29/06/2023
¿Cuál es la historia detrás de la supuesta casa embrujada ubicada en la carretera Puno-Arequipa?
Si alguna vez viajas a Puno - Juliaca, a un costado del riel, en el sector de Maravillas, notarás la presencia de un inmueble de aspecto inglés. Los lugareños la evitan y con temor aseguran que allí habita un espíritu. ¿Qué ocurrió en este lugar que guarda una leyenda urbana entre sus paredes?
La conocida ‘casa embrujada’ está ubicada en la carretera Puno-Arequipa, exactamente a un costado del riel, en el sector Maravillas del distrito de Cabanillas, provincia de San Román.
Si alguna vez viajas a Puno, notarás la presencia de un inmueble de aspecto inglés. La construcción es de material de adobe y, al parecer, tiene dos niveles, así como techos de calamina oxidados por el tiempo.
De acuerdo con varios relatos, la casa le pertenecía a una pareja extranjera que llegó a Puno en busca de oro, quizá desde Inglaterra. Se dice también que se dedicaban a la extracción de minerales a comienzos del siglo XX en Lampa Mining Company, la única minera de aquellos años en la región del altiplano.
En realidad no se sabe si la historia es real o ficticia, pero se cuenta que, por razones que nadie precisa, el hombre —supuesto ingeniero acaudalado— habría asesinado de manera cruel a su esposa y al poco tiempo se marchó sin dejar rastro. Nunca más se supo de él.
Los pobladores señalan que esta casa encierra el espíritu de la mujer asesinada, a la que refieren como la ‘Gringa’ y cuya presencia ha motivado que la infraestructura permanezca deshabitada por muchas décadas.
Con el pasar del tiempo, una pareja de ancianos se instaló en la parte contigua posterior de la casa y vivió ahí por muchos años. Se dedicaban y vivían de la crianza de ganado. Sin embargo, nunca tomaron posesión de la finca porque la supuesta presencia de la ‘Gringa’ lo impedía. Ambos habrían fallecido y ahora sería propiedad de un nuevo dueño.
La vivienda ‘embrujada’ no es un juego para los pobladores del lugar. Ellos se permiten narrar la historia, pero jamás invadir la propiedad. Aunque sí en alguna medida; ya que hace poco se registró la presencia de alguna persona al interior, al hallarse alimentos y demás cosas en uso, sobre todo en la cocina, al igual que aparentes refacciones en los vidrios donde en uno de ellos se lee «propiedad privada».