CristiaNetas

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📢 La neta sin pelos en la lengua.
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¿Quiénes somos y qué es CristiaNetas? 🤔👥

En una palabra: comunidad. Somos un colectivo de jóvenes apasionados por la Apologética Cristiana y su importancia en el pensamiento crítico y el caminar espiritual. Nuestro objeti

vo es derribar mitos y enseñanzas equivocadas, y fomentar el análisis, estudio y meditación de las Sagradas Escrituras. 🙏📖

¿Qué es la Apologética Cristiana? 🤔📚

La Apologética Cristiana es el estudio y defensa de la fe cristiana. Como comunidad, nos enfocamos en utilizar el diálogo, la fe y la razón para comprender la verdad de la única fuente, Jesús. 🤝🕊️

¿Por qué pensamiento crítico y fe son aliados? 🤔💭

Para muchos, el pensamiento crítico y la fe pueden parecer contrarios. Como dice Pablo en Romanos 12:1-2, el pensamiento crítico nos lleva a una "metanoia", un cambio radical de nuestra forma de pensar, lo que nos ayuda a crecer en nuestra fe y conocimiento de Dios. 💡🌟

¿Qué tipo de contenido producimos? 🤔📹

Queremos crear un espacio para los creyentes curiosos de conocer la realidad en todas sus ramas. Desde la astrofísica y la cosmología hasta la filosofía y la historia, nos gusta abordar temas de ciencia y datos curiosos que ayuden a profundizar en la fe y en la comprensión de las Sagradas Escrituras. 🌌🧬

¿Qué hace diferente a CristiaNetas? 🤔🔎

En CristiaNetas no le tememos a la verdad, por eso decimos las cosas sin pelos en la lengua. Sabemos que nuestro contenido puede ser ofensivo para algunos, pero nunca lo hacemos con la intención de ofender o incitar. Por eso pedimos discreción y mucho respeto en nuestros debates y diálogos. 🙏👀

¿Por qué examinar las Escrituras? 🤔📖

En Hechos 17:11 se menciona que los bereanos examinaban las Escrituras para comprobar la verdad de lo que se les anunciaba. En 1 Tesalonicenses 5:21 se nos insta a examinar todo cuidadosamente y retener sólo lo bueno. Como comunidad, creemos en la importancia de poner todo a prueba y retener solo la verdad. 🕵️‍♂️✅

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Si eres un creyente curioso de mente inquieta, te invitamos a unirte a nuestra comunidad. Conéctate con la realidad y fortalece tu fe a través del pensamiento crítico, el diálogo y la razón. "La neta sin pelos en la lengua."

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"¡La grafología no es ciencia! ¡Deja de creer en cuentos!"👉 ¿Sabías que tu letra NO tiene superpoderes para revelar si e...
09/12/2024

"¡La grafología no es ciencia! ¡Deja de creer en cuentos!"

👉 ¿Sabías que tu letra NO tiene superpoderes para revelar si eres un líder, tímido o el próximo villano de Marvel?

La grafología está de moda porque dicen que tu forma de escribir puede destapar secretos de tu personalidad. ¡Pero agárrate! Porque esto es más mito que verdad. 🚨

📌 La promesa de la grafología:
Según esto, tu letra puede decir cosas como:
✍️ Si escribes hacia la derecha, eres extrovertido.
✍️ Si tu letra es pequeña, eres reservado.
✍️ Y si es un desastre, tal vez… ¡estás loco! 🤯

Suena cool, ¿verdad? Pero no confundamos entretenimiento con ciencia.

📌 ¿Ciencia o puro cuento?
Para que algo sea ciencia necesita pruebas duras y claras. Y aquí es donde la grafología tropieza:
❌ No es verificable.
❌ Sus resultados no se repiten.
❌ Está basada más en suposiciones que en hechos.

👉 Estudios han demostrado que cinco grafólogos pueden analizar el mismo texto y llegar a CINCO conclusiones diferentes. ¿En serio? ¡Parece más una ruleta que ciencia!

📌 ¿Por qué seguimos cayendo en esto?
Porque nos encanta que nos digan cosas de nosotros mismos. La grafología suena convincente y hasta parece mágica. Pero cuidado: cuando la usan para contratar gente o juzgar a alguien, el cuento deja de ser divertido y se vuelve peligroso. 🚩

📖 Un consejo de la Biblia:
1 Tesalonicenses 5:21 lo deja claro: "Examínenlo todo; retengan lo bueno."
¡Vamos, amigos cristianos! No podemos aceptar todo lo que nos venden como verdad. Dios nos dio cerebro para discernir, no para tragar entero.

