Muchos medios de radiodifusion cristianos destinan la mayor parte del tiempo hablando sobre actividades importantes para la vida interna de las iglesias. Estos temas seguramente son de mucho interés para los creyentes, pero muy intrascendente para el oyente común. Al oyente radial le interesa que aquel que le hable desde la radio muestre interés por su situación, por sus problemas, por su preocupa
ción. Mario Kaplún, un recordado radialista y latinoamericano, decía con razón que “un programa radial, y mucho menos si son de evangelización, no se produce sentado en la oficina, delante de la máquina de escribir. Se escriben en la calle, hablando con la gente, escuchándola con atención, escuchando o intuyendo sus preguntas, captando y recogiendo sus necesidades, sus expectativas". Se trata entonces de hacer que la palabra de Dios pueda hablar con la gente desde sus propias necesidades. Es por eso que nace la idea de este ministerio de Radio, Para poder llegar a los corazones de mucha gente, acercarnos a las familias de nuestra localidad y del mundo, ahora que transmitimos nuestra señal a través del Internet bañando todo el globo terraqueo con nuestra señal de bendición! Por esto, no hay duda alguna que la radio es un espacio que nos permite llegar a la gente, conversar con ellos, y encontrarnos con sus más hondas necesidades para compartirles el mensaje de Jesús.
“La radio está más cerca de la gente", decía un antiguo slogan de nuestras radio-emisoras comerciales, y no dejaba de tener razón. Efectivamente, por muchas razones, la radio es sinónimo de conversación, de participación, de encuentros humanos cercanos.
Siendo la radio el medio que nos permite con mayor facilidad encontrarnos con las diversas expresiones culturales, políticas y religiosas de la gente, se convierte en un espacio clave para nuestra estrategia de cumplir con la misión que se nos ha encomendado Predicar el Evangelio a toda criatura y a las naciones. Marcos 16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.