La Llorona Horror Show

  • Home
  • La Llorona Horror Show

La Llorona Horror Show La Llorona Horror Show lleva el terror a la radio con los relatos más espeluznantes de lo sobrenatura

07/12/2024

La llorona Horror Show

Estas son las leyendas y relatos de este viernes 6 de diciembre. El último programa del año de La Llorona Horror Show. T...
07/12/2024

Estas son las leyendas y relatos de este viernes 6 de diciembre. El último programa del año de La Llorona Horror Show. Tu y yo tenemos una CITA CON EL MIEDO en punto de las 7pm...

LA MUJER PÁLIDA —Mamá, ¿tú no tienes hambre? —preguntó Bruno.—No, cariño. Come tú, yo comeré luego —respondió Alara, vie...
04/12/2024

LA MUJER PÁLIDA

—Mamá, ¿tú no tienes hambre? —preguntó Bruno.

—No, cariño. Come tú, yo comeré luego —respondió Alara, viendo a su hijo comer el último trozo de pan que había en casa mientras sentía el vacío del estómago revolviéndose. No recordaba la última vez que había probado bocado; lo poco que conseguían era para Bruno. En la última semana, nadie en el pueblo les había tendido una mano. Era la maldición de ser una madre soltera en un pueblo pequeño.

La casa, construida de madera, ya no contaba con paredes interiores. Alara las había ido arrancando para calentarse cuando la leña se había agotado, y no ofrecía más que una débil protección contra el invierno. La noche se había vuelto su enemiga, trayendo consigo un frío implacable, en un hogar en el que ya no quedaba nada que vender o empeñar para sacar dinero.

—Ven, Bruno. Vamos a la cama —dijo Alara, envolviendo a su hijo con todas las mantas que les quedaban y metiéndose junto a él. Sus cuerpos se acurrucaban en busca de calor; su respiración entrecortada y el temblor de sus extremidades eran lo único que llenaba el silencio.

Bruno se apretó más a su madre y cerró los ojos.

—Mamá, ¿por qué hace tanto frío? —preguntó con un tono tembloroso.

—Es solo una noche más fría de lo normal, cariño. Ya verás, mañana el sol saldrá y todo se calentará —respondió Alara, apretándolo más contra su pecho.

—¿Crees que mañana comeremos algo mejor? —preguntó Bruno, con los ojos cerrándose lentamente.

—Claro que sí, Bruno. Mañana tendremos pan fresco y sopa caliente. Y tal vez hasta un poco de miel —dijo Alara, sintiendo un n**o en la garganta mientras las mentiras piadosas se deslizaban de sus labios.

—¿De verdad, mamá? —insistió él, esbozando una pequeña sonrisa.

—Sí, de verdad, amor. Y te prometo que pronto correrás por el campo sin este frío y sin preocupaciones —respondió Alara, acariciándole el cabello.

—Me gusta eso, mamá. Correr y jugar sin frío... —dijo Bruno, mientras su voz se apagaba y el sueño lo vencía.

—Sí, mi amor. Todo estará bien —susurró Alara, aunque en su corazón sabía la verdad.

El viento gélido soplaba con fuerza, amenazando con derribar la casa. La temperatura descendía por minutos y, poco a poco, primero Bruno y luego Alara se quedaron dormidos.

De repente, un golpe en la puerta los sobresaltó. Era fuerte, pero rítmico, como si alguien esperara a ser atendido.

—¿Mamá, quién es? —preguntó Bruno, abriendo los ojos y mirándola con miedo.

—No lo sé, hijo. No te muevas —respondió Alara, levantándose con dificultad. Se acercó a la puerta y, cuando la abrió, una figura alta, envuelta en un manto negro y de piel pálida, se encontraba en el umbral. Sus ojos, oscuros y profundos, la miraban sin prisa. Llevaba una cesta que desprendía el aroma de pan fresco y frutas.

—Buenas noches, Alara —dijo la mujer con una voz tranquila.

Alara la miró, sin saber qué hacer ni qué decir. Bruno, al ver la cesta, se levantó de la cama y se acercó.

—¿Quién es usted? —preguntó Alara, con un n**o en la garganta.

