04/29/2024
Atropellados por su amor
Cuando tienes un encuentro con Dios nada vuelve a ser igual. Si tú llegaras tarde a una cita conmigo, y cuando al fin entraras corriendo al restaurante, mientras me saludaras y te sentaras para “recuperar el tiempo perdido” disculpándote me dijeras --Disculpa la tardanza pero me atropelló un trailer que iba a toda velocidad en el camino-- Obviamente yo no te creería ¡Nadie que lo atropella un trailer a toda velocidad puede seguir siendo él mismo!
De la misma manera, cuando una persona me dice que ha tenido un encuentro con Dios, o que tiene encuentros con Dios de manera constante y sigue siendo el mismo, lo más probable es que piense que me está mintiendo.
Dice la Biblia que Jacob luchó con Dios, esta lucha se dio porque Jacob no quería que Dios se fuera sin que lo bendijera. Como hijos de Dios sabemos que todo lo que necesitamos está en Dios, sin embargo muchas veces no tenemos la misma actitud que Jacob tuvo cuando oramos.
Jacob fue marcado para siempre por haber tenido esta actitud, cuando lo veían cojear seguramente decían, “ese hombre camina así porque estuvo cara a cara con Dios y ha sido tan bendecido en todo porque estuvo dispuesto a luchar con Dios por su bendición”
Conociendo esta historia, otras más como la de Moisés encontrándose con Dios a través de una zarza ardiente o de Josué siendo fortalecido por Dios antes de tomar una gran responsabilidad, debemos asegurarnos que hayamos tenido ya un encuentro con Dios, si no es así, busca a Dios con la actitud de Jacob las veces que sean necesarias. Por otro lado, si tú ya has tenido un encuentro con Dios, como su hijo tu prioridad debería ser que puedas tener estos encuentros todos los días de tu vida, para que seas atropellado por su amor y nunca vuelvas a ser igual y así tengas una nueva identidad.
