01/12/2023
𝗭 𝗕𝗨𝗦𝗦 𝗗𝗘 𝗠𝗢𝗡𝗢𝗣𝗢𝗟𝗜𝗭𝗔𝗗𝗢𝗥 𝗔 𝗠𝗘𝗡𝗗𝗜𝗚𝗢
En el competitivo mundo del transporte interprovincial, la empresa Z Buss, de propiedad de la familia Zevallos, ha sido una figura dominante durante los últimos 30 años en la ruta Huaral – Lima. Sin embargo, su posición de confort y aparente monopolio se ve amenazada por la empresa Emmanuel, que ha llevado a Z Buss a adoptar tácticas desesperadas que dejan mucho que desear.
Durante este tiempo, Z Buss no se molestó en ofrecer promociones o beneficios a sus leales pasajeros, a pesar de tener la capacidad para hacerlo. Ahora, frente a la competencia de Emmanuel, la empresa parece haber despertado repentinamente de su letargo, ofreciendo promociones tan tentadoras como difíciles de creer. Esta repentina generosidad plantea la pregunta obvia: ¿por qué no lo hicieron antes?
Es innegable que Z Buss está luchando por mantener su clientela, y su respuesta ha sido arrojar promociones a diestra y siniestra, como si intentaran apagar un incendio con dinero. El problema es que esta estrategia podría haber sido implementada mucho antes, beneficiando a los pasajeros leales en lugar de simplemente intentar recuperar a aquellos que ahora se inclinan hacia Emmanuel.
Lo más sorprendente es la disparidad entre los precios exorbitantes que Z Buss solía cobrar y las tarifas ridículamente bajas que ahora ofrece a los jóvenes universitarios. La empresa ha pasado de ignorar completamente a su base de clientes a tratar de comprar su lealtad a un precio considerablemente reducido. Parece más una medida desesperada que una acción bien pensada.
Además, la introducción de sorteos de laptops y celulares suena más a una distracción de la realidad que a una auténtica mejora en el servicio ¿Deberíamos olvidar los años de tarifas elevadas y servicios mediocres, porque ahora tenemos la posibilidad de ganar un dispositivo electrónico?
En definitiva, Z Buss ha pasado de ser la única opción en la ruta Huaral - Lima – Huaral, a una empresa en estado de shock, luchando por mantener su posición frente a la competencia de Emmanuel, que sospechosamente sigue siendo víctima de operativos policiales, como si la desesperación y el poder económico de otra empresa los hubiesen enviado.
Esta estrategia tardía de ofrecer promociones y sorteos puede ser interpretada como una burla para aquellos que han soportado tarifas excesivas durante tanto tiempo. La lealtad del usuario no se compra con promociones temporales señores Zevallos, sino con un servicio de calidad constante, algo que Z Buss ha descuidado durante demasiado tiempo. La empresa ahora se enfrenta no solo a la competencia de Emmanuel, sino también a la desconfianza y la insatisfacción de aquellos que alguna vez confiaron en su aparente monopolio.