—Alguien que ha venido a ayudar —respondió la mujer, entrando en la casa y depositando la cesta en la mesa. Bruno miró la comida, sus ojos llenos de asombro, y tomó un trozo de pan, devorándolo sin pensarlo.

—¿Por qué hace esto? Nadie nos ayuda... —Alara sintió las lágrimas arder en sus ojos.

—He visto cómo han luchado. Quiero ofreceros un regalo, algo más que comida y calor. Quiero llevaros JUNTOS a un lugar donde no pasaréis más hambre ni frío —dijo la mujer.

Alara notó que el ambiente se había vuelto más cálido y, por primera vez en mucho tiempo, no sentía el peso del frío en sus huesos.

—¿A dónde? —preguntó.

—A un lugar en paz —respondió la pálida mujer.

—¿Quién es usted? —inquirió Alara, sabiendo ya la respuesta.

—Creo que ya lo sabes, Alara, pero si quieres saberlos he de decirte que algunos, los que no me tienen miedo, me llaman Catrina; otros me temen y me llaman Muerte.

No hubo que decir nada más

El silencio llenó la habitación. Bruno la miró, sin entender del todo, pero confiando en su madre. Alara lo miró y supo que no había más opciones. Tomó la mano de su hijo y asintió.

—Vamos con usted.

Cuando los vecinos se acercaron a la casa al amanecer, encontraron a Alara y Bruno abrazados en la cama, inmóviles, pero con una sonrisa que parecía burlarse del mundo que los había ignorado.

Autoría:
D. Writers y A. Alonso

FIN

UN BRAZO PARA TU CORAZÓNMe llamo Cielo, y mi vida no es un cuento de hadas. Perdí mi brazo derecho hace cinco años en un...
04/12/2024

UN BRAZO PARA TU CORAZÓN

Me llamo Cielo, y mi vida no es un cuento de hadas. Perdí mi brazo derecho hace cinco años en un accidente que no solo cambió mi cuerpo, sino también mi forma de ver el mundo. Pasé mucho tiempo pensando que mi vida estaba rota, que nadie podría verme como algo más que una mujer incompleta. Pero estaba equivocada.

Todo comenzó cuando conseguí un trabajo como secretaria para un hombre que, según todos los rumores, era tan frío como hermoso. Nicolás Santamaría, el magnate de la industria tecnológica. El tipo de hombre que entra a una habitación y todo el mundo contiene el aliento. Yo también lo hice cuando lo conocí, aunque su mirada gélida me dejó claro que no sería fácil trabajar para él.

—¿Por qué debería contratarte? —preguntó, directo, sin rodeos, mirándome con esos ojos grises que parecían atravesarme.

Tomé aire y enderecé los hombros. No iba a permitir que mi inseguridad me traicionara.
—Porque soy eficiente, organizada y no me doy por vencida.

Su mirada se desvió brevemente hacia mi brazo ausente. Era imposible no notarlo. Pero cuando volvió a mirarme, su expresión no cambió.
—Comienzas mañana.

Y así, sin más, mi vida dio un giro. Trabajar con Nicolás era un desafío constante. Siempre tan exigente, tan distante. Sus órdenes llegaban como flechas y, aunque a veces me sentía como si estuviera enfrentando a una tormenta, nunca me dejé vencer. Pero lo que no esperaba era que, detrás de esa fachada de hielo, había un hombre con cicatrices más profundas que las mías.

Un día, después de una jornada agotadora, me atreví a preguntar:
—¿Por qué siempre parece que lleva el peso del mundo en los hombros?

Por un momento, pensé que me ignoraría, como hacía con cualquier cosa que no fuera estrictamente profesional. Pero entonces respondió, en voz baja, casi como si hablara consigo mismo:
—Porque lo llevo.

Esa fue la primera grieta en su armadura, y no pude evitar sentir una punzada en el corazón. Quería entenderlo, quería saber qué lo hacía tan distante, tan solo.

Con el tiempo, comencé a notar pequeños cambios. Su voz era menos dura cuando me daba instrucciones. Había momentos en los que su mirada se suavizaba al verme. Y luego, un día, ocurrió algo inesperado.

Había estado trabajando hasta tarde, revisando unos contratos, cuando una tormenta comenzó a rugir afuera. Me asomé a la ventana, sintiéndome extrañamente pequeña frente al mundo. Nicolás apareció detrás de mí, tan silencioso que casi me asustó.

