22/05/2024
Lookman convierte el primer golpe en paliza histórica
Un 'hat trick' de Ademola Lookman coronó a la Atalanta como campeona de la Europa League y ocasionó la primera derrota del Bayer Leverkusen esta temporada. Los de Xabi Alonso estuvieron muy lejos de su mejor versión, con Florian Wirtz desaparecido y un sello totalmente borrado por un impecable trabajo de los pupilos de Gian Piero Gasperini.
Fin
Final
Atalanta
Atalanta 3 - 0 B. Leverkusen
B. Leverkusen
22 may 2024
Es histórica la derrota del Bayer Leverkusen porque corta un récord histórico de partidos invicto. Es histórica la victoria de la Atalanta porque le da a los de Bérgamo su primer título continental. Y por tanto, es histórica la actuación de un Ademola Lookman que, además de conseguir todo lo anterior, se coronó como el gran héroe (superhéroe en su caso incluso) de la noche con un 'hat trick' que decidió el título de la Europa League en Dublín.
51 partidos habían acumulado los alemanes sin perder, aunque no fueron 51 los que no mereció hacerlo. En las últimas semanas, el equipo germano había coqueteado con la derrota, pero siempre logró esquivarla a última hora con goles épicos y remontadas heróicas. Pero esta vez, la capa estaba reservada para Lookman, que fue el autor materal de una muerte que, sin embargo, tuvo otros autores intelectuales.
Gian Piero Gasperini logró desactivar al equipo de moda en el mundo. Borró cualquier trazo de un sello muy marcado hasta ahora. No hubo velocidad, no hubo verticalidad, no hubo asociaciones vertiginosas alrededor del área. Realmente, no hubo casi nada de un equipo en el que Florian Wirtz apenas salió por televisión y en el que Jeremie Frimpong, otro de los estandartes, sí que salió, pero siempre con mala cara después de perder un balón o lamentar alguna ocasión desbaratada.
10 minutos bastaron para intuir, pese al pausado inicio por parte de ambos, que tenía mejores sensaciones la 'Dea'. En las áreas, apenas había acontecido un remate de cabeza de Scamacca que controló Hincapié. Pero no eran necesarias ocasiones ni llegadas muy peligrosas para ver que el guion poco tenía que ver con los planes habituales del Bayer Leverkusen. Y las sensaciones comenzaron a convertirse en realidad a los 12 minutos.
Zappacosta, desde el lateral derecho del área, metió un pase a la zona caliente que llegó a donde estaba Exequiel Palacios, que se durmió y permitió que, por su espalda, apareciera Lookman. El delantero, de primeras, remató a un metro del área pequeña y puso el 1-0 en Dublín. El error del argentino hizo recordar a muchos la sorprendente decisión de Xabi de apostar por el argentino y dejar a Andrich en el banquillo.
Pese a la mala pinta, el Leverkusen se estiró. Todavía entraba el escenario en ese equipo de remontadas y de subidas de río al más puro estilo de los salmones. Pero, esta vez, la contracorriente les llevó río abajo cuando, a los 26 minutos, el protagonista de la noche logró su doblete. Hasta entonces, Frimpong apareció alguna vez con cierto peligro por la derecha, pero fueron los italianos los que movieron las redes en la portería contraria.
El Leverkusen perdió el balón tras un saque de puerta y un mal pase de cabeza de Adli. Quería descargar atrás sobre Wirtz, pero el balón fue para Lookman. Se acercó a la frontal, rompió a Xhaka con un regate hacia la derecha y un caño incluido y le pegó con la diestra a la cepa del palo izquierdo de Kovar, que no pudo hacer nada para impedir el 2-0.
No, esta vez no hay épica
No nos engañemos. Fueron muchos los que, con el guion del 2-0 y del escudo que parecía irrompible de la racha de partidos sin perder, vaticinaron una remontada o, como poco, un empate que forzara la prórroga. Pero no. Esta vez, no hubo épica. Pudo acercarse ese supuesto, pero Grimaldo cayó en la trampa de Musso y erró una vaselina que resultó ser demasiado tempranera para lo que pedía la acción.
Todavía en el primer tiempo, Xhaka probó suerte con un zurdazo que se fue desviado. No dio trabajo al portero, pero parecía ser un buen hilo conductor del que tirar para que el segundo tiempo fuese un asedio contra la portería de Musso. Ni 'musso' menos, con perdón.
Xabi Alonso metió a Boniface e intentó agitar un árbol del que no cayó nada de nada. Hasta el 59', no hizo nada reseñable el cuadro alemán. Adli cogió un balón sin dueño en la izquierda, casi en la línea de fondo, y sacó un centrochut que repelió Musso. El rechace le fue a Frimpong, quien, de primeras, remató desviado con la izquierda en el área. Y en el 64', un centro de Wirtz (de lo poco que hizo) al segundo palo no encontró la cabeza de Grimaldo por la valiente y rápida intervención del meta de la 'Dea'.
El arreón que todos esperaban nunca llegó. No hubo serie de 4-5 remates, de varios saques de esquina seguidos ni de portadas y titulares para el portero contrario. Nada. El Leverkusen no supo hacer nada. Y la Atalanta, sí. Para ser más exactos, matar a su rival y la final con el 3-0 de, cómo no, Ademola Lookman.
En el minuto 76, el londinense de origen nigeriano recibió en la izquierda tras una conducción de Scamacca, pisó área, lanzó un par de bicicletas y, con la zurda, reventó la portería de Kovar. El cañonazo lo fue hacia la red, pero también hacia las ilusiones de un equipo que tiró de corazón para, al menos, terminar el partido en campo contrario, aunque la Atalanta tuvo alguna ocasión en las botas de Scamacca y Éderson para ampliar la ventaja.
Ni con la entrada de Schick, el chico de los milagros, pudo remediar nada Xabi Alonso. Un intento de espuela del checo en el minuto 83, seguramente, habría sido gol en otra ocasión. Pero la fortuna, totalmente gastada por el delantero este año, no apareció: su remate dio en un defensa, se fue a córner y nunca fue esa primera piedra de la enésima loca remontada de los germanos.
El pitido final confirmó el primer tropiezo de un Bayer Leverkusen que deberá poner mucha atención a lo que eso le puede suponer en lo anímico. El sábado se juega la DFB Pokal con el Kaiserlautern (salvado por poco de descender a Tercera). Y el escudo moral que tenía hasta hoy era tan efectivo como dañina puede suponer su rotura en el último encuentro de la temporada. Por su parte, la 'Dea' celebra su primer título europeo, le da a Gasperini su merecido reconocimiento y amplía las plazas de Champions hasta la 6ª, siempre y cuando la Atalanta quede 5ª, su puesto actual.