30/06/2024
—¿Qué tenemos aquí?
—Marko Jarkovic, 71 años, nacionalidad: húngaro, nacido en Sarajevo el 23 de agosto de 1890 —respondió el detective.
—¿Sarajevo? ¿Capital de Bosnia?
—Asi es señor. Bosnio de nacimiento, húngaro de crianza. Veterano de las dos guerras en europa, fue teniente en las SS..
—¿En serio? ?¿Cómo un húngaro entra en las SS?
—Fue parte de una unidad de voluntarios de ascendencia alemana.
—Pero su ascendencia bosnia.
El detective se encogió de hombros.
—Quién sabe, jefe. Con la urgencia de soldados, los n***s echaron mano de lo que pudieron.
—Entiendo. De que delito se le acusa.
—De disparar a una mujer en el parque municipal.
—¿Testigos?
—Una docena, incluído su propio hijo..
—¿El hijo le denuncia?
—Sí, un niño de 5 años, nieto del señor Marko, resultó herido por las esquirlas..
—¿Esquirlas?
—La bala, calibre .44, se fraccionó, aún no sabemos cómo.
—Curioso. ¿Nombre y estado de la víctima?
—No hay víctima, no hay cuerpo; solo los restos de la bala fraccionada y el asunto del niño herido. Sin embargo un nutrido grupo de personas aseguran que le disparó a una mujer desde aproximadamente 5 metros, entre 30 y 40 años, alta, vestida de blanco, lentes oscuros, caucásica, cabello castaño, atractiva. En la confusión generada luego del disparo, nadie vio que ocurrió con la dama descrita. Cayó detrás de unos arbustos, todos coinciden en eso pero no hallamos nada. La única sangre en el sitio es la del chico.
—¡No me jodas Martínez! Me dices que medio parque le vio balear a una mujer pero no que pasó con la víctima. Debió dejar un rastro de sangre. ¿Sabemos dónde le dio? Digo, si es que atinó. Pudo haber fallado.
—Todos los testigos aseguran que le pegó el tiro entre ceja y ceja. Además, la bala chocó contra una superficie dura, lo suficiente para fraccionarse.
El jefe tomó el arma: una Magnum 44. No era cualquier cosa, el cráneo de la mujer, a una distancia tan corta debería quedar destrozado, pero no había nada. Era hora de interrogar al anciano.
—Señor Marko, se le acusa de disparar a una mujer y causar heridas a su nieto. ¿Qué ocurrió? ¿Dónde está el cuerpo?
—No la maté. No pude matarla —respondió el viejo con fuerte acento.
El oficial presionó, sin conseguir que el acusado se quebrara. Este insistió en la afirmación antes dicha. Más que eso: un lamento, queja, renuencia a aceptar su fracaso. El el único arrepentimiento que mostraba el acusado era no haber podido matar a la mujer. Luego de mucha rutina del policía bueno y el policía malo, por fin dijo algo distinto.
—Quizás es inmortal.
—¿Quién, señor Marko? ¿Quién es inmortal?
—¡La vampiro! La reina, la madre de esos monstruos. No pude matarla.
El señor Marko Jarkovic fue remitido a cuidado psiquiátrico. Sin cuerpo del delito, luego de algunos años de tratamiento fue liberado. Mientras, Marcos Julio de 5 años fue llevado por su padre, lejos de la locura del abuelo.
Marko fue forjador fortuito de un extraño secreto. Bosnio de nacimiento, húngaro de crianza, alemán por imposición. Mue...