—¿Te gustan las tormentas? —preguntó, su voz grave rompiendo el silencio.

—No siempre. A veces me recuerdan que estoy sola. —No sé por qué lo dije, pero las palabras salieron antes de que pudiera detenerlas.

Para mi sorpresa, no se apartó ni me respondió con frialdad. En cambio, dijo algo que nunca olvidaré.
—Estar solo no es lo mismo que estar incompleto.

Me volví hacia él, mi corazón latiendo con fuerza. Su mirada estaba fija en mí, y esta vez no había nada de hielo en ella. Solo calor. Y algo más. Algo que hacía que mi pecho doliera de una manera que no había sentido en años.

Ese fue el principio de algo hermoso, algo que ninguno de los dos esperábamos. Descubrimos que, aunque nuestras heridas fueran diferentes, ambos estábamos buscando lo mismo: alguien que viera más allá de nuestras cicatrices y nos aceptara tal como éramos.

Nicolás me enseñó que no estaba incompleta, que mi valor no dependía de tener un brazo menos. Y yo le enseñé que incluso los corazones más fríos pueden volver a latir con fuerza cuando encuentran la calidez adecuada.

Juntos, aprendimos a sanar. Y en el proceso, descubrimos que el amor, aunque imperfecto, siempre encuentra la manera de completarnos.
CREDITO A SU AUTOR

FiN

CON PROFUNDO DOLOR Y TRISTEZA INFINITA, ESTA PAGINA SE UNE AL DUELO DE NUESTRA AMIGA TRINY ORTIZ.EL CAMINO DE MATEO, HA ...
30/11/2024

CON PROFUNDO DOLOR Y TRISTEZA INFINITA, ESTA PAGINA SE UNE AL DUELO DE NUESTRA AMIGA TRINY ORTIZ.

EL CAMINO DE MATEO, HA LLEGADO A SU META.
DESCANSE EN PAZ EL NIÑO MATEO MARES ORTIZ.

Estas son las leyendas y relatos más populares del mes de noviembre. Hoy viernes 29 no te puedes perder La Llorona Horro...
29/11/2024

Estas son las leyendas y relatos más populares del mes de noviembre. Hoy viernes 29 no te puedes perder La Llorona Horror Show

MI MOMENTO CON SILVIA PINALEra el año 1999 vivía en Chicago justo frente a mi trabajo. Mi departamento estaba en un piso...
29/11/2024

MI MOMENTO CON SILVIA PINAL
Era el año 1999 vivía en Chicago justo frente a mi trabajo. Mi departamento estaba en un piso 26 con vista hacia la avenida Michigan. Regresé por la tarde a mi trabajo y crucé la avenida y al llegar a la otra esquina pude ver a Silvia Pinal caminar en la compañía de otra bella dama. Iban platicando de lo lindo. Realmente me impresionó encontrarla en esa tarde de verano. Como loco, corrí de vuelta a mi edificio, subí los 26 pisos para llegar y buscar mi revista Somos dedicada a Silvia Pinal. La encontré, agarré un marcador de tinta permanente y regresé a la avenida y corrí detrás de la diva mexicana. Afortunadamente la alcancé pasando el río Chicago casi llegando a la zona dorada del downtown. Sudado y sin poder casi hablar, con verguenza pero más por arrojo y admiración le dije: "Doña Silvia, buenas tardes, déme su autógrafo por favor"! Con cara de espantada me preguntó; "pero muchacho, mira como vienes"! -"Señora Pinal, me vine corriendo desde que la vi hace 6 cuadras". -"A ver, dame la revista", me dijo. Le di mi revista y el marcador y me firmó la portada y hasta mi nombre le puso. Decía "Para Gabriel" y su clásica firma. Le dí las gracias y solo me dijo "que te vaya bien". Junto con muchas otras cosas preciadas, perdí ese recuerdo pero nunca voy a olvidar a la gran Silvia Pinal ni el fugaz momento que viví con ella...

