Historias de Terror

Historias de Terror Hola, te invito a ser parte de esta hermosa comunidad de Historias de terror (relatos)

La parálisis del sueño es algo que me sucedió por primera ves cuando tenia 17 años, para mi fue algo aterrador ya que nu...
02/02/2025

La parálisis del sueño es algo que me sucedió por primera ves cuando tenia 17 años, para mi fue algo aterrador ya que nunca me habia pasado.

Por lo general me comentaron que solo era la sensación de no poderme moverte y estar consciente al respecto.

Pero el dia que me paso tenía miedo de dormir, la oscuridad y lo peor la posicion de dormir cuidaba mucho y cuido hasta ahora.

Era una noche como cualquiera, me acoste a dormir al lado de una prima y de pronto sentí como una niña entro a mi cuarto riendose, era una niña pequeña como de 5 a 6 años, cuando la niña dentro riendose fue directo a donde estaba acostada y me cogio mis dos brazos tan fuerte que no podia moverme, trate de hacer fuerza y nada, gritaba y sentia que no me escuchaban.

Fue entonces que gire mi cabeza y ahi esta mi prima descanzando al lado mio, estaba durmiendo tranquila, le gritaba por su nombre varias veces para que me ayudara y no me hacia caso, intente cogerla de su mano y era inutil, de tanto forzajear con la niña me solto y salio corriendo y riendose por la puerta.

Ahi me levante tan asustada por lo que me habia pasado, le desperte a mi prima y le dije porque no me escucho, que le gritaba su nombre y ella me dijo que no escucho nada, le conte lo que me habia pasado y tambien se asusto, fue tan horrible, como si estar durmiendo era tambien como estar despierta.

Mire la hora y eran las 2:00 de la madrugada, peor fue mi miedo que aún sentía en mis brazos como una marca que me seguia doliendo que con tanta fuerza la niña me habia sujetado con sus manos, esa noche ya no pude dormir y tambien no pudo dormir mi prima, solo prendimos la televicion y nos pusimos a ver hasta el amanecer.

No volvió a pasarme más, pero siempre me cuentan otras personas que si les pasa y a unos les pasa mas seguido que a otros.

Siempre me pregunto a que se debe y porque sucede ?

10/04/2024

LA LEYENDA DE LA NIÑA DEL CEMENTERIO

Mi comunidad de Historias de terror, esta noche serás testigo de uno de los más grandes secretos que oculta la noche.Est...
18/02/2024

Mi comunidad de Historias de terror, esta noche serás testigo de uno de los más grandes secretos que oculta la noche.

Este caso me lo contó mi papá, me comentó que en muchas ocasiones ha sido testigo de sucesos paranormales.

Cuando era aun más joven vivía en un pueblo pequeño de Perú, un tiempo mi papá y mi madre estaban en un lugar donde ellos tenían sus animales, una casa ya antigua, mejor dicho una pequeña granja que quedaba cerca a un río.

Ya era de noche, ellos descansaban me comenta mi papá, y entonces, eso de las 12 de la medianoche mi papá queria ir al baño, él salió dejando a mi madre descansando.

Al ir caminando a buena distancia de la casa en la oscuridad, escucho llorar a alguien, era un llanto de una mujer, lloraba muy desconsoladamente. Me dice que hablaba unas palabras en la lengua de la sierra peruana(quechua), pero en ningún momento la vio, solo la escuchaba llorar.

Mi papá se regresó corriendo con mucho miedo a la casa y entonces le comentó a mi mamá y tambien mi madre se asustó.

En ese lugar solamente estaban ellos dos, ya que era un lugar muy alejado del pueblo, no había nadie más y menos a esa hora.

Mi papá, me comenta que quizás era un ánima o algún ser del más allá, lloraba muy desconsoladamente aquella mujer.

En la oscuridad, muchas veces no vemos, pero si escuchamos !!!

Dicen que en el Hospital de Juárez, hace muchos años, trabajó una enfermera llamada Eulalia. Era una mujer joven y rubia...
16/02/2024

Dicen que en el Hospital de Juárez, hace muchos años, trabajó una enfermera llamada Eulalia. Era una mujer joven y rubia, de ojos claros y facciones delicadas. Todos la querían por su infinita amabilidad. Pero, lo que más llamaba la atención es lo impecable que estaba siempre: no había un uniforme mejor planchado que el suyo.

