Riqch’ariy (“despierta” en quechua), es la revista académica en formato digital del Centro Cusqueño de Investigaciones Históricas Enfoques (CCIHE), con el objetivo principal de propiciar un espacio para la formación, desarrollo y difusión de la investigación histórica y de las Ciencias Sociales, especialmente de nuestra región cusqueña. Región concebida como una realidad específica que hay que pen
sarla tanto en su pasado como en el presente y en sus posibilidades hacia el futuro. Durante el siglo XX Cusco tuvo una rica tradición intelectual, una fuerte producción y reflexión que se movía más por ímpetus individuales que organizacionales. Los intelectuales no estaban profesionalizados pero producían bastante, claro que eran otros tiempos y la vida era bastante diferente a la de ahora. En la segunda mitad del mismo siglo, esa tradición se fue perdiendo a medida que lo político subordinaba a lo intelectual, el marxismo también puso su granito de arena en la desvaloración de lo crítico y reflexivo (lamentablemente no le hicieron caso a Mariátegui). Después vinieron los técnicos, aplicadores de conocimientos alejados de la creatividad y el pensamiento crítico. Lo reflexivo se refugió en algunas ONGs como el CBC y el IPA, que desarrollaron una gran labor con el apoyo de intelectuales foráneos (nacionales y extranjeros) que apoyaron sus páginas, eventos y hasta trabajaron en esas instituciones. Ya es un hecho que existe una carencia de discursos y propuestas locales y regionales, sobre lo que queremos hacer en adelante, en el futuro, como colectividad y sociedad. No hay un proyecto de nación y menos de región en el caso del Cusco, y de la tan mencionada “macrosur”. Las dos décadas de neoliberalismo han contribuido fuertemente a suprimir la creatividad y la reflexión en buena parte de las nuevas generaciones, sus técnicos y políticos incluidos; reemplazando estos aspectos por la repetición y la imitación como únicas fuentes de conocimiento. Vivimos gobernados por tecnócratas no reflexivos, sin ideas propias. Que repiten conceptos como “democracia” y “desarrollo” como simples dogmas, sin dar espacio al análisis y replanteamiento de los mismos. Claro que esta tendencia no es reciente, sólo se ha incrementado a la herencia marxista, como bien lo dijo Flores Galindo en 1990: “estábamos acostumbrados a repetir”.
“Riqch'ariy” quiere hacer su modesto aporte para revertir esa situación. Queremos contribuir al reencuentro de los intelectuales con la opinión pública, de los del Cusco con los de otros lugares, de las generaciones diversas, en fin; brindar un pequeño espacio para emular a nuestros antepasados (salvando las diferencias) que supieron reflexionar y debatir colectivamente, con el pueblo y para el pueblo. Y es que para proponernos qué queremos hacer colectivamente, primero debemos conocer nuestra colectividad, sus problemas y potencialidades, cómo estamos y por qué estamos así, de dónde viene y cómo se formó la realidad que ahora existe. Entender las causas ayudará a comprender las consecuencias, volver la mirada a la historia es indispensable, sin comprender el pasado no podremos enfrentar el futuro. Del mismo modo, es necesario comprender las relaciones sociales y culturales que determinan los modos de ser y actuar de nuestra población, pues no somos una colectividad homogénea y desconectada, es imprescindible analizarnos, conocernos, debatirnos. La revista Riqch’ariy está elaborada en Cusco, pero no se cierra a este espacio físico ya que consideramos necesario vincularnos con los diferentes investigadores de otros lugares del país y el extranjero porque consideramos necesario analizarnos, conocernos y debatirnos.