16/01/2023
16/01/2022
Diez graves riesgos para México en 2023
A.U.H Sánchez
La semana pasada, Integrallia Consultores, una firma empresarial especializada en la consultoría y análisis político, emitió como cada año su lista de 10 riesgos políticos más graves que prevé para nuestro país en el año que va iniciando. Estos tienen que ver con acciones del Ejecutivo para concentrar más el poder y debilitar a los órganos electorales y a los otros Poderes públicos; reforzar la militarización, mayor infiltración del crimen organizado en la vida política, recesión económica e incremento de la corrupción.
El que ven como el más delicado precisamente tiene que ver con la tendencia del presidente López Obrador a concentrar más poder en su persona en detrimento de los otros poderes y órganos autónomos del Estado. Lo que vuelve sumamente vulnerables los procesos electorales y el actuar de las autoridades.
El INE seguirá siendo el flanco principal de los ataques del presidente en este sentido. Existe en puerto la discusión del plan B a la reforma constitucional en materia electoral que fue rechazada, mediante el cual se pretende eliminar áreas operativas del INE, así como reducir presupuesto y personal. En abril se renovarán 4 consejerías del Instituto y seguramente el presidente y Morena intentarán colocar incondicionales suyos en estos puestos claves.
Las elecciones de Coahuila y el Estado de México serán un termómetro para medir la operación del Estado para obtener elecciones a modo. Veremos seguramente, la intensificación de los actos de precampaña de los virtuales pre candidatos de Morena a la presidencia de la República, una violación sistemática y tolerada de la ley electoral y la Constitución.
Además, Integrallia Consultores, alerta a los mexicanos del incremento de la participación de los grupos criminales en los procesos electorales, como una forma de expandir el poder que ya tienen sobre amplías regiones del país, lo que afianzará esta dominación, aumentaría la violencia y también la corrupción e ineficacia de las autoridades.
Un proceso de descomposición social que avanza rápidamente a pesar de que la vida pública del país se ha venido militarizando, proceso que los expertos consideran que no se detendrá este año. “En los hechos, los militares incidirán con más frecuencia en la toma de decisiones político-administrativas”, señalan. Es decir, más allá del ámbito de la seguridad nacional. Esto es delicado porque pone en riesgo la vida democrática de México y los derechos ciudadanos, pues la fuerza militar podría utilizarse en cualquier momento para reprimir protestas y movimientos sociales, tal como ocurrió en los años de priismo hegemónico. Reforzando la tentación dictatorial de López Obrador.
Otros graves riesgos tienen que ver con la situación económica del país. Los expertos en el tema pronostican una recesión en Estados Unidos y en el mundo, esto es un periodo de ralentización en la producción de riqueza, lo que provocará desempleo, quiebra de empresas, mayor encarecimiento de los precios de los productos, baja de salarios y, en general, un oscuro panorama para las familias más humildes. Sus terribles efectos necesariamente se sentirán en México.
Al mismo tiempo el margen de maniobra del presupuesto del gobierno federal se reduce. Existen amplías posibilidades de que no se recaude el total de recursos estimados, que las obras prioritarias del presidente AMLO (refinería Dos Bocas, Tren Maya, Corredor Interoceánico, etc.), los programas sociales y los subsidios a Pemex y CFE ejerzan mucha presión al presupuesto y, por tanto, se recorte más la inversión en obras y servicios de beneficio colectivo para la población o en reforzar el sistema de salud, la educación y la vivienda popular. Aunado a que la percepción de corrupción en las dependencias del gobierno va que vuela en aumento.
En suma, los pronósticos para la situación del país no son para nada halagüeños. A los mexicanos, sobre todo a los más humildes, nos esperan días complicados: crisis económica, menos atención a las necesidades colectivas de los pueblos y colonias populares, menos inversión en las obras más elementales que necesita la gente, mayor violencia y, a este ritmo, parece que la vía democrática la única con la que contamos para sacudirnos los malos gobiernos pretende ser tomada por asalto por el partido gobernante.
Urge organizarse y tomar conciencia plena de la situación del país y del mundo para poder transformar la realidad de fondo, corregir los defectos del modelo económico y colocar en el poder a verdaderos representantes populares. Esta tarea, como todos los años, sigue siendo difícil pero también la única vía para construir un mejor país para todos.