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Cierre:

La grafología es divertida para chismear, pero no para tomarla en serio. Así que la próxima vez que alguien te diga que tu letra revela tu futuro, dile: "¿Y tú de qué ciencia escapaste?"

¿Tú qué opinas? ¿Te han aplicado este truco? Déjamelo en los comentarios. 👇

🎯 Post: “Navidad: ¿Mundana, pagana o un puente hacia Dios?”¡Ámonos recio con esto! Es claro que la Navidad genera debate...
07/12/2024

🎯 Post: “Navidad: ¿Mundana, pagana o un puente hacia Dios?”

¡Ámonos recio con esto! Es claro que la Navidad genera debate. Algunos dicen que es mercadotecnia, otros que es pagana, y otros que ni siquiera debería celebrarse porque “no está en la Biblia.” Así que vamos a meterle cerebro y Biblia al tema, sin pelos en la lengua:

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1. ¿La Navidad no es de Dios porque nadie la celebraría?

Bro, si nos basamos en quién celebra o no algo para determinar si es de Dios, estaríamos en problemas. ¿Sabes qué tampoco celebran todos? El amor al prójimo, el perdón y la justicia. Que algo sea mal utilizado no significa que su propósito original esté perdido. El problema no es la Navidad en sí, sino cómo la vivimos.

1 Corintios 10:31: “Haced todo para la gloria de Dios.” ¿No podemos celebrar el nacimiento de Cristo dándole gloria, en lugar de hacer de esto una excusa para el consumismo?

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2. ¿Es una fiesta pagana?

Es cierto que la fecha tiene raíces históricas que mezclan prácticas culturales. Pero, ¿te digo algo? Dios es experto en redimir lo que el mundo corrompe. Si puedes usar la Navidad para reflejar el amor de Cristo y predicar su evangelio, ¿por qué no?

Hechos 17:23: Pablo usó el altar al "Dios no conocido" para hablar del verdadero Dios. ¡Tomó algo pagano y lo redimió! ¿No puede Dios usar una fecha para que el mundo recuerde a Jesús, incluso si la cultura la ha desviado?

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3. “La Biblia no manda celebrar el nacimiento de Jesús”

Tienes razón, la Biblia no lo ordena. Pero, tampoco prohíbe reflexionar y agradecer por el mayor milagro de la historia: la encarnación de Dios.

Los ángeles celebraron su nacimiento: Lucas 2:13-14 habla de una multitud de ángeles alabando a Dios. Si el cielo celebró su nacimiento, ¿por qué nosotros no?

Celebrar algo no es idolatría si se hace en el contexto correcto. ¿Por qué poner más énfasis en lo que la Biblia no dice que en lo que sí dice sobre vivir agradecidos y reflejar a Cristo?

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4. “Es una fiesta mundana”

¡Claro que lo es… para quienes no conocen a Jesús! Pero para quienes lo conocemos, puede ser una oportunidad para hablar de su amor. No se trata de “adoptar las costumbres del mundo,” sino de usarlas como puentes para llevar el evangelio.

Romanos 14:5-6: “Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente.” Si celebras Navidad, hazlo para el Señor. Si no, que sea también para glorificarlo.

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5. ¿Qué quiere Dios?

Dios no está interesado en fechas, tradiciones o luces. Dios quiere corazones rendidos a Él. Puedes celebrar Navidad o no, pero lo importante es cómo estás viviendo el evangelio en tu día a día.

Miqueas 6:6-8: “¿Qué pide Jehová de ti? Solamente hacer justicia, amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.”

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CristiaNetas: El verdadero enfoque

Si la Navidad te incomoda, no la celebres, pero no condenes a quienes la usan para exaltar a Jesús. Y si la celebras, asegúrate de que Cristo sea el centro, no el árbol, los regalos ni las fiestas.

¿Qué opinas? ¿Es posible redimir la Navidad o es mejor no celebrarla?

06/12/2024

¿Vives para el viernes o para algo más grande?

¡La neta, banda! ¿Cuántos de nosotros no decimos: “¡Por fin es viernes!” como si nuestra vida solo valiera la pena dos días a la semana? ¿Y el resto qué? ¿Modo zombie en automático?

A ver, seamos claros: no está mal disfrutar el viernes ni el descanso, ¡claro que no! Pero si toda tu esperanza está puesta en el fin de semana, quizá es momento de cuestionarte:
¿Estás sobreviviendo los lunes o viviendo para un propósito?

La Biblia no es aburrida, ni te dice que no disfrutes la vida, pero sí nos da un buen recordatorio:
"Todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres" (Colosenses 3:23).
Eso significa que cada día importa, no solo el viernes o el domingo en la iglesia.

¿Por qué muchos caemos en esta mentalidad?

Porque andamos haciendo cosas sin sentido, nomás por cumplir.

