18/10/2024
PEDRO SEPTIEN: EL MAGO DE LA CRÓNICA DEPORTIVA
Para Pedro Septién, la crónica deportiva fue más que un oficio; fue una forma de vida, un hábito riguroso y un andar preciso y sin pausas. Durante más de setenta y cinco años, narró 6,500 partidos de béisbol y 56 Series Mundiales de las Grandes Ligas.
“Ya había supermercados, pero no televisión. Solo había radio: Las aventuras de Carlos Lacroix, Tarzán, El Llanero Solitario, y otros programas icónicos. Paco Malgesto narraba corridas de toros, mientras que Carlos Albert se dedicaba al fútbol. En ese contexto, El Mago Septién se convirtió en la voz del béisbol”, describía José Emilio Pacheco, recordando el México de los años 50. En su obra *Batallas en el Desierto*, Pacheco destaca a grandes cronistas de la época, y Pedro Septién se erige como un referente cultural en el deporte mexicano.
Septién es recordado como un maestro de la crónica béisbolera, pero su talento abarcó 23 disciplinas, incluyendo boxeo y lucha libre. Su primera experiencia ante el micrófono fue en 1938, cuando narró una serie de tenis entre México y Texas. En 1939, con solo 23 años, se convirtió en el primer locutor de la XEQ.
“El béisbol es un ballet sin música, un drama sin palabras, un carnaval sin colombinas”, solía afirmar. Nacido en Querétaro, su debut en la radio fue en una Serie Mundial entre los Yankees de Nueva York y los Reds de Cincinnati. Desde joven, practicó varios deportes, convencido de que un buen narrador debía conocer a fondo cada disciplina. Su rica trayectoria incluye la inauguración del Deportivo Chapultepec, el incendio del Parque Asturias y la apertura del Hipódromo de Las Américas.
Su apodo, "El Mago", tiene varias explicaciones. Se dice que se debe a su memoria prodigiosa, que le permitía recordar jugadas y datos con precisión. En 1951, durante un partido de los Yankees, tras un corte en la transmisión, Septién narró las entradas restantes basándose únicamente en breves teletipos, demostrando que con un telegrama podía cautivar a los oyentes. Su maestría en el uso del lenguaje le dejó al mundo frases memorables como “El batazo de jonrón construye monumentos y destruye castillos” y “Los récords no son la clave del pasado, sino la clave del futuro”.
Además de su trabajo en la XEW y la XEX, Septién fue pionero de la televisión en México. En 1951, narró el primer encuentro deportivo televisado a control remoto: un partido de béisbol entre los Azules de Veracruz y los Diablos Rojos, transmitido desde el Parque Delta.
Sus crónicas reflejan las hazañas de leyendas del béisbol como Nolan Ryan, Fernando Valenzuela y Babe Ruth. Junto a otros comentaristas como Alonso Sordo Noriega y Ángel Fernández, Septién se destacó por formar a generaciones de periodistas, incluyendo a figuras como Antonio de Valdés y Fernando Schwartz.
En un tiempo en que las estadísticas no dominaban la narrativa deportiva, Septién se destacó como un recopilador meticuloso de datos y récords, registrando en cuadernos cada detalle de su amado béisbol. Afirmaba recordar de memoria todas las Series Mundiales que había narrado.
Durante su carrera, cubrió seis Juegos Olímpicos y comentó 150 peleas de boxeo. Recibió múltiples reconocimientos, incluido el Micrófono de Oro en 1955 y una medalla olímpica al mejor cronista por su labor en los Juegos Olímpicos de Helsinki y México. En 1972, durante un discurso en la Real Academia Española, acuñó la frase que lo definiría: “El béisbol es un ballet sin música, un drama sin palabras, un carnaval sin colombinas”. En 1988, fue incluido en el Salón de la Fama del Béisbol Mexicano.
La voz de El Mago acompañó a los mexicanos durante más de seis décadas, primero en la radio y luego en televisión. Su participación también llegó al cine, actuando en más de treinta películas junto a figuras icónicas como Resortes y Clavillazo en filmes como *Campeón sin corona* y *La venganza de Huracán Ramírez*.
A sus 95 años, Septién hizo su última aparición en medios de comunicación durante el Clásico de Otoño de 2011, demostrando que su pasión por la crónica deportiva nunca se desvaneció. Pedro Septién, el Mago, dejó una huella imborrable en la historia del deporte mexicano.
Cortesía Voces del Deporte