04/12/2024
La mujer salió subrepticiamente por la puerta de atrás de la casa. Llevaba tan solo un pequeño bolso. Bajó por una ladera, hasta la estación de trenes. Tenía que alejarse cuanto antes de aquel lugar. La relación nociva de amor y de odio con su amante la estaba destruyendo; no quería sucumbir a su despotismo. Extrañaba la vida hedonista y fastuosa a la que estaba acostumbrada desde muy joven; los viajes y los bailes en los salones de Viena. El encierro en aquella pequeña casa aislada la enloquecía. ¿Cómo había podido someterse a esa prisión, ella que había vivido siempre en lugares opulentos? ¿Era tanta esa atracción física desenfrenada que sentía por él? Este sería el tercer y último verano aborrecible que pasarían juntos, el final de una tregua furiosa que los mantenía en vilo.
Era Alma Mahler - inmortalizada en La Novia del viento, la pintura de Oskar Kokoschka, exhibida en el Kuntsmuseum, que refleja su apasionada relación con Alma Mahler. Una mujer marcada por su matrimonio con Mahler y los romances con Klimt, Kokoschka y Gropius, fundador de la Bauhaus.
Puedes leer este apasionante relato de Helena Durán en este enlace
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Un largo feriado de noviembre, decidí viajar en tren de París a Suiza para visitar la antigua colonia romana a orillas del Rhin, la Augusta Raurica, fundada por Lucius Plancus en el 44 AC. Después de recorrer ensimismada el anfiteatro, el acueducto y el museo romano, decidí ir hasta Basilea, a s...