Porque olvidamos que nuestra vida tiene un propósito mucho más grande que la rutina o el "trabajo por el cheque."

La solución no es esperar el fin de semana; la solución es encontrar propósito.
Jesús vino a darte vida, y no una vida mediocre, sino una abundante (Juan 10:10). Pero esa abundancia no llega mágicamente con el viernes, llega cuando vivimos cada día como una oportunidad de crecer, amar, y cumplir nuestro llamado.

Así que la neta es esta:
No vivas esperando el viernes, vive cada día como si fuera viernes porque tienes claro quién eres, para qué estás aquí y a quién sirves.

Dime, ¿para qué estás viviendo tú? ¿Sobrevives o tienes un propósito? ¡Déjalo en los comentarios!

CristiaNetas: La neta, sin pelos en la lengua.

🎄 Navidad: ¿Paz y amor… o guerra fría en la mesa?Seamos reales: la Navidad está cargada de cenas, abrazos obligados y el...
06/12/2024

🎄 Navidad: ¿Paz y amor… o guerra fría en la mesa?

Seamos reales: la Navidad está cargada de cenas, abrazos obligados y el clásico discurso de "perdonemos y vivamos en armonía." Pero… ¿y qué pasa cuando la familia está rota, las heridas siguen abiertas y el ambiente está más tenso que pavo en horno?

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La hipocresía navideña: el elefante en la sala

Muchos nos sentamos a la mesa con personas que nos han herido o que no soportamos. Hablamos de amor, pero no somos capaces de pedir perdón ni de perdonar. Ponemos caras felices para la foto del arbolito, pero en el fondo seguimos cargando resentimiento.

Mateo 5:23-24 dice: "Si al llevar tu ofrenda recuerdas que alguien tiene algo contra ti, deja tu ofrenda y ve primero a reconciliarte."
O sea, Jesús no está impresionado con tus posadas o villancicos si tu corazón sigue lleno de orgullo.

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¿Perdonar significa olvidar?

No, y tampoco significa que tienes que exponerte al abuso o la toxicidad. El perdón es un acto de libertad personal, no una excusa para tolerar lo intolerable. Es decidir soltar lo que te está envenenando, porque seguir cargando odio te afecta más a ti que a los demás.

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Pero, ¿y si no quiero perdonar?

Entendible. El perdón no es automático ni fácil. Pero, ¿de qué sirve celebrar el nacimiento de quien vino a traer reconciliación si seguimos aferrados al rencor? Efesios 4:32 nos reta: "Perdona como Dios te perdonó." ¿Te imaginas si Dios te tratara como tú tratas a quien te lastimó?

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¿Cómo enfrentar estas cenas sin fingir?

1. Sé auténtico. Si hay tensiones, no te fuerces a ser quien no eres, pero tampoco incendies la reunión.

2. Propón soluciones. Tal vez es hora de hablar de esas heridas en un momento privado, fuera del drama navideño.

3. Siembra paz. No significa que todo será perfecto, pero puedes decidir no ser quien pone gasolina al fuego.

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CristiaNetas: La Navidad no es solo villancicos y regalos. Es un recordatorio de reconciliación. Pero ojo: eso no siempre se logra en una cena, ni en un abrazo fingido. Es un proceso que empieza con la decisión de liberar tu corazón.

¿Qué opinas? ¿Es posible celebrar Navidad cuando hay conflictos familiares?

¿De verdad es la Navidad sobre Jesús o nos clavamos con las luces y los regalos?Ok, seamos netas. Decimos que la Navidad...
06/12/2024

¿De verdad es la Navidad sobre Jesús o nos clavamos con las luces y los regalos?

Ok, seamos netas. Decimos que la Navidad es para celebrar el nacimiento de Jesús, pero, ¿cuántos realmente piensan en Él entre tanto intercambio de regalos, TikToks de cenas y fotos con el árbol perfecto? ¡Spoiler alert! Probablemente muy pocos.

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¿El 25 de diciembre? Nah... Jesús no nació ese día

Primero, hay que aclarar algo: Jesús no nació el 25 de diciembre. ¿Te volaste la cabeza? La iglesia adoptó esa fecha siglos después para reemplazar fiestas paganas. Sí, esas mismas que celebraban al sol, no al Hijo (de Dios).

Ahora, eso no significa que esté mal recordar su nacimiento, pero, neta, ¿estamos celebrándolo a Él o nomás seguimos la corriente?

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La lucha entre Santa Claus y Jesús

Santa Claus está en todas partes: en comerciales, en las canciones, ¡hasta en los suéteres feos! Pero, ¿quién es el protagonista de la Navidad en tu vida?

Si es Santa, vas directo al team consumismo.