DESCANSE EN PAZ SILVIA PINALDe acuerdo con Joaquín López-Doriga y Ventaneando, lamentablemente falleció Silvia Pinal a l...
29/11/2024

DESCANSE EN PAZ SILVIA PINAL
De acuerdo con Joaquín López-Doriga y Ventaneando, lamentablemente falleció Silvia Pinal a los 93 años luego de permanecer en terapia intensiva tras presentar una infección en las vías urinarias y en los pulmones.
Desde la semana pasada, la primera actriz fue internada en un hospital privado al sur de la Ciudad de México y aunque los resultados era positivos e iba a abondonar las instalaciones su estado de salud se complicó.

29/11/2024

ULTIMA HORA!

HA FALLECIDO LA ACTRIZ, SILVIA PINAL.

DESCANSE EN PAZ.

ES MOMENTO DE VOTAR POR TU RELATO FAVORITO DE ESTE VIERNES 22 DE NOVIEMBRE. GRACIAS POR ESCUCHAR, VER Y SENTIR LA LLORON...
23/11/2024

ES MOMENTO DE VOTAR POR TU RELATO FAVORITO DE ESTE VIERNES 22 DE NOVIEMBRE. GRACIAS POR ESCUCHAR, VER Y SENTIR LA LLORONA HORROR SHOW...

Estas son las cuatro horripilantes historias de este viernes 22 de noviembre! Tu y yo tenemos una CITA CON EL MIEDO por ...
22/11/2024

Estas son las cuatro horripilantes historias de este viernes 22 de noviembre! Tu y yo tenemos una CITA CON EL MIEDO por LA LLORONA HORROR SHOW...

PAPÁPapá siempre entraba a mi habitación a darme las buenas noches con un cariño en la frente. Se sentada al filo de la ...
20/11/2024

PAPÁ

Papá siempre entraba a mi habitación a darme las buenas noches con un cariño en la frente. Se sentada al filo de la cama y con un tono tierno me relataba su día a día. Todo cambio cuando cumplí siete años. Una noche no sentí su beso. Imaginé que el trabajo lo ausentaba de su afecto nocturno. Con los días olvidé lo que había ocurrido porque me causaba una pena grande y a veces me cortaba la respiración. Tenía que entender que él, mi padre, dejaría de vivir en la casa.
Ese hecho no evitó que papá viniera a visitarme. Eso me alegraba mucho. Mamá actuaba rara por culpa de la ausencia de papá y evitaba que lo mencionara y sobre todo no tenía ganas de jugar conmigo. Por eso prefiero a papá. Él nunca me dice que le duele la cabeza o que se siente cansada. Cada vez que tengo un problema o necesito ayuda él aparece a pesar de que mamá odia escuchar su nombre.
—Deja en paz la memoria de tu padre —me dice antes de tomar sus pastillas e irse a dormir.
No sé porque lo odia tanto, si hace unos meses decía que lo amaba. Qué raro los adultos. Yo trato de decirle que papá llega a la medianoche y pregunta por ella. Al principio mamá me escuchaba atenta a lo que contaba y se le quebraba la voz cuando me preguntaba que más me decía papá, pero ahora todo ha cambiado. Tal vez están peleados.

—Papá, por qué mamá ya no quiere hablar contigo —le pregunto cuando lo veo llegar con ese sigilo tan inquietante que congela todo a su paso.
—Parece que trata de olvidarme, espero que tú no lo hagas.
—Siempre te voy a recordar papá.
—Trataré de venir más seguido a verte.

Han pasado un año desde que mamá y papá se distanciaron. También las visitas de mi papá son poco frecuentes. Dice que cada vez le es más difícil recordar cómo llegar a casa. Me resulta raro que diga eso, ya que él siempre había sido un hombre de buena orientación.
Yo le cuento que mamá ya dejó de tomar esas pastillas que le hacen daño.
—Me alegro por ella —me contesta sin mostrar emoción alguna.
El problema que ahora nos aqueja en casa es que su medicina ha sido reemplazada por un nuevo amor. A mi padre le duele que le dé esa noticia, pero parece entender los motivos de mi madre.
—Todos merecen una segunda oportunidad —le escuchó susurrar— ¿Cómo se comporta él contigo?
Yo le respondo que intenta hacerse mi amigo, que me trae algunos regalos y que se esfuerza por cuidarme. Lo digo con una molestia que mi padre inquiere:
—Y ¿eso no te agrada?
Claro que no me agrada. No quiero que ocupe el lugar que le pertenece solo a mi padre.
—Le digo que él no es mi padre y que me deje en paz.
También le cuento que por esa conducta que tengo con él, mamá me castiga y me grita sin piedad.
—Papá, ¿puedo irme contigo?, aquí mamá no me quiere. Creo que solo interrumpo su nueva relación.
Mi padre me mira con tristeza. Me dice que tenerme a mí como compañera sería lo mejor, pero no quiere ser egoísta y prefiere que siga viviendo con mi madre.
—Ella ya no me quiere, papá —reclamó ardida—. Cambio mi cariño por la de ese hombre.

