04/12/2025
Lugar desierto
Y él les dijo: Venid vosotros aparte, a un lugar desierto, y descansad un poco. — (Marcos, 6:31)
La exhortación de Jesús a los compañeros reviste una importancia singular para los discípulos del Evangelio en todos los tiempos.
Es indispensable aprender el camino hacia ese “lugar aparte” en el que el Maestro espera a sus aprendices para el descanso constructivo en su amor.
En el precioso símbolo, encontramos el santuario íntimo del corazón sediento de luz divina.
De ninguna manera se refería el Señor únicamente a la soledad de los sitios que favorecen la meditación, donde siempre hallamos vivas sugerencias de la naturaleza humana. Se refería a la cámara silenciosa situada dentro de nosotros mismos.
Además, no podemos olvidar que el espíritu sediento de unión divina, desde el momento en que se sumerge en las corrientes del idealismo superior, comienza a sentirse desajustado, en profundo aislamiento en el mundo, aunque le sirva diariamente, conforme a los indefectibles designios del Alto.
En el templo secreto del alma, Cristo nos espera para reavivar nuestras fuerzas agotadas.
Los hombres iniciaron la búsqueda del “lugar desierto” retirándose a monasterios o a paisajes agrestes; sin embargo, la enseñanza del Salvador no se fija en el mundo externo.
Prepárate para servir al Reino Divino, en la ciudad o en el campo, en cualquier estación, y no busques descanso de manera irreflexiva, convencido de que, muchas veces, la inmovilidad del cuerpo es tortura para el alma. Antes que nada, procura descubrir en ti mismo el “lugar aparte” donde descansarás en compañía del Maestro.
Emmanuel