Si es Jesús, la cosa cambia. Él no vino para que gastemos en iPhones, vino a transformar vidas.

Mateo 6:21 dice: "Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón." O sea, ¿dónde está el tuyo? ¿En Amazon o en lo que realmente importa?

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¿Y si mejor hacemos la Navidad real?

No te digo que tires el árbol o canceles la cena, pero sí que pienses:

¿Qué haces para que esta temporada sea más que solo una excusa para gastar?

¿Estás haciendo algo por alguien que no tiene qué cenar o quién lo abrace?

Jesús nació en un pesebre humilde, no en un palacio. Su mensaje fue de amor, humildad y servicio, no de competencia para ver quién da el mejor regalo.

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La neta final

No importa si celebras o no el 25 de diciembre. Lo que importa es el porqué.

Si es para recordar que Dios se hizo humano por amor, ¡dale!

Pero si solo sigues la corriente porque "es lo que se hace," tal vez sea momento de replantearte las cosas.

Romanos 14:5-6 dice: "Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente." Así que decide con intención, no por costumbre.

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CristiaNetas: ¿La Navidad para ti es sobre Jesús o sobre luces y regalos? ¿Crees que hemos perdido el enfoque? ¡Dinos qué opinas y hablemos al tiro!

"¿Debo diezmar si no tengo dinero?"¡CristiaNetas, sin pelos en la lengua!A ver, vamos a romper paradigmas y despejar dud...
06/12/2024

"¿Debo diezmar si no tengo dinero?"

¡CristiaNetas, sin pelos en la lengua!

A ver, vamos a romper paradigmas y despejar dudas sobre el diezmo. ¿Es obligatorio darlo, aunque estés en números rojos? ¿Es Dios un cobrador implacable? Respiremos profundo, porque este tema no es fácil, pero se tiene que hablar.

Primero, la neta: el diezmo no es un negocio con Dios. Él no necesita tu dinero, y tu salvación no depende de cuánto des. ¡Deja de creer que Dios es una especie de sistema de trueque celestial! La Biblia nos enseña que el diezmo es una respuesta de agradecimiento y obediencia, no una cuota forzada.

Ahora bien, si estás pasando por una crisis económica, no te condenes. Lo que Dios realmente quiere es tu corazón, tu disposición y que confíes en Él. Y ojo, esto no es una excusa para la tacañería, pero tampoco para sentir culpa o presión.

“Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.”
(2 Corintios 9:7, NVI)

Es decir, si en este momento no puedes diezmar, pero puedes ayudar a alguien, hacer un favor, o simplemente orar, eso también cuenta como dar. La generosidad no siempre es financiera; puede ser tiempo, atención o apoyo emocional.

¿Qué pasa con los que predican que el diezmo es obligatorio?

Muchos líderes citan Malaquías 3:10 como una orden directa de Dios para diezmar, pero ignoran que el contexto cultural y económico de esa época era distinto. ¿Significa esto que el diezmo ya no aplica? No necesariamente. Lo que importa es el por qué y cómo lo das.

Dios no busca vaciar tu cuenta bancaria, sino llenarte de su gracia y enseñarte a ser generoso de corazón. Pero también debemos ser sabios y no caer en manipulaciones. Si te dicen que debes endeudarte para diezmar, corre.

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Conclusión directa y sin filtro:

Si no tienes dinero, no te sientas condenado. Habla con Dios, sé honesto y dile cómo estás. Él sabe lo que hay en tu corazón. En vez de preocuparte por cumplir con un porcentaje exacto, enfócate en ser un buen administrador de lo poco o mucho que tienes.

Recuerda: no es cuánto das, sino el corazón con el que lo haces. Así que deja de cargar culpas innecesarias y pregúntate: “¿Estoy dando con amor o por presión?” Porque si es lo segundo, ni siquiera vale la pena.

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Para reflexionar:

¿Qué significa para ti dar con alegría? ¿Estás dispuesto a confiar en Dios con lo poco o mucho que tienes? Escríbelo, medítalo, pero no lo ignores.

¿Qué opinas? ¿Te han presionado para diezmar? CristiaNetas, aquí estamos para debatirlo sin miedo.

¿Por qué carajos evitamos las conversaciones incómodas en la iglesia?Vamos a hablar neta: la iglesia está fallando porqu...
05/12/2024

¿Por qué carajos evitamos las conversaciones incómodas en la iglesia?

Vamos a hablar neta: la iglesia está fallando porque prefiere el silencio cómodo antes que enfrentar las preguntas que realmente importan. ¿Por qué cuando un joven pregunta sobre s**o, ansiedad o dudas de fe, le respondemos con un "confía en Dios y ya"? ¿Qué clase de respuesta es esa?