El novio de mamá se ha quedado a vivir con nosotros. Es un tipo que fuma mucho y a veces cuando toma se pone de mal humor. Ha comenzado a golpear a mamá. Ella dice que así se juegan las parejas, pero yo nunca vi que papá la golpeara. Algunas veces la escucho llorar en su habitación. Me deprime mucho saber que ella sufre y que pretende mostrar que todo está bien.
Le cuento a mi padre sobre lo ocurrido cuando nos encontramos en el patio a las doce de la noche como siempre. Lo malo es que, en esas tantas salidas, el novio de mamá me ha visto y parece que se lo ha contado a mamá.
—Deberíamos llevarla a un lugar donde puedan ayudarla.
—Es una niña, capaz sufre de sonambulismo.
—Y por eso conversa a solas en el patio.
Eso me da miedo, me dicen que quizás con una buena terapia deje de despertar a tan altas horas para conversar contigo, papá. Por lo menos no te han descubierto, le comentó. Mi papá me pregunta si ese hombre sigue maltratando a mi madre. Yo le dijo que sí.
—A ti también te toca.
Trato de recordar y creo que unas cuantas veces me ha gritado cuando lo despierto de su siesta de la tarde. A lo mucho me ha levantado la mano. Quizás no tarde días en que también me castigue como lo hace con mi mamá.
Mi padre se ve preocupado y le da cólera que no pueda hacer nada para ayudarnos.

Mamá está en el hospital. Su juego con su novio la ha llevado a internarse por unos días en el hospital. Guillermo, así se llamaba, alistó sus cosas y se marchó de la casa sin decir ni siquiera adiós, ni mucho menos fue a visitar a mamá. Mi tía preocupada por lo sucedido se quedó unos días conmigo para cuidarme.

Mamá ha vuelto a casa. La veo triste. Parece que extraña a Guillermo, ya que por las noches la escuchó mencionar su nombre. Yo solo espero que ese hombre no vuelva y que papá viva de nuevo con nosotras.

La pesadilla volvió a nosotras. Guillermo ha regresado con flores, regalos y arrastrando un montón de “lo siento”. Ella se ha hecho la dura con él, pero luego de unos días de insistencia y de promesas le ha perdonado. Yo, en vano, traté de convencerla de que se olvide de él. Hasta le dije que él a veces me pegaba. Bueno eso era antes, ahora me acaricia de una forma extraña y no me gusta. Papá al saber lo que está ocurriendo, me dice que me esconda cada vez que él llegué.
—Tengo miedo —le dijo y mi cuerpo no deja de temblar.

Papá me dice que ya no puede venir a visitarme. Que ya estoy grande y que eso perjudica que pueda verle o escucharle. Yo le ruego que no me abandoné, que en casa no hay día en que no explote gritos o golpes, que me encierro en mi cuarto llorando a moco tendido por lo que mamá sufre.
Papá, rezo con las lágrimas opacando mis palabras, esperando que él aparezca y me rescate de este lugar. Sin embargo, al fin he entendido lo que tanto me negaba a aceptar. Su fotografía está en mis manos, más de un año mi mente no ha querido aceptar aquel accidente y por eso papá no conseguía la paz que tanto buscaba.
El silencio lo cubre todo luego de la tormenta que se armó en la cocina. Me da miedo salir. Respiro para darme el valor que me falta y abro la puerta.
Bajo lentamente del segundo piso. Ahí encuentro a mamá, temblando y con el cuerpo ensangrentado. Papá esta a su costado sujetando la mano que carga el peso de su culpa. Mi madre, al verme, cae de rodillas al piso donde esta tirado Guillermo.
No sé que decir, solo siento el abrazó cálido de ella y mi padre me dice que aún respira. Mamá me acerca más a su pecho y me dice que lo siente, en verdad, el no haber considerado que papá me hablaba por las noches. Yo no sé qué decirle.

