01/04/2019
No podrá ser superado fácilmente aquel acontecimiento que marcó un hito importante en la historia de la antigua ciudad de Cerro de Pasco. Coincidencia o no, aquel 28 de Julio de 1904 se inauguraba el Ferrocarril Central que lo conectaba con Lima y como parte de la celebración por fiestas patrias.
Los diarios de la época resaltaban el acontecimiento que colocaba a la ciudad en la cima de la modernidad y la prosperidad. La proeza de su construcción a una altitud de 4,370 metros sobre el nivel del mar, salvando obstáculos de la difícil geografía peruana, lo convierte en una de las obras mas complejas de la ingeniería mundial en el siglo XIX. Los 65 túneles y 61 puentes en zonas andinas inaccesibles y un saldo trágico de víctimas así lo confirman.
Para el ciudadano cerreño de ese entonces no era mayor novedad el ferrocarril en si, puesto que ya se contaba con uno más antiguo como fue el Ferrocarril Minero, inaugurado el año 1869 en el gobierno del Presidente José Balta y solo para el tráfico interno entre las Haciendas Mineras, Ingenios y fundiciones.
Si bien, el ferrocarril central trajo desarrollo y prosperidad a inicios del siglo XX, también sirvió para la masiva expoliación de los recursos mineros sin mayor beneficio para una ciudad cuya opulencia fue decreciendo.
Las dos fotografías que presentamos han sido tomadas en las afueras de la ciudad momentos previos a su triunfal ingreso con las banderas de Perú y Estados Unidos. Se trata de una de las dos potentes locomotoras ROGERS que hicieron su ingreso con sus plataformas y coches atiborrados de felices ciudadanos que participaron de este singular acto.