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¿A qué le tenemos miedo?

1. ¿A que nos incomoden? Claro, es más fácil hablar de temas genéricos que entrarle a lo complicado.

2. ¿A no tener todas las respuestas? ¡Spoiler alert!: No somos Dios, no tenemos que saberlo todo.

3. ¿A perder el control? Las preguntas incómodas retan las estructuras rígidas y nos sacan de nuestra zona de confort. Pero, ¿de qué sirve un confort que no transforma?

Si evitamos el tema, lo único que hacemos es dejar a los jóvenes solos con sus dudas, y esas dudas se van a ir a buscar respuestas en otro lado.

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Los Jóvenes Quieren Realidad, No Clichés

¿De qué sirve llenar la iglesia con luces y música si no hablamos de lo que importa?

Hablemos de s**o sin condena ni vergüenza.

Hablemos de depresión sin decir "es que no tienes fe suficiente."

Hablemos de dudas, porque cuestionar no es traicionar a Dios; es buscarlo.

Ellos no quieren sermones perfectos ni frases prefabricadas. Quieren honestidad. Quieren verdad.

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Jesús No Esquivó Nada

Jesús no se escondió detrás de clichés. Se sentó con pecadores, confrontó a líderes religiosos, habló de temas incómodos. ¿Nosotros qué hacemos? Poner pretextos.

La mujer adúltera encontró amor y redención, no juicio.

El joven rico encontró la verdad sobre sus prioridades.

Los fariseos encontraron un Jesús que no tenía miedo de incomodarlos.

Si Jesús enfrentó los temas difíciles, ¿qué excusa tenemos nosotros para evitarlos?

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La Iglesia Tiene Dos Caminos

Seguir siendo cómoda y perder a los jóvenes, o ponerse incómoda y abrir un espacio donde sus dudas sean bienvenidas. La fe no se destruye por las preguntas, se fortalece enfrentándolas.

CristiaNetas: Aquí hablamos la neta sin filtros.
Comenta: ¿Qué tema incómodo crees que la iglesia debería dejar de evitar?

05/12/2024

El negocio de la fe: ¿Dónde está el límite?

A ver, hablemos de algo que incomoda a muchos pero que se sigue viendo en demasiados lugares: el dinero en la iglesia. Y no, no estoy diciendo que esté mal dar o que los ministerios tengan necesidades. El problema no es el dinero en sí, sino lo que algunos hacen con él y cómo manipulan a otros para obtenerlo.

Primero lo básico: sí, se necesita dinero para operar. Que si el sonido, las luces, los eventos, hasta el café del pastor. Todo cuesta. Lo sabemos. Pero, ¿qué pasa cuando eso deja de ser provisión y se convierte en abuso? Cuando de repente te meten culpa por no diezmar "lo suficiente," o te dicen que si no siembras "con fe," no vas a prosperar.

Vamos a hablar claro:

¿Es justo que un líder viva como si fuera CEO de una multinacional mientras su congregación apenas sobrevive?

¿De verdad Dios necesita "tu mejor ofrenda" para cumplir tus oraciones?

¿Por qué hay iglesias que parecen más negocios familiares que casas de oración?

Jesús nunca manipuló a nadie para obtener recursos. Más bien, fue claro con sus discípulos: "No lleven oro, ni plata, ni cobre en el cinturón" (Mateo 10:9, NVI). El mensaje era gratis, y su misión no dependía de la economía, sino de la fe y el servicio genuino.

¿Y cómo distinguir?

1. Transparencia ante todo: Si una iglesia te pide apoyo, que sea clara con sus cuentas. Si hay misterio, ya sabes que algo no cuadra.

2. Prioridades visibles: Una iglesia enfocada en ayudar a la comunidad y apoyar a los más necesitados merece cada centavo. Pero si todo parece girar alrededor del pastor o el edificio, ten cuidado.

3. Cuestiona sin miedo: Dios no se ofende porque preguntes a dónde va tu dinero. Deja de sentir culpa por querer respuestas.

La neta de todo esto

A veces nos da miedo hablar de esto porque pensamos que criticar estas prácticas es ir en contra de la iglesia. Pero, ¿recuerdas qué hizo Jesús cuando vio que el templo se había convertido en un negocio? Volteó las mesas. ¿Por qué? Porque el templo es un lugar para conectarnos con Dios, no una plataforma para acumular riquezas.

Si das, hazlo con alegría, sabiendo que tu aporte tiene un propósito mayor. Pero nunca permitas que te manipulen con promesas vacías o culpas absurdas. Tu relación con Dios no depende de cuánto dinero pongas en la canasta, y eso es algo que no se negocia.