Un día ingresó en el equipo un médico muy apuesto, de nombre Joaquín. Dicen que todas las enfermeras se sintieron atraídas por él, a pesar de que era un poco arrogante. Eulalia no fue la excepción, pero ella hizo que al doctor le costara trabajo conquistarla.

Una vez que se hicieron novios, Eulalia se mostraba muy enamorada, probablemente más que él. Incluso había rumores de que el joven médico seguía coqueteando con otras mujeres. Aún así al año de ser novios, Joaquín le pidió que se casaran, lo que sorprendió a la joven, quien accedió feliz. Sin embargo, el médico tuvo que salir de viaje a un seminario durante quince días en otra ciudad, quedaron de planificar la boda a su regreso.

Durante los días de espera, uno de los enfermeros declaró su amor a Eulalia, a lo que ella contestó que no estaba disponible, pues estaba comprometida con el Dr. Joaquín. Extrañado, el joven enfermero le dijo que eso no era posible, pues el Dr. Joaquín había renunciado una semana atrás y se había ido de luna de miel con su nueva esposa.

Destrozada, Eulalia corroboró la información en los registros del Hospital y con otros compañeros. A partir de ese entonces, dejó de ser la enfermera dedicada que solía ser y debido al desamor, muchos pacientes sufrieron a causa de su negligencia. A largo plazo, la joven cayó enferma y murió, no sin antes haberse arrepentido de no dar lo mejor de sí en su profesión.

Lo más curioso es que, después de su muerte, empezaron a surgir testimonios similares de muchos pacientes, en los que indicaban que una enfermera con las características de Eulalia los atendía amablemente, y aunque nadie podía distinguir su rostro, todos coincidían en que su cabello era rubio y no había un uniforme mejor planchado que el que llevaba puesto. Por eso la apodaron, La Planchada.

Al momento que la vi, me di cuenta que era una tumba abandonada, ya terminaba el día de mu***os y era la única que no es...
15/02/2024

Al momento que la vi, me di cuenta que era una tumba abandonada, ya terminaba el día de mu***os y era la única que no estaba adornada, era la última del panteón, casi al borde de un profundo zanjón; la maleza rodeaba la maltrecha cruz, ya de por sí roída por el paso del tiempo. Mis hermanas y yo creo tuvimos el mismo pensamiento y comenzamos a quitar la maleza de la cruz y del suelo, no había gaveta, si aquella vieja cruz no estuviera hubiera creído que era terreno sobrante del panteón.

Al dejarla totalmente limpia, nos dimos cuenta que la cruz no tenía datos escritos que revelaran la identidad de quien descansaba en aquella tumba, era imposible saber quien yacía bajo nuestros pies, pero nos sentíamos satisfechos de haber realizado aquella acción. Antes de retirarnos del panteón fui de nuevo hasta la tumba y le dije:

-No sé quién eres, ni qué edad tenías al morir, pero mientras venga a visitar a mis familiares, te prometo que limpiaré tu tumba.

Durante el recorrido a casa, mis hermanas y yo tocamos el tema de las tumbas olvidadas y fue inevitable sentir nostalgia y tristeza por aquellos difuntos que se van y nadie los visita más.

El sol comenzaba a ocultarse y las sombras de la noche nos sorprendieron a medio camino, las pronunciadas y cerradas curvas se cubrían de una neblina común en esa zona, encendí las luces y las intermitentes y avancé despacio. De pronto, un tronido y un golpeteo en el pavimento nos alarmaron, se había reventado la llanta delantera del lado del copiloto y como pude, logré estacionarme en una cuneta, pero quedaba medio carro dentro del carril, por lo que mis hermanas avanzaron unos metros hacia atrás y hacia adelante del vehículo y con sus celulares comenzaron a hacer señas a los conductores para que avanzaran despacio.

De inmediato, saqué la llanta de refacción e intenté quitar los birlos de la llanta ponchada. Estaban muy pegados, como si se hubieran fundido al acero con la fricción o con el paso del tiempo, mis hermanas desesperadas me decían que me apresurara, todo era estrés, la cruceta no hacía ceder ninguno de los birlos, desesperado grité:

-¡!Pues ayúdenmee!!

De repente, un golpecito en mi espalda me hizo voltear y había un hombre parado detrás de mí, quien de inmediato me dijo:

-Entre los dos seguro los aflojamos, toma una parte de la cruceta y yo la otra, a las tres, uno….

