07/10/2024
A José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II (1728-81), un curaca (cacique) de estirpe incaica que en 1780 lideró la más importante rebelión andina contra el imperio español, se le arguye la frase: “campesino el patrón ya no comerá más de tu pobreza”. El mexicano Emiliano Zapata también tocó la fibra popular con: “La tierra volverá a quienes la trabajan con su manos”. En el gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado, se promulgó la, hasta ahora cuestionada, Reforma Agraria. El argumento de Velasco para expedir la Ley de Reforma Agraria N.º 17716, fue la ineficaz estructura de propiedad de la tierra: el 2 % de la población poseía el 90 % de las tierras laborables y existía predominio del latifundio y minifundio; en cambio, con la nueva ley agraria, se proponía establecer a la propiedad un límite. Sin embargo, a la luz de los años, la propuesta solo quedó en buenas intenciones. No se midió con la misma vara a todos, existieron propietarios que se sumaron a los militares o se acercaron a ellos con la intención de que sus intereses no sean afectados. Las haciendas fueron a dar a los “nuevos propietarios” que no estaban preparados para administrar semejante cometido. Todo resumido en la frase velasquista: “la tierra es para quien la trabaja” (sic).
Trancas & Barrancas en el diario Correo de La Libertad. Lunes, 7, 10, 2024.
DE HACENDADOS A EMPRESARIOS
Ramón Daniel Azabache Zelada
Pasado 55 años desde que la Reforma Agraria fue promulgada en 1969 por el gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado, según La revista Agraria, ésta concluye que los hacendados de ayer son los empresarios de hoy. A través de métodos científicos (como el índice de Gini) se ha podido determinar que la tierra costeña está más concentrada que antes de la Reforma Agraria del 69.
La concentración de tierras viene por diferentes procesos. El primero es la compra de tierras bajo la modalidad de subasta de los megaproyectos: Chavimochic, Chinecas, Olmos, etc. El segundo es el cambio de propiedad de las grandes cooperativas azucareras, y la tercera modalidad es la que ha dado lugar a las empresas de biocombustibles.
El Grupo Gloria, de la familia Rodríguez Banda, es propietaria de 93.588 ha; Corporación Miraflores S.A. (Comisa) 26.219 ha; Camposol, de la familia Dyer Coriat, 26.132 ha; Grupo Oviedo, con las azucareras Pomalca y Tumán, 21.800 ha; Grupo Danper con 20.000 ha; Grupo Wong 18.902 ha. Más abajo figuran: el Grupo Bustamante, Grupo Manuelita (colombiana), Grupo Romero, Agroindustrias San Simón, de la familia Sánchez Paredes; Grupo El Rocío-Quevedo, etc. (Fuente: Revista Agraria).
En pasado Congreso se presentó dos proyectos de ley que buscaba limitar la propiedad de la tierra. El primero ponía como tope 25 mil hectáreas y el segundo solo 10 mil. Ambos fueron archivados. Como antecedente: en la reforma de Velasco el tope era de 150 ha y en el gobierno de Manuel Prado la propuesta fue de 250 ha. En suma, los Grace, Chopitea, Gildemeister, etc. de antes, han sido reemplazados hoy por grupos como: Rodríguez Banda, Dyer, Wong, Oviedo, La Manuelita, Romero, Sánchez Paredes, Rocío, Romero, Danper, etc. La historia se repite, aunque con un guion maquillado.