Reflexiona

¿Alguna vez te has sentido presionado a dar más de lo que podías? ¿Has notado prácticas poco transparentes en algún lugar? Comparte tu experiencia, y recordemos juntos que la fe no tiene precio.







El cristiano cansado: ¿Está mal sentirse agotado en la fe?Vamos a poner las cartas sobre la mesa: ser cristiano no signi...
05/12/2024

El cristiano cansado: ¿Está mal sentirse agotado en la fe?

Vamos a poner las cartas sobre la mesa: ser cristiano no significa que seas un superhéroe espiritual. Deja de creerte inmortal porque sirves, oras o cantas bien bonito en la iglesia. Sí, cansarte es normal. Ya bájale a ese sentimiento de culpa cada vez que sientes que no puedes más.

El mito de la fe incansable

Nos han vendido la idea de que si estás bien con Dios, siempre tienes que estar al 100. Que si estás cansado, algo anda mal contigo o con tu relación con Él. Pero, ¡alto ahí! ¿En qué momento ser cristiano significó reventarte hasta que ya no puedas ni contigo mismo?

¿Sabes qué? Hasta Jesús se tomó descansos. Jesús no andaba con prisas, no le urgía demostrarle nada a nadie. Él sabía cuándo apartarse, cuándo retirarse y cuándo enfocarse en el propósito.

"Jesús les dijo: Vengan conmigo ustedes solos a un lugar tranquilo y descansen un poco" (Marcos 6:31, NVI). Si Él, siendo el Hijo de Dios, veía la importancia del descanso, ¿por qué tú no?

El agotamiento no es un pecado, pero sí una alarma

El problema no es sentirte cansado; es ignorarlo. Es normal llegar a un punto donde las fuerzas te abandonan, porque, aunque estés lleno de fe, sigues siendo humano. Lo malo es pretender que todo está bien cuando por dentro ya estás quebrado.

Y no nos hagamos: a veces, el cansancio viene porque te cargas más de lo que te corresponde. La iglesia, la familia, el trabajo, los amigos… todo encima, y tú ahí creyendo que puedes con todo. Pero ¿quién cuida de ti?

"Si no puedes ni con tu propia carga, ¿cómo esperas ayudar a los demás?" (paráfrasis libre de Gálatas 6:2). Y no, no estás siendo egoísta por detenerte para cuidar tu salud espiritual, emocional y hasta física.

El peligro del cansancio mal manejado

El problema de ignorar el agotamiento es que terminas en modo robot: sirves porque “tienes que,” oras porque “toca” y lees la Biblia por cumplir. Pero eso no es fe viva; es rutina mu**ta.

Piénsalo, ¿quién te dijo que Dios necesita tus fuerzas? Dios quiere tu corazón, no tu rendimiento. Quiere verte pleno, no exhausto.

¿Qué hacer cuando ya no puedes más?

1. Haz una pausa. Detente y evalúa. ¿Por qué estás cansado? ¿Qué cargas llevas que ni te corresponden?

2. Habla con Dios sin filtros. Dile que estás agotado, que no puedes más, y déjalo obrar en eso. No tienes que fingir delante de Él.

3. Encuentra comunidad. No estás solo en esto. Habla con amigos o personas de confianza que puedan apoyarte.

4. Descansa sin culpas. Aprende a soltar. Recuerda que hasta en la creación, Dios descansó el séptimo día. ¿Tú por qué no?

Dios no necesita tus fuerzas, pero tú sí necesitas Su descanso

Deja de cargar cosas que ni Dios te pidió. Él no te llamó para que termines reventado, sino para que vivas una vida plena en Él. Así que, si estás cansado, dilo. No estás fallando, no estás mal, simplemente eres humano.

Tu fe no se mide por cuántas cosas haces o cuántos servicios te avientas. Se mide por tu conexión con Él, y eso incluye saber cuándo parar.

05/12/2024

"¿Dueños de las ovejas o líderes que sirven?"

Voy a ser claro y directo: ¿qué onda con esos líderes que actúan más como dueños que como pastores? Te cuento algo que me pasó. Hace tiempo, pertenecí a un ministerio donde di lo mejor de mí. Sin embargo, llegó un momento en el que sentí que ya no estaba creciendo. Mis ideas no encajaban con las de los líderes, pero nunca fui rebelde ni causé problemas. Simplemente decidí buscar algo diferente, algo que me ayudara a seguir avanzando en mi relación con Dios.

Para cerrar el ciclo de la mejor manera, fui personalmente con el líder del ministerio a agradecerle por el tiempo que pasé ahí y por permitirme servir. Pero, ¿qué crees que pasó? En lugar de recibirme con respeto o bendecirme en mi nueva etapa, me encontré con molestia, rechazo y una actitud que la neta dolió. Incluso, me prohibió hablar con los demás miembros del ministerio y me vetó completamente.