Al decir tres, ambos empujamos hacia la misma dirección y el birlo cedió, y así los demás, hasta lograr quitar la llanta y poner la de refacción. Mientras apretaba el último birlo le dije:

-Muchas gracias por la ayuda, si vas para Tepic te damos un aventón.

Lo que me contestó me dejó helado:

-Yo aquí me quedo amigo, ¿Cómo no ayudar a quienes limpiaron mi tumba?

Petrificado de miedo volteé intentando encontrar una explicación a ese comentario, pero ya no había nadie, aquel hombre había desaparecido, mis hermanas seguían gritando desesperadas que me apresurara, les hice la seña de que se subieran al auto y continuamos el camino.

Sólo para estar seguro de lo que acababa de pasar, les pregunté si habían visto a alguien caminando acercarse al auto, ellas me dijeron que no, entonces entendí que el agradecimiento trasciende más allá de la muerte, más allá de la tumba, aquella tumba que ya no sería en adelante la tumba olvidada del panteón.

Buenas noches mi comunidad, esta noche les traigo una historia de una de nuestras seguidoras, ella nos relata su experie...
11/02/2024

Buenas noches mi comunidad, esta noche les traigo una historia de una de nuestras seguidoras, ella nos relata su experiencia con mucho terror.

Cuando yo tenía 8 años, vivía con mi mamá y mis hermanos en una casa de dos pisos. Nosotros ocupabamos el primer piso y el segundo lo rentaba una pareja, pues bien.

Un día mi familia y yo estábamos desayunando, cuando escuchamos que tocaron a la puerta, mi madre abrió y se sorprendió al ver a nuestro vecino ya que era muy rara la ocasión en qué nos hablaba.

El le pregunto a mi mamá que si en la noche alguno de los niños ( mis hermanos y yo ) habíamos subido y tocado a su puerta, nosotros dijimos que no, pero el vecino no nos creyó por qué él habia visto una sombra que había salido corriendo en el momento que abrió la puerta.

Mi mamá le dijo que no habíamos sido nosotros y el vecino no tuvo más remedio que irse refunfuñando, esa noche yo no podía dormir y estaba muy inquieta, como a eso de las 2:00 de la mañana, escuché que alguien susurraba mi nombre muy bajito:

estrella!!!....estrella!!!....vamos a jugar!!!.... me decía

yo pensé que era alguno de mis hermanos y me puse a jugar, yo aventaba una pelota y el me la regresaba, pero cuando trate de ver quién era, descubrí a un niño sin ojos y con una sonrisa terrorífica. Espantada hasta los huesos me fui corriendo a mi cuarto y al otro día le conté a mi mamá pero no me creyó y me dijo que había sido una pesadilla.

Desde entonces nadie me cree, cada vez que cuento lo que me pasó esa noche, pero solo el vecino y yo sabemos que en esa casa esta ese niño que no puede descansar en paz.

Pero quisiera saber por qué?

10/02/2024

¡Un saludo a mis nuevos seguidores! ¡Estoy feliz de que me sigan! Debora Mirande, Emmanuel Montenegro, Yeli Flores González, Jesús Manuel Izquierdo Candelario, Armengod Marian, Elvis Epiritu Gavan, Alex Gallego, Alex Almaraz, Andrea Castillo, Alicia Duré, Maria Alicia Herrera Garcia, Briyith Colmenares, Petri Donoso, Katerine Rodriguez, Teresita Ocaranza Sotelo, Mario Alvarez, Marlen Del Angel, Mary Magana, Mirna Lopez, Peny Ric, Alex Cz, Itzet Mendoza, DanyDan DanyDan, Alexandra Cordova, Gaaby Sanchez, Guadalupe Mora, Richard Yamderzon Torres, Soco González, Iris Vázquez, Emmanuel Benites, Carolina Loa, Maria Preciado Chunga, Xavi Méndez, Anika Perez

Hace unos años, en una pequeña ciudad suburbana, un repartidor de pizza llamado Carlos llevaba a cabo su trabajo con ded...
09/02/2024

Hace unos años, en una pequeña ciudad suburbana, un repartidor de pizza llamado Carlos llevaba a cabo su trabajo con dedicación. Una noche, recibió un pedido para entregar a una dirección desconocida en las afueras de la ciudad. El número de la casa estaba mal escrito, pero Carlos, sin pensar demasiado, decidió aventurarse en busca de la dirección correcta.