Todo es tan confuso. El teléfono, mi tía entrando por la puerta y de ahí una ambulancia. Unos policías tomando declaraciones y yo sin poder dejar de verme a mi padre, quien con una expresión de tristeza se despide de mí.
Me preguntó si papá volverá a buscarme algún día. Espero que sí, aunque sospecho que él no quería irse de nuestro lado hasta no estar seguro de que mamá y yo estuviéramos a buen recaudo y protegidas de cualquier amenaza que podría ocasionar una malvada persona.
AUTOR:
Roger Hearniet

FIN

APARICIÓN DEL DIABLO EN EL KÍNDER:Hola soy Nata Rodericus Mexicano y les voy a contar algo de mis experiencias paranorma...
18/11/2024

APARICIÓN DEL DIABLO EN EL KÍNDER:

Hola soy Nata Rodericus Mexicano y les voy a contar algo de mis experiencias paranormales personales que eh vivido pero primero antes que nada quiero decirles que cuando algo impactante pasa en tu vida no lo olvidaras nunca aunque pasen muchos años se queda latente y lo que me pasó fue cuando apenas iba al Kinder o Jardín de niños ¡como ustedes lo conozcan! Fue algo tan aterrador que a pesar que han pasado alrededor de diecisiete años aun lo tengo bien grabado en mi cabeza.

Era en el 2004 cuando cursaba esos estudios en un kinder normal, recuerdo que estaba en una parte donde eran puros salones y en medio del patio pero hasta el fondo había una plataforma de concreto alta la cuál se usaba para los eventos del mismo lugar, los baños estaban un poco alejados de los salones y atrás de estos estaban los juegos como columpios, resbaladillas, una tortuga de metal entre otras cosas. Yo veía que muchos niños le pedían permiso a la maestra para ir al baño pero regresaban corriendo y llorando de allí, nadie sabía por qué ya que mis compañeritos no sabían explicar lo que les pasaba dentro de aquel baño imagino que por su edad y el miedo.

Entonces un día me dieron ganas de ir al baño, ¡ya ni siquiera recordaba los que les sucedía a los demás cuando salían de allí llorando! Y como todo baño de hombre después de la puerta de metal y los lavamanos, ¡están los mingitorios cercas de la entrada! Y atrás los inodoros con puertas de metal, pero allí los baños eran muy oscuros la luz no funcionaba ¡solo había un tragaluz que no iluminaba mucho! Ese día había ido a orinar así que llegué directo hasta los mingitorios, pero a punto estaba de irme cuando escuché risas y ruido en los inodoros, era un niño y ni por la mente me pasó que fuera algo paranormal, además como la mayoría de los niños ¡era muy travieso! Así que pensé que podrían estar niños jugando y quería unirme.

Sin pensar fui al fondo donde se escuchaban esos ruidos y al llegar miré que la puerta de metal se azotaba por si sola, entonces me asome pero no había nada ni nadie, creí que se habían salido pero era imposible que se hayan ido sin que los hubiera visto, yo estaba en la pura entrada, lo hubiese notado al momento ¡no lo pensé mucho y me fui rápido al salón muy asustado! No comprendía lo que me había pasado, entonces recordé el porqué los demás llegaban llorando al salón cuando iban al baño.

Luego pasó casi un año y ya me iba a graduar, en ese entonces las graduaciones no eran un simple vals, se hacían más eventos, subíamos a la plataforma donde algunos decían un poema, otros hacian bailables, ¡eran graduaciones muy bonitas! Por eso teníamos que ensayar para que saliera todo bien, y un día mientras ensayábamos un poema que me había tocado decir junto con mi mejor amigo, estábamos parados adelante de todos en la plataforma pero vi que el estaba distraído volteando hacia otro lado sin poner atención al ensayo, le dije oye Luis, ¡voltea! ¡eeey Luiiis! Pero no contestaba ni me hacía caso y note que tenía los ojos muy abiertos y a veces se los tallaba, entonces yo voltee a dónde el lo hacía, desde la plataforma se podía ver perfectamente a los baños aunque estaban un poco alejados y la verdad nunca olvidaré aquello que vi y supuse que por eso mi amigo no dejaba de mirar en ese rumbo ya que el también lo estaba viendo ¡de verdad era algo espeluznante! Lo que veíamos era la clásica forma del Diablo, su cuerpo rojo, sus alas de murciélago, cola larga, ojos totalmente negros, cuernos, garras y dientes grandes y afilados ¡no lo podía creer!.

