocurría año tras año. Los quiosqueros no tenían que devolver un solo ejemplar. Al año siguiente, cuando promediaba diciembre, el Sindicatro Dante Quinterno anunció en todos los diarios nacionales la inminente aparición del infaltable Libro de oro. La publicidad decía: "Reserve su ejemplar. Rercuerde que aparece y desaparece". Pero grande fue la sorpresa y el desasosiego de todos los lectores cuando pocos días antes de la fecha anunciada, la empresa publicó un anunció en el que Dante Quinterno pedía disculpas e informaba que por razones económicas insalvables se veía imposibilitada de imprimir el anuario que ya se encontraba armado y diagramado. Eran tiempos de una economía fuertemente inflacionaria y los costos habían volado en forma impresionante. Todos creímos que al año siguiente, superados los problemas financieros, el Libro de Oro reaparecería para deleite de todos sus seguidores de toda la vida, pero lamentablemente ya no volvió a anticiparnos las Fiestas nunca más. Van a hacer 25 años que pasamos esas festividades sin el maravilloso anuario. Para muchos de nosotros las Fiestas decembrinas no volvieron a ser lo mismo sin el Libro de Oro comprado pocos días antes de Navidad, con su humor ingenuo, sus personajes infaltables (Patoruzú, Isidoro Cañones, Don Fierro y su jefe el enano malo y acomplejado), sus abundantes referencias a nuestras costumbres tradicionales en el festejo de las Fiestas de Fin de año y los resúmenes de temas deportivos, radiales, televisivos, musicales y cinematográficos del año que terminaba. Material redactado y dibujado por los mejores críticos y humoristas de la Argentina, que preparaban el Libro de Oro (eso era notorio) con gran amor y profesionalidad. ¡Cuánta nostalgia! Y pensar que el indio Patoruzú fue el primer superhéroe del mundo, ya que nació muchos años antes que Súperman, a quien se le atribuye erróneamente ese lugar en el podio de la historieta o el comic. Patoruzú no debe dejar de formar parte de nuestra cultura porque es un cacique indio de la Patagonia argentina afincado en Buenos Aires, en compañía de su padrino Isidoro Cañones, un porteño vivo, taimado, cobarde y sinvergüenza (pero simpático) que siempre trata de explotarlo y aprovecharse de él. Dante Quinterno fue un genio al crear este personaje cuando nadie hablaba de "indigenismo" ni existía aún la idea de rescatar las culturas de los pueblos originarios de América. ¡Eran los años veinte! Dante Quinterno, un visionario idealista (que hasta se perfeccionó en su oficio con Walt Disney) hizo un héroe extraordinario de un simple indígena. ¡Y lo curioso es que todo el país lo aceptó y se encariñó con él desde el primer día en que apareció la tira en el diario El Mundo. Nadie hizo tanto por los derechos del indígena como esta popular historieta. Pero sin política, sin denostarlo a Roca ni a otros civilizadores. Por este solo hecho debiéramos los argentinos honrar a Dante Quinterno y preservar a su personaje ejemplar, de conducta intachable, coraje indómito y dispuesto siempre a ayudar a los desposeídos y a luchar contra las injusticias. ¡Y cómo necesitamos los argentinos de modelos ejemplares que echamos tanto de menos en nuestra realidad cotidiana! Al menos rescatemos a este héroe de papel y tinta para que nos ayude a mantener la llama de nuestros mejores sueños por una Argentina de ciudadanos nobles, honrados y solidarios. Unamos nuestras voluntades para que vuelva a editarse el anuario LIBRO DE ORO PATORUZÚ!!! ENRIQUE ARENZ (Administrador de esta página)