El camino lo llevó a una zona apartada, donde las calles mal iluminadas y las casas abandonadas creaban un ambiente inquietante. Después de dar vueltas durante lo que pareció una eternidad, encontró una casa que coincidía con la descripción del cliente. Era una vivienda antigua y desgastada, con ventanas rotas y una puerta de madera que crujía al abrirse.

Carlos llamó a la puerta y, tras unos momentos de silencio, un hombre mayor abrió. Vestía ropas desgastadas y parecía sombrío, pero agradeció a Carlos por la entrega y le pagó generosamente, pidiéndole que dejara la comida en la mesa del comedor.

Al entrar, Carlos notó que la casa estaba fría y húmeda, con un olor a humedad impregnando el aire. La tenue luz de una lámpara revelaba muebles antiguos y polvorientos. Mientras colocaba la comida en la mesa, el anciano le hizo una extraña pregunta.

"¿Crees en los fantasmas, joven?", preguntó con una mirada penetrante. Carlos, sintiéndose incómodo, respondió con una risa nerviosa, pensando que el anciano estaba bromeando.

Después de recibir el pago, Carlos se apresuró a abandonar la casa, pero justo cuando cerró la puerta, escuchó una voz susurrante que le heló la sangre. "Gracias por entrar", susurró una voz apagada desde el interior. Carlos, temblando, miró hacia atrás solo para encontrar la casa vacía.

Intrigado y asustado, Carlos decidió investigar. Volvió al día siguiente para descubrir que la casa parecía desierta y abandonada. Al preguntar a los vecinos sobre el anciano, nadie parecía recordarlo. Carlos comenzó a experimentar fenómenos extraños en sus noches de entrega: sombras que se movían en las ventanas, susurros en la oscuridad y la sensación de ser observado.

Con el tiempo, Carlos dejó su trabajo como repartidor y se mudó de la ciudad, pero la experiencia lo persiguió. Aunque intentó convencerse de que solo fue su imaginación, aún siente un escalofrío cuando recuerda la mirada del anciano y la voz susurrante en la oscuridad de esa casa aparentemente abandonada.

En un pequeño pueblo enclavado entre colinas sombrías, vivía una pareja, Clara y Martín, que compartían el dolor de no p...
09/02/2024

En un pequeño pueblo enclavado entre colinas sombrías, vivía una pareja, Clara y Martín, que compartían el dolor de no poder tener hijos. Clara, en particular, anhelaba la maternidad con una intensidad que la consumía día a día. Sus noches estaban marcadas por lágrimas silenciosas y sus días, por una desesperación creciente.

La noticia de una anciana bruja conocida por conceder deseos imposibles llegó a oídos de Clara. Sin ninguna esperanza en la medicina convencional, Clara decidió recurrir a lo desconocido. Tras mucho buscar, finalmente localizó a la misteriosa mujer, quien vivía en las afueras del pueblo, en una choza envuelta en sombras.

La bruja, con un rostro arrugado y ojos penetrantes, examinó a Clara y Martín antes de asentir con solemnidad. "Conozco tu deseo", susurró la bruja. "Te ayudaré, pero a cambio, deberás cumplir ciertos rituales y aceptar el precio de tu deseo."

Clara, cegada por su desesperación, aceptó sin cuestionar. La bruja le entregó un extraño brebaje y le indicó que lo bebiera a la luz de la luna llena mientras recitaba un conjuro específico. Clara, siguiendo las instrucciones al pie de la letra, lo hizo.

Tiempo después, Clara descubrió que estaba embarazada. La alegría inundó su corazón y, por un momento, el dolor de su deseo incumplido pareció desvanecerse. Sin embargo, a medida que el embarazo avanzaba, Clara comenzó a experimentar visiones extrañas y sueños perturbadores.

Cuando llegó el día del parto, la ansiedad se apoderó de Clara. La habitación estaba impregnada de una energía oscura. A medida que el niño nacía, un silencio espeso se apoderó del lugar. Clara, con el corazón latiendo con fuerza, apenas podía articular la pregunta que todos temían hacer: "¿Está bien?"