Después solo se puso a volar de derecha a izquierda en la puerta de el baño de hombres, parecía muy ficticio ¡pero era totalmente real! Siguió así por unos momentos volando de un lado hacia otro viéndonos y aunque estaba lejos de nosotros aún así se notaba muy bien su horrible sonrisa con ojos vacíos pero penetrantes, entonces voló hacia la derecha y desapareció lo cual debería ser imposible ya que había una pared entre los baños y salones que los dividían, para hacer eso tenia que haberlos atravesado, estaba tan asombrado que nunca volví a ir a ese baño en el tiempo que duré en la escuela.

Días después como cualquier día normal llegué al kinder, pero al llegar miré que había unas camionetas de la policía y cinta amarilla restringiendo el paso a una cierta área, también había mucha gente. Me asomé hasta donde pude y en la zona de juegos ¡la que se encontraba atrás de los baños! Estaba con varias manchas de sangre en charcos rojos de ella, por todos lados dibujos de círculos con una estrella en el centro como pentagramas, gallos mu***os, velas y manchas negras. Nadie supo que había pasado allí pero era obvio que habían hecho algún ritual ¡por eso se aparecía el diablo en ese lugar! Poco después gracias a Dios me gradué y pensé que no me volvería a pasar nada que tuviera que ver con lo paranormal, ¡bueno al menos eso creí! Ya que tiempo después me pasaron más cosas, aunque no están relacionadas con este acontecimiento ¡también fue aterrador! Algo que les contare en otra ocasión. Ésta historia fue algo que realmente viví ¡ya tú decides si creerme o no! Pero recuerda que el Diablo existe y no sabes dónde ni cuándo se te puede aparecer.

CREDITO A SU AUTOR

FIN

DESCANSE EN PAZ, ARTURO GARCIA TENORIO.EL INOLVIDABLE "LATAS" PROTECTOR DE THALIA, EN MARIA MERCEDES TELENOVELA.
15/11/2024

DESCANSE EN PAZ, ARTURO GARCIA TENORIO.

EL INOLVIDABLE "LATAS" PROTECTOR DE THALIA, EN MARIA MERCEDES TELENOVELA.

ES MOMENTO DE VOTAR POR TU RELATO FAVORITO DE ESTE VIERNES 8 DE NOVIEMBRE. GRACIAS POR VER, SENTIR Y ESCUCHAR LA LLORONA...
09/11/2024

ES MOMENTO DE VOTAR POR TU RELATO FAVORITO DE ESTE VIERNES 8 DE NOVIEMBRE. GRACIAS POR VER, SENTIR Y ESCUCHAR LA LLORONA HORROR SHOW...

LG La Grande presenta: LA LLORONA HORROR SHOW! Estos son los espeluznantes relatos de este viernes 8 de noviembre. Tu y ...
08/11/2024

LG La Grande presenta: LA LLORONA HORROR SHOW! Estos son los espeluznantes relatos de este viernes 8 de noviembre. Tu y yo tenemos UNA CITA CON EL MIEDO en punto de las 7pm...

ES MOMENTO DE VOTAR POR TU RELATO FAVORITO DE ESTA NOCHE DE VIERNES 1° DE NOVIEMBRE. GRACIAS POR VER, SENTIR Y ESCUCHAR ...
02/11/2024

ES MOMENTO DE VOTAR POR TU RELATO FAVORITO DE ESTA NOCHE DE VIERNES 1° DE NOVIEMBRE. GRACIAS POR VER, SENTIR Y ESCUCHAR LA LLORONA HORROR SHOW...

Address


Website

Alerts

Be the first to know and let us send you an email when La Llorona Horror Show posts news and promotions. Your email address will not be used for any other purpose, and you can unsubscribe at any time.

Videos

Shortcuts

  • Address
  • Alerts
  • Videos
  • Claim ownership or report listing
  • Want your business to be the top-listed Media Company?

Share