Aguasay "Global"
Según cifras del Ministerio de Agricultura, la producción de yuca a nivel nacional cayó 53 % entre 2011 -cuando alcanzó su pico máximo en 20 años- y 2016. Al año siguiente, hubo un incremento de 35 % y se produjeron 458.404 toneladas de yuca. Imagínate llevar una yuca del sur de Monagas hasta Caracas: son 700 kilómetros de distancia, más unos 20 o 30 kilómetros intrínsecos hacia la montaña, donde se recogen las cosechas”, cuenta Sucre.
Rafael Sucre, productor y vocero de Fedeagro Monagas, asegura que el repunte en la producción se debió al aumento del consumo en momentos en los que la nación atravesaba un período grave de escasez de alimentos. La yuca, al ser más económico y producirse con mayor facilidad, se convirtió de facto en un alimento aún más común en las mesas venezolanas.
Entre 2017 y 2018 el consumo per cápita llegó a superar los ocho kilos al año, estima el experto, pero actualmente se mantiene en su nivel promedio de seis a siete kilos. Para el experto, el repunte de los precios al consumidor de la yuca se relaciona con otros males que aquejan a la producción agrícola local: el factor climático y la crisis del combustible.
El ingeniero Carlos Indriago, vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y afines (Sviaa), asegura que en los grandes centros urbanos del país el incremento del precio de la yuca y otros productos agrícolas se da “en función del efecto bola de nieve que genera el incremento del combustible”.
“Cuando cada elemento que forma parte de la cadena, transportista, comerciante, supermercado, bodega, le pone al precio su ganancia y eso hace que aumenten el precio final que llega al consumidor. Mientras más lejano sea el centro de comercialización y alejado el consumidor final, más elevado va a ser el precio”, explica Indriago.
El experto describe que el norte de Guárico, el sur del estado Cojedes y los estados Lara, Portuguesa y Barinas son las de mayor producción anual de