12/09/2024
Muchos de nosotros estamos ocultos, perdidos en nuestra propia grandeza sin atrevernos a abrazarla. ¿Por qué? Porque hemos creído la mentira de que no somos suficientes, de que nuestra esencia no tiene valor. Nos pasamos la vida comparándonos, viendo a los demás como si tuvieran el manual del éxito. "Debería verme así, hablar así, tener ese negocio, esa familia perfecta..." Pero la verdad es esta: tu vida nunca va a alcanzar su máximo potencial, nunca va a arder con toda su fuerza, hasta que dejes de jugar al juego de los demás.
¿Quién eres? Esa es la pregunta que ha atravesado generaciones. Y la respuesta no es fija. Evoluciona. Cambia. Crece. Pero siempre, siempre está tu esencia. Esa chispa única que es solo tuya. La que te hace ser tú. Entonces, ¿quién eres? Eres tu esencia. Y esa esencia es la brújula que guiará tu evolución. No hay una respuesta definitiva sobre quién eres, pero si vas a etiquetarte, que sea con algo que te haga más fuerte.
La pregunta no es "¿quién debo ser para ellos?". La pregunta real es: ¿quién debo ser para mí? ¿Quién QUIERO ser en este preciso momento? Esa es la única pregunta que importa. Porque en el instante en que te adueñas de tu voz, el universo responde. Como si estuviera esperando este momento para decir: "Ah, ahí estás. Te estaba esperando. Tengo todo listo para ti: el socio ideal, la relación poderosa, el dinero, la abundancia, el cuerpo, la salud... todo está aquí, solo esperaba que decidieras ser tú."
El caos, la indecisión, ese salto constante entre proyectos y deseos que no te llenan, es simplemente el síntoma de no vivir tu verdad. Y el universo, mientras tanto, observa y piensa: "¿Otra distracción? Vale, te espero un poco más. Pero cuando estés listo para ser tú, para dejar de esconderte, entonces... me encargaré de todo."
El mundo no necesita más imitadores. Necesita más gente que sea auténtica. Que abrace su grandeza. Que viva su esencia sin miedo.
Este es tu momento. Este es el momento de decidir quién quieres ser.
Lo mejor siempre,
Hazael Díaz