El bebé yacía inmóvil en la cuna, con deformidades horribles que distorsionaban su pequeño cuerpo. Los ojos de Clara se llenaron de lágrimas mientras la bruja, que había estado observando en las sombras, se asomó y dijo con voz siniestra: "Este era el precio, mi querida."

El niño, apenas respirando, dejó este mundo segundos después de su llegada. Clara, abrumada por la pérdida y la culpa, cayó en la desesperación. Su mente se vio envuelta en una tormenta de angustia y tristeza, y las visiones perturbadoras que había tenido durante el embarazo la perseguían sin piedad.

Un semana después del nacimiento, Su esposo descubrió a Clara colgando de una viga en su propia casa. El lugar se sumió en una atmósfera de tristeza y miedo. El esposo, sumido en la tristeza buscó respuestas en la oscura choza de la bruja, solo para encontrarla vacía como si nunca hubiera existido.

La historia de Clara se convirtió en un susurro sombrío que persistía en las noches, y la pequeña casa donde vivieron se abandonó, marcada por la tragedia. La leyenda de la pareja desesperada y la bruja se fundió con el eco de los lamentos, dejando tras de sí un rastro de dolor y advertencia para aquellos que se aventuraran en el territorio de los deseos prohibidos.

El Museo Reina Sofía, construido en el siglo XVI, antiguamente fue un albergue o sanatorio donde llevaban a enterrar a l...
08/02/2024

El Museo Reina Sofía, construido en el siglo XVI, antiguamente fue un albergue o sanatorio donde llevaban a enterrar a los pobres. Recluían, asimismo, a dementes y a niños abandonados. Durante la Guerra Civil pasó a ser un hospital en el que hubo torturas y asesinatos. Al finalizar la guerra se convirtió en el Hospital General de Madrid hasta 1965, año en el que cerró.

Iniciaron con su restauración para convertirlo en museo años más tarde, ya que querían reabrirlo en 1990. Sin embargo, en cuanto empezaron con las obras se toparon con huesos humanos, cadenas y grilletes, entre otros.

Varios han sido los testigos que han sentido cosas, como los obreros, que escucharon ruidos, o los trabajadores nocturnos y visitantes del museo. Lamentos, pasos, figuras andando por los pasillos captados por las cámaras, alarmas que saltaban y ascensores que se ponían en marcha, entre otros. Los visitantes, incluso cuando tomaban fotos a los cuadros y miraban la foto veían figuras extrañas.

Pero las protagonistas son tres monjas que fueron enterradas en el lugar y que las encontraban andando lentamente y cantando por los pasillos, las Hermanas de la Caridad. Estas desaparecen entre el sonido de unas campanillas al final del pasillo.

Había una vez un padre llamado Daniel, que se encontraba devastado por la pérdida de su única hija, Emily. La niña había...
08/02/2024

Había una vez un padre llamado Daniel, que se encontraba devastado por la pérdida de su única hija, Emily. La niña había desaparecido misteriosamente mientras jugaban en el parque, a pesar de todos los esfuerzos, no lograron encontrarla. El dolor de Daniel era insoportable, pero la esperanza de encontrar a Emily lo impulsó a seguir buscándola.

Un día, Daniel recibió una llamada anónima. La voz susurrante al otro lado le indicó que fuera al antiguo cementerio del pueblo esa noche, ya que podría encontrar a su hija allí. A pesar de la extrañeza de la situación, la desesperación de Daniel lo llevó a tomar la decisión de ir al lugar indicado.

La noche estaba oscura y silenciosa cuando Daniel llegó al cementerio. El aire estaba cargado de tensión y una neblina espesa envolvía las tumbas antiguas. Con una linterna temblorosa en la mano, Daniel comenzó a caminar entre las lápidas en busca de alguna señal de su hija. El silencio era interrumpido solo por el crujir de las hojas secas bajo sus pies.

De repente, Daniel escuchó una risa infantil a lo lejos. Su corazón latió con fuerza, y con renovada esperanza, siguió el sonido hasta llegar a una tumba en particular. La lápida estaba cubierta de musgo y apenas visible, pero la risa provenía de allí.

Al iluminar la tumba con su linterna, Daniel se estremeció al ver una figura pálida y desgastada de una niña que se parecía a Emily. Sin embargo, algo no estaba bien. Los ojos de la pequeña brillaban de manera anormal, y su risa era más siniestra que alegre.

"¿Emily?" preguntó Daniel con voz temblorosa.