En ese momento, no pude evitar pensar: ¿Qué hubiera hecho Jesús? Porque si algo dejó claro Jesús, es que las ovejas no son propiedad de nadie, excepto de Dios. Él nos invita a caminar en libertad, no en manipulación ni control. Y ojo: no creo que las personas dejen de creer en Dios por estas actitudes, pero sí pienso que este tipo de rechazo puede herir, desanimar y alejar a las personas de una verdadera experiencia de comunidad. ¿No se supone que somos llamados a ser iglesia, a ser amigos, a estar ahí unos para otros, incluso cuando ya no nos veamos jamás?

Esto me recuerda a Pablo y Bernabé. En Hechos 15:36-41, ellos tuvieron un desacuerdo tan fuerte que decidieron seguir caminos separados. Pero aquí viene lo interesante: lo hicieron en fe, sin resentimientos, sin manipulaciones ni hostigamiento. Cada quien siguió su misión con la certeza de que Dios sustenta, guía y provee. Ellos entendieron que el Reino de Dios no es una secta, ni un club exclusivo donde te obligan a quedarte. Es un lugar de libertad, amor y propósito.

Ahora, hablemos de los líderes que piensan que “servir” equivale a “poseer.” Esa mentalidad de controlar y cerrar puertas cuando alguien decide buscar otro rumbo no solo es incorrecta, sino peligrosa. El verdadero líder ora por quienes parten, bendice sus caminos y sigue mostrando amor, sin intentar forzar su regreso. Ser iglesia no termina cuando alguien ya no pertenece a tu grupo; ser iglesia significa estar pendiente, mostrarte amigo y, sobre todo, reflejar el carácter de Cristo.

Jesús dijo en Juan 13:35: “De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros.” Pero, ¿cómo vamos a reflejar ese amor si lo sustituimos por orgullo, rechazo o manipulación?

A ti, que tal vez has vivido algo similar, déjame decirte esto: no dejes que la actitud de un líder terrenal te haga perder de vista a Jesús. Él es tu guía, tu sustento y quien provee para tu vida. Y si tú eres líder, quiero invitarte a revisar tu corazón. Dios no te llamó a ser dueño de las ovejas, sino a ser un siervo de ellas.

El Reino de Dios no es una prisión, ni un movimiento que solo funciona si alguien se queda. Es un espacio de libertad y propósito. Si alguien decide caminar por otro rumbo, despídelo con amor, ora por esa persona y confía en que Dios continuará su obra. Porque al final del día, esto no se trata de ti ni de mí. Se trata de Dios.

05/12/2024

"Cuando el líder falla, pero Dios no"

Los líderes espirituales fallan, y duele, pero tu fe no debería depender de ellos. ¿Por qué? Porque son humanos, igual que tú, igual que yo. Tienen llamados, dones y responsabilidades, pero no están exentos de meter la pata. Y, seamos honestos, cuando el que falla es alguien en quien confías, el golpe duele más.

¿Sabes qué es lo más loco? Muchos confunden el error de un líder con un fallo de Dios, pero Dios nunca se equivoca, jamás decepciona. Los hombres, en cambio, sí. Lo hemos visto desde siempre. Mira a David, el "hombre conforme al corazón de Dios," pero también un adúltero y asesino. O Pedro, que le juró lealtad a Jesús y luego lo negó tres veces. Pero aquí va lo impactante: Dios no los desechó, los restauró.

Ahora, hablemos de ti.

¿Qué haces cuando un líder te decepciona? ¿Te alejas de la iglesia? ¿Dejas la fe? Si estás pensando eso, déjame sacudirte un poco: Jesús no te falló, fue una persona. No puedes colgarle a Dios las broncas que un ser humano causó.

Aquí va una neta: algunos creen que los líderes son como una especie de "súper cristianos." Pero no, no lo son. Tienen luchas, tentaciones, y a veces la riegan. Lo que no está bien es usar esto como excusa para abandonar todo. Tu relación con Dios no depende de los hombres.

Y aquí te va otro golpe de realidad: no te puedes quedar solo en el dolor o la decepción. Aprende a manejar esto sin perder el enfoque. Haz esto:

1. Enfrenta lo que sientes. Si estás molesto, dolido o decepcionado, dilo. Llóralo si hace falta. Pero no te lo guardes porque se vuelve veneno. Habla con Dios como hablas con un amigo.

2. Perdona, pero no justifiques. Perdonar no es ser cómplice. Si el error de un líder afectó a otros, hay que confrontarlo con amor y firmeza. Es bíblico, no te lo invento yo.

