
12/07/2025
La Bitácora del Origen.
No fue una gran decisión.
No hubo plan maestro.
Solo un instante lúcido.
Inquietante.
Irreversible.
Un sillón cómodo.
Una llamada que termina.
Un gesto.
Una pregunta.
Y una sola palabra: “Renuncio.”
Un día toqué la puerta de la gerencia.
Entré sin apuro. Me senté en un sillón de cuero muy cómodo.
El gerente, aún con el teléfono en la mano, levantó una ceja.
Terminó su llamada y me dijo:
—Dime.
—Renuncio.
Silencio.
—¿Cómo que renuncias?
—Quiero agradecerte la confianza, pero la verdad… es que aquí me aburro.
Tomó el teléfono. Llamó al gerente comercial.
—Ven a mi oficina —dijo. Y colgó.
Mientras esperábamos, me miró con seriedad, como quien quiere dar una última oportunidad.
Me habló de estabilidad, de beneficios, de futuro.
Me recordó lo que otros darían por estar en mi lugar.
Y yo solo pensaba en esto: Me levantaba cada día con la sensación de que el mundo me quedaba chico.
Que el reloj marcaba un ritmo ajeno.
Que mi camino estaba allá afuera… lejos del fluorescente de oficina.
Entró el gerente comercial.
Y el silencio se rompió con una sola frase:
—Explícame cómo Juan Carlos viene a mi oficina a decir que renuncia… porque se aburre.
Y esa será otra historia para continuar.
No fue una gran decisión.
No hubo plan maestro.
Solo un instante lúcido.
Inquietante.
Irreversible.
¿Cómo se explica dejar la certeza por lo incierto?
¿Cómo se justifica dar un paso al vacío… cuando la lógica exige quedarse?
Tenía 26 años. Casado. Un hijo pequeño.
Y entendí que había una sola razón para irme: El trabajo de oficina no era lo mío.
Fue una rebelión silenciosa.
Una declaración de existencia.
Afuera, en la calle, no tenía nada.
Solo una camioneta. Una computadora. Una idea.
Y el fuego inquieto de quien no está hecho para sentarse a esperar.
Eso fue suficiente.
Eso fue el origen.
Así nació Tracción 4x4.
No como empresa.
Sino como acto de libertad.
Veinticinco años después, las rutas hablan.
Sudamérica recorrida.
El Perú explorado.
Travesías que abrieron caminos.
Cursos que sembraron criterio.
Miles de conductores capacitados.
Trazos que se volvieron carreteras.
Pero lo esencial no fue el destino.
Fue el tránsito.
Fue el aprendizaje continuo, y la claridad en la mirada… junto a Jimena.
Hoy Tracción 4x4 no es solo movimiento.
Es memoria viva.
Es legado en marcha.
Y entonces lo comprendí: JCCS y Tracción 4x4 no son dos entidades.
Son una sola conciencia dividida en dos nombres.
Una historia que no se construyó en PowerPoint, sino en altitud, en ripio, en silencio.
Y que se fue moldeando con cada cambio de terreno, con cada circunstancia.
Una historia escrita con técnica, criterio… y huella.
Y esa historia hoy se condensa en un símbolo: la X.
Una identidad que no es empresa ni personaje: es camino recorrido.
Una historia viva, hecha de pasión y decisión.
La X representa fusión.
Es donde la pasión por enseñar se encuentra con la necesidad de explorar.
Donde las historias que compartimos en redes nacen del mismo terreno que pisamos.
Donde la técnica se transforma en vivencia.
Y la vivencia, en relato.
Ahora es momento de transformar.
De convertir caminos recorridos en historias compartidas.
De traducir lo vivido en narrativa.
Podcast.
Storytelling.
Travel Films.
Las travesías cumplieron su ciclo.
Fueron escuela.
Dejaron huella.
Hoy son bitácora.
Son relato.
Porque el camino no solo se recorre: se narra.
Se comparte.
Se deja vivir en otros.
El primer gran proyecto de esta nueva etapa ya tiene nombre: Desafío del Desierto.
Una saga documental para recorrer los nueve desiertos con dunas más simbólicos del mundo.
Porque el desierto no es solo paisaje. Es esencia.
Los otros proyectos vendrán después.
Toda historia tiene su momento para ser contada.
Esto no es solo el futuro de una marca.
Es la continuidad de una vida con sentido.
Con filosofía.
Con dirección.
Y va… sin prisa.
Tracción 4x4© by JCCS marcará lo que queda de mi futuro.
Vivencias. Experiencias. Esencia.
25 años marcando la huella.
"Algunas marcas no se imprimen en papeles. Se escriben en el terreno. Y también en uno mismo."
Gracias por leer mis historias.
Gracias por ser parte de esta travesía que no termina.
Solo… evoluciona.
Hasta pronto.