La niña levantó la cabeza lentamente y miró a su padre con ojos vacíos. "Papá, me encontraste", susurró en un tono que heló la sangre de Daniel.

De repente, todas las lápidas alrededor se iluminaron con una luz tenue y sombras inquietantes comenzaron a moverse entre ellas. Las voces susurrantes llenaron el aire, y Daniel se dio cuenta de que no estaba solo en ese lugar. Algo oscuro y sobrenatural había atraído su atención.

Aterrorizado, Daniel intentó correr, pero las sombras lo rodearon, impidiéndole escapar. La risa de Emily se convirtió en un lamento desgarrador, las lápidas temblaban mientras las sombras se cerraban sobre él.

La última imagen que tuvo Daniel fue la mirada vacía de la niña que se desvanecía en la oscuridad, y el cementerio volvió al silencio. Nunca más se supo de él.

Desde entonces, la leyenda del cementerio decía que aquellos que buscaran a sus seres queridos perdidos en la noche, encontrarían algo más siniestro de lo que esperaban. La risa de los niños perdidos y las sombras acechantes se convirtieron en una advertencia para aquellos que se aventuraran en el antiguo camposanto después de la puesta de sol.

Mi abuelo solía contarme historias sobre su juventud, una en particular ha quedado grabada en mi memoria. Era una anécdo...
08/02/2024

Mi abuelo solía contarme historias sobre su juventud, una en particular ha quedado grabada en mi memoria. Era una anécdota escalofriante que le ocurrió a dos amigos suyos en la década de 1970, mientras caminaban por una carretera entre dos pueblos en plena noche.

Manuel y Andrés (nombres falsos), regresaban de una fiesta en el pueblo vecino y decidieron tomar un atajo mal iluminado por un camino de monte para llegar más rápido a casa. Conversaban y reían alegremente, ajeno a lo que les aguardaba más adelante.

De repente, una mujer apareció en medio de la carretera, agitando los brazos y claramente alarmada. Su rostro estaba pálido y sus ojos reflejaban un miedo desgarrador. Los amigos de mi abuelo se detuvieron sorprendidos. La mujer corrió hacia ellos, suplicando por ayuda.

—¡Por favor, por favor! ¡Mi hijo está en peligro!- Les dijo la mujer.

Manuel, que conocía de vista a la mujer le preguntó- ¿Pero que ocurre vecina?

¡Mi hijo está solo en casa y no consigo entrar! —gritó la mujer desesperada.

Manuel y Andrés intercambiaron una mirada de preocupación y decidieron ayudarla, los hombres siguieron a la mujer a paso rápido hacia una casa cercana.

Mientras se acercaban a la puerta, pudieron escuchar los débiles llantos del niño. Sin dudarlo forzaron una ventana y Manuel entró en la casa, cuando fue a abrir la puerta se dio cuenta de que esta no estaba cerrada con llave, pero cuando salió a increpar a la mujer Andrés le dijo que esta había desaparecido mientras le ayudaba a entrar.

El interior de la casa estaba en penumbra, solo iluminado por la luz tenue de una lámpara. Los dos hombres avanzaron con cautela, siguiendo los sollozos que los guiaban. Cuando llegaron a la habitación principal, quedaron petrificados por la escena que se presentaba ante sus ojos.

En el suelo, un niño de unos dos años se encontraba abrazado al cuerpo de su madre y llorando intentaba levantarla.

-Arriba mamá arriba, yo ayudo- repetía el pequeño según le contaron a mi abuelo.

Pero la que yacía en el suelo fría y sin vida era la mujer que los había llevado hasta allí, aquella que les había pedido desesperadamente ayuda para su pequeño.

Mi abuelo siempre decía que el amor de una madre era capaz de superar hasta a la muerte.

Buenas noches mi comunidad, les dejo por aqui una historia de mucho misterio.Hace varios años trabajaba en una empresa d...
07/02/2024

Buenas noches mi comunidad, les dejo por aqui una historia de mucho misterio.

Hace varios años trabajaba en una empresa de campo. Una empresa que tiene el nombre muy sonado, pero pasaré de largo sin nombrarlo. Aquella empresa quedaba una distancia de un pueblito. Era dos turnos, mañana y noche.

Aquel día me tocó turno mañana ya que en la noche iría un compañero. Esa noche eran tres personas que estarían en la empresa, dos guardianes y mi compañero.