3. Recuerda en quién crees. La iglesia es importante, sí, pero tu fe está en Jesús, no en un pastor, líder o mentor. Ellos son herramientas, no la fuente.

Mira, Pablo lo dijo clarito en 1 Corintios 11:1 (NTV): "Y ustedes deberían imitarme a mí, así como yo imito a Cristo." Si el líder falla en imitar a Cristo, tu enfoque debe seguir firme en el original, no en la copia.

Te voy a ser sincero: cuando un líder falla, el problema no es solo el daño que causa, sino cómo tú decides enfrentarlo. No puedes dejar que su error destruya tu relación con Dios. Hay personas que se alejan de la fe porque su líder les falló, y eso no tiene sentido.

Y te dejo esta última reflexión: los líderes también necesitan gracia. No para justificar sus errores, sino para que entiendas que tú tampoco eres perfecto. Al final del día, se trata de mirar a Jesús, porque Él es el único que nunca falla.

Así que si estás enfrentando una decepción, no te hundas. Aprende, crece, y sigue caminando en fe. Recuerda: "El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; rescata a los de espíritu destrozado" (Salmos 34:18, NTV).

04/12/2024

¿Estás sirviendo a Dios o sirviendo al evento?

La neta, ¿estás sirviendo a Dios o solo te estás metiendo en todo para pertenecer, para que te vean, o para que te den una palmada en la espalda? Porque ahí está el truco: es fácil terminar sirviendo al "evento", pero te olvidas de la verdadera razón para la que estamos llamados a servir a Dios. No te equivoques: no es lo mismo estar ocupado que estar sirviendo.

Es curioso cómo algunos piensan que mientras más sirvan, más cerca están de Dios, o incluso que por estar "más ocupados" en actividades religiosas, van a ser más espirituales. Pero si no estás cuidando las cosas importantes, las que están cerca de ti, lo que haces en los eventos no tiene mucho sentido. Nos encantan los ministerios, las reuniones, los servicios, pero, a veces, nos metemos tanto en el ruido que olvidamos lo que realmente importa.

El problema es que, entre tanto "servir", empiezas a desatender responsabilidades y obligaciones que son igual de importantes: la familia, el trabajo, hasta uno mismo. Y ojo, porque cuando descuidas lo que está cerca de ti, pierdes el enfoque de lo que Dios realmente quiere para tu vida.

Pasa algo curioso: te metes de cabeza en todas las actividades de la iglesia, en los eventos, te conviertes en el “súper comprometido” del grupo, pero cuando te preguntas: ¿realmente estoy sirviendo a Dios o estoy solo buscando la aprobación de los demás?, te das cuenta que la respuesta es más complicada de lo que pensabas. Estás sirviendo al evento, no a Dios.

Y claro, el ego entra al juego: "mira cuán involucrado estoy", "cuánto me necesitan", pero… ¿y tu relación con Dios? ¿Y el cuidado de tu familia? ¿Y tus responsabilidades como trabajador, como hijo, como hermano? No puedes dar lo que no tienes. Si no estás cuidando de ti mismo, si no estás siendo responsable con lo que tienes a tu alrededor, ¿cómo vas a servir a otros de manera auténtica?

Jesús ya lo dijo claro en Mateo 6:33: “Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.” Es un recordatorio de que primero debemos poner las cosas en orden, y eso incluye nuestras responsabilidades diarias y la relación con Dios. No se trata de ser el más ocupado, se trata de estar presente, de ser fiel en lo que tienes y de servir con sinceridad.

Dios nos invita primero a trabajar en nosotros, a crecer, a sanar, a aprender, a ser responsables. No puedes dar lo que no tienes, y si no estás bien en lo básico, no importa cuántos eventos vayas, cuántos ministerios sirvas, eso no va a llenar el vacío. Porque el servicio a Dios no es un show, no es por la aprobación de los demás, no es por pertenecer a un grupo. Es una decisión personal y auténtica de seguirlo y servir desde el corazón.

Así que haz un alto. Pregúntate: ¿estoy sirviendo a Dios o solo al evento? Y si te encuentras buscando el aplauso o el reconocimiento, párate un momento y piensa si eso realmente es lo que Dios quiere para ti. Si en el proceso de servir a Dios estás perdiendo lo más valioso que tienes a tu alrededor, es hora de revisar tus prioridades.

La neta, lo que cuenta no es cuánto sirvas en las actividades, lo que importa es que tu vida esté alineada con lo que Dios quiere para ti. Y ese trabajo empieza desde adentro, en tu familia, en tu trabajo, en tu vida diaria. No se trata de ser el más ocupado, se trata de estar presente, de ser fiel en lo que tienes y de servir con sinceridad.

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