27/08/2019
La alpargata o esparteña es un tipo de calzado de hilado de fibras naturales como el algodón, pieles de animal o lona con suela de esparto, fique o cáñamo, o una mezcla de yute y caranday (en Argentina), esparto (en España y otros países), que se asegura por simple ajuste, un trozo de elástico cosido a la tela o con cintas. Se utiliza principalmente en España, el sur de Francia y varias zonas de América Latina.
Las alpargatas se fabrican empleando una lona fuerte, con suela de cuerda de yute o cáñamo. Las alpargatas son muy livianas, con buen agarre al suelo y muy delgadas. Actualmente se ha industrializado su tejido y se utilizan hilos de nylon y suela de caucho, así como también con cubierta de lona y base de cocuiza u otra fibra vegetal. La alpargata se teje artesanalmente en telares triangulares caseros utilizando pabilo (hilo de algodón), combinando distintos colores. La suela puede ser de cuero curtido o de cocuiza. Se compone de la capellada o capellá (parte superior que cubre al empeine y la parte delantera del pie), «talonera» (parte que forma el arco del talón) y el «atadero» (también llamado «correíta», que sirve para sujetar la capellada a la talonera).
Origen
Se cree que la alpargata tuvo su origen en la sandalia egipcia, en la que luego se inspiraron los romanos para elaborar una pantufla cubierta y proteger el pie del sol y el calor. En Europa están documentadas desde al menos 1322, año en que un documento redactado en catalán describe las espardenyes «alpargatas» y las menciona con su nombre actual en catalán. En catalán "pantufla" también se llama espardenya.
Paralelamente se usaban en América ya antes del contacto con Europa. El registro más antiguo en América de una alpargata es parte de una colección de artículos de la cultura Anasazi en Nuevo México (EE UU).
Aca por: Alex Guzmán Alvis:
Par abordar el tema de nuestro calzado tradicional llanero, iniciamos diciendo que las alpargatas que usaban los campesinos de la región andina fueron introducidas por los españoles y sus raigambres históricas son de origen árabe quienes originalmente también le dieron el nombre de albarca, fabricadas en lona y suela de yute, cáñamo o cocuiza otra fibra vegetal; de esta última parece derivar el término cotiza.
También se dice en otras fuentes de información sobre el tema, que los negros esclavos reciclaban las botas de los españoles les cortaban la caña, les abrían un orificio en la punta ya que estos tenían un pie más grande, y cortaban la talonera a manera de correa y así llego a los llanos donde se copió el modelo.
Los indígenas y en general los campesinos durante muchos siglos fueron descalzos, sin embargo los misioneros Jesuitas a su llegada a la gran región de los llanos Colombo Venezolanos, encontraron que muchos indígenas calzaban albarcas hechas en cuero de venado o de danta y sujetas al pie con correillas del mismo material, con un diseño similar a la sandalia tres puntas usada en la costa caribe.
Se cuenta también que en tiempos de antaño los descalzos criollos llaneros la usaban solo para ir al pueblo o alguna festividad. Como sea que se haya originado su uso o fabricación, la cotiza llanera pertenece por tradición al atuendo de la gente originaria de esta bella tierra, quienes las mencionan en coplas y canciones. Hombre y mujer las lucen orgullosamente haciéndolas sonar contra el suelo cuando se baila al ritmo de un buen joropo.
Aunque las cotizas de antaño u originales no traían hebillas o decoraciones, hoy se fabrican con variados diseños y existe una gran industria de la cotiza que inclusive las exporta. Es para el Torneo Internacional del Joropo en Villavicencio, cuando hay mayor demanda y oferta. En el Joropódromo los bailadores las lucen hasta con lentejuelas o coloridos rimbombantes y la resistente cotiza llanera de cuero aguanta todo el largo recorrido de esta competencia y muestra del baile del Joropo.