Al día siguiente en la mañana cuando era cambio de turno, me los encontré y fue ahí donde me comentaron que en la noche uno de los guardianes había pasado un momento aterrador.

Comento que él, había estado dentro de un camión, que estaba cerca al baño de aquella empresa, estaba distraído con su celular.

Eso de las 2 de la mañana pudo escuchar como alguien entro al baño y cerro la puerta, bueno él no lo tomo importancia. Luego de un buen rato vio que alguien salió del baño y se fue por la parte de atrás, por el lado oscuro, no se dio cuenta muy bien de quien se trataba.

después se bajó del camión para ver a donde se había ido a quien había visto, pero en la oscuridad no logro ver nada. El dijo que todo el tiempo pensó que se trataba de mi compañero que estaba en el turno.

Paso un buen tiempo y mi compañero llegó a donde estaba él, fue ahí que él, le pregunto que si mi compañero había entrado al baño y mi compañero dijo que no, que recién venía de donde lo mandaron, que en ningún momento entro al baño. Peor fue su reacción cuando el otro guardian le dijo que no se movió de donde estaba.

Así es mi comunidad de Historias de Terror, a las altas horas de la noche, es el momento más aterrador que nos podríamos cruzar o quizás ver a alguien que no es de este mundo. Espero que su noche sea tranquilo.

Era una noche de verano, en aquellos años turbulentos de juventud, la casa de mis abuelos siempre me había parecido un l...
06/02/2024

Era una noche de verano, en aquellos años turbulentos de juventud, la casa de mis abuelos siempre me había parecido un lugar salido de un cuento de hadas, cerca de El Tunal, en Coahuila, con sus maderas crujientes y sus rincones cargados de historia, pero esa noche, la casa se convirtió en el escenario de mi propia historia de terror.

Estaba sola, mis padres habían salido con mis abuelos a Saltillo y no regresarían hasta tarde. Decidí explorar el desván, atraída por la promesa de tesoros olvidados y recuerdos familiares. Con la única luz de una linterna, comencé a abrir viejas cajas y a revisar fotografías antiguas, cuando un susurro rompió el silencio. "Vete...", dijo una voz rasposa y distante.

Creí que era mi imaginación, así que continué, pero entonces lo vi. En el rincón más alejado del desván, donde las sombras parecían más densas, había una figura, era alta, delgada, con una cabellera desordenada y ojos que reflejaban un destello inhumano, no era un intruso, era algo... más.

El miedo me paralizó, quería correr, pero mis piernas no respondían, la figura se movía de manera errática, como si estuviera rota o controlada por hilos invisibles, entonces, comenzó a acercarse a mí, con una lentitud que era casi peor que un ataque rápido.

Con un esfuerzo sobrehumano, logré dar la vuelta y escapar del desván, bajé las escaleras de cuatro en cuatro, la respiración de la entidad resonando en mis oídos como una marcha fúnebre. No miré hacia atrás, sabiendo que si lo hacía, podría caer en su trampa.

Logré llegar a la calle, bajo el cielo nocturno, y corrí sin dirección alguna hasta que las luces de la casa de mis abuelos se desvanecieron a la distancia. Mis padres me recogieron en la carretera pues alcanzaron a divisarme cuando regresaban a aquella casona. Nunca volví a entrar en esa casa, ni siquiera cuando años después me llegó la noticia de que me había sido heredada.

Pero incluso ahora, cuando la noche cae y la luna llena ilumina mi camino, siento la mirada de aquel ser, y sé que aunque la casa ya no esté, lo que viví aquella noche sigue muy dentro de mí, esperando en las sombras.

Esta noche les traigo una historia aterradora de una de nuestras seguidoras que quiso guardar su identidad en anónimo.su...
04/02/2024

Esta noche les traigo una historia aterradora de una de nuestras seguidoras que quiso guardar su identidad en anónimo.

sucede que yo vengo de una familia integrada por seis hijos, papá y mamá, un día estábamos cenando en familia cuando mi padre de la nada empezó a gruñir cómo si fuera un perro.

recuerdo que esa noche cenamos pollo frito y de la nada papá voltio hacía mi y me dijo voy a matarte, yo salí corriendo, bueno para no hacerlo tan largo, mi mamá que en paz descanse fue a buscar un sacerdote.

