03/05/2024
Con motivo de la conmemoración del movimiento obrero mundial, presentamos el artículo RAÍCES SOCIALISTAS DEL PRIMERO DE MAYO, publicado el 30 de abril de 1987 en la revista Momento.
RAÍCES SOCIALISTAS DEL PRIMERO DE MAYO
Es creencia muy generalizada, que ha trascendido, incluso, en varias ocasiones, a la palabra impresa, que la jornada del primero de mayo tiene su origen, exclusiva y fundamentalmente, en la gesta de Chicago, que culminó con la ejecución de August Spies, Albert Parsons, Adolf Fisher y George Engel y con el suicidio, en prisión, de Luis Lingg.
Y esto no es verdad o, cuando menos, no es toda la verdad. Si nos atenemos al contenido, a la esencia combativa y revolucionaria del primero de mayo, ésta es, fundamentalmente, de estirpe netamente socialista. En efecto, fueron los socialistas utópicos, Owen principalmente, los primeros que comenzaron a manejar la idea de la reducción de la jornada de trabajo a 8 horas diarias, enmarcada en la consigna más amplia de "los tres ochos": ocho horas de trabajo, ocho horas de recreo y ocho horas de reposo. Y es precisamente la demanda de las ocho horas la esencia revolucionaria del primero de mayo.
Por otra parte, la idea de unidad de propósitos y de acción del proletariado mundial, que subyace al primero de mayo, es esencialmente la misma que dio origen y mantuvo viva, durante doce años, a la organización internacional de los trabajadores, mejor, conocida como la Primera Internacional, fundada por Carlos Marx en septiembre de 1864 en Londres, Inglaterra. Fue en el seno de esta organización donde se afinó, se pulió, lo que es hoy el programa de reivindicaciones inmediatas del proletariado mundial, y donde se forjó la necesaria unidad ideológica y de principios que capacitó al proletariado para lanzarse a la palestra política, a la lucha por el poder gubernamental en sus respectivos países.
Cuando en 1876, en el Congreso de Filadelfia, EE. UU. se decidió la disolución de la Primera Internacional, ya estaban echadas las bases para la acción unitaria a escala mundial del proletariado, y sólo faltaba instrumentar los medios materiales y organizativos que posibilitaran dicha acción.
El paso definitivo lo dio el Congreso Obrero y Socialista Mundial, celebrado en París, Francia, entre los días 14 y 21 de julio de 1889. Fueron los dirigentes obreros asistentes al mismo quienes, conscientes del carácter mundial, universal, del conflicto entre el capital y el trabajo (conciencia que habían adquirido en la Primera Internacional), acordaron la celebración de una jornada mundial de lucha en defensa de los intereses inmediatos e históricos de la clase obrera.
Nos permitimos citar textualmente esta histórica resolución:
"Será organizada una gran manifestación a fecha fija, de manera que en todos los países y en todas las ciudades a la vez, el mismo día convenido, los trabajadores intimen a los poderes públicos para que reduzcan legalmente a ocho horas la jornada de trabajo y apliquen las demás resoluciones del Congreso Internacional de París. Visto que una declaración parecida ya fue decidida para el 12 de mayo de 1890 por la Federación Norteamericana del trabajo en su congreso de diciembre de 1888, realizado en Saint-Louis, esta fecha es adoptada para la manifestación internacional".
Y en efecto, la primera manifestación mundial del primero de mayo fue la que se llevó a cabo, en esa fecha, en el año de 1890.
Como puede verse, el acta de nacimiento del primero de mayo no hace referencia siquiera a los "Mártires de Chicago" o, en general, a los sucesos ocurridos entre el 19 y el 4 de mayo de 1886. Tampoco hacen referencia dichos acontecimientos los propios obreros norteamericanos, tal como se desprende de la cita precedente. Queda claro, en cambio, que el propósito fundamental de dicha jornada mundial de lucha no es otro que la defensa revolucionaria de los derechos más elementales de los obreros, derechos que habla hecho conscientes, por primera vez, la Asociación Internacional de los Trabajadores.
¿Por qué se ha difundido entonces de modo tan abrumador la versión de que el primero de mayo es sólo una fecha luctuosa que conmemora la ejecución de los mártires de Chicago?
La explicación es sencilla. Se trata de hacer que el proletariado actual olvide el carácter y los propósitos de su movimiento de clase, encarnados en el primero de mayo.
En realidad, son dos los intentos en ese sentido: se ha tratado de ver en el primero de mayo o una fecha luctuosa o una "fiesta de los trabajadores". Esta última modalidad, más antigua que la primera, fue promovida en el seno mismo del movimiento obrero por las corrientes claudicantes que lo infiltraron desde el principio.
Sin embargo, una mala restauración histórica, como es la que hemos intentado aquí, demuestra que el primero de mayo no fue, y no debe ser, ni un aniversario luctuoso ni una "fiesta de los trabajadores", sino una jornada de unidad y de combate mundial en defensa de sus legítimos derechos de clase.