el sacerdote le dijo que era una entidad que en vida fue un brujo malo, bueno al paso de los días una noche se escuchó como si todos los trastes se hubieran caído, fuimos a ver la cocina y todos los trastes estaban en su lugar, regresamos ala cama todos.

despues de un rato mi hermana empezó a reír de una manera extraña, a oscuras me levanté y prendí la luz del cuarto, mi sorpresa, fue mirar ami hermana parada en un rincón del cuarto con el pelo hacia enfrente y sonriendo de una forma muy fea.

nos dijo, un pastor de la iglesia apostólica qué lo que había en casa era un demonio y por eso es que mi familia es poseída por entidades, bueno esta es solo una parte de mi historia lo dejó asu criterio ya que alas personas que les e platicado algunas no me creen.

Esta vez, Lincy tuvo más trabajo que de costumbre.......Era casi media noche, y al jefe le importó un pepino saber cómo ...
01/02/2024

Esta vez, Lincy tuvo más trabajo que de costumbre.......

Era casi media noche, y al jefe le importó un pepino saber cómo llegaría ella hasta su casa. En cuanto salió, pudo percibir un frío terrible que le penetró hasta muy adentro de sus huesos.
"Bien Lincy -se dijo, valerosa-, solo tienes que cruzar el puente y llegarás hasta tu casa, no te asustes, que no pasará nada".

Pero las palabras de Lincy muy pronto se las llevaría viento, dando lugar a que aquella petición fuera todo lo contrario, porque nunca imaginó lo que minutos después le ocurriría

Lincy miró para ambos lados, asegurándose de que no hubiese nadie (o al menos nadie sospechoso), de modo que aferró con fuerza su cartera contra su pecho, inhaló y exaló, y empezó a caminar.
Lincy ya estaba en medio camino, cuando de pronto sintió la presencia de alguien acercándose por detrás; pero no, Lincy se equivocaba, no se acercaban por detrás, sino por delante.
De entre la espesa oscuridad salió un tipo con dirección hacia ella; Lincy quiso cruzar pero este le bloqueó el paso tomándola del brazo; esta vez quedó helada porque jamás había advertido una navaja tan enorme como la que sacó el individuo bajo la manga.

-No te muevas, y entrégame todo lo que posees -sentenció el bandido.

Ella lo pensó, y quiso entregarle todo, pero un instinto le dijo que corriera por donde vino escapando de las manos de aquel hombre; no obstante, la debilidad en sus piernas hizo que el tipo la alcanzara y le empuñara del cabello hasta hacerle caer al frio pavimento; la pobre Lincy forcejeo, gritó con todas sus fuerzas, pero, al parecer, nadie acudió a su rescate. Lincy sintió entonces el verdadero terror al saber que el tipo ya no quería solamente robarle, sino que quiso otra cosa, ya saben qué...
Cuando por fin creyó darse por vencida y fuera de esperanza, apareció un héroe de la nada y que salía de no se sabe dónde.

-¡Eh, suéltala, malnacido! -gritó, acercándose.
El bandido miró al hombre, sin darle importancia.
El gran héroe lo sujetó del brazo con tal fuerza que hizo que soltara la cuchilla.
-¡Que la sueltes te he dicho! ¿Es que no me reconoces?
El bandido miró a tal hombre, aterrado, boquiabierto, porque sabía realmente quién era.

-¡Eres tú! ¡Eres tú de nuevo! ¡Eres tú!

El tipo, con las manos cubriéndole la cara, corrió despavorido hasta perderse.

-Señorita, ¿se encuentra bien? -preguntó aquel muchacho, que le ayudaba a levantar.
Lincy jadeaba mientras se llevaba la mano al pecho.
-Todo está bien, no se preocupe; el tipo se ha ido, señorita.

Lincy se arreglaba el cabello.

-Le agradezco, joven -dijo, recuperando por fin el aliento-. Qué hubiera sido de mí sin su ayuda.

-Descuide, que aquí estoy para protegerla.

Lincy lo miró a los ojos.

-No debiste arriesgarte demasiado, ese tipo pudo haberte incluso asesinado.

El héroe la miró unos segundos.

-Imposible, señorita -dijo al fin, mostrando una sonrisa sombría-. Ese tipo ya me arrebató la vida una vez, imposible que lo haga nuevamente.

El héroe le entregó a Lincy su cartera mientras de a poco se desvanecía entre la oscuridad.

Un héroe del más allá........

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