02/02/2025
VAMOS A MISA!!!
🟢IV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR
Domingo 2 de febrero de 2025, Ciclo C.
MR p. 675 [690] / Lecc. I p. 994
🟢 Color Blanco [IGMR 346-347]
📣 Se dice el Gloria [IGMR 53]
1️⃣ ANTÍFONA DE ENTRADA: (Sal 47, 10-11) Meditamos, Señor, los dones de tu amor, en medio de tu templo. Tu alabanza llega hasta los confines de la tierra como tu fama. Tu diestra está llena de justicia.
2️⃣ORACIÓN COLECTA: Dios todopoderoso y eterno, suplicamos humildemente a tu
majestad que así como en este día fue presentado al templo tu Unigénito en su realidad humana como la nuestra, así nos concedas, con el espíritu purificado, ser presentados ante ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
3️⃣ PRIMERA LECTURA: [Entrará en el santuario el Señor, a quien ustedes buscan.] Del libro del profeta Malaquías 3, 1-4
4️⃣ SALMO RESPONSORIAL: del salmo 23 R. El Señor es el rey de la gloria.
5️⃣ SEGUNDA LECTURA: [Tenía que asemejarse en todo a sus hermanos.] De la carta a los hebreos 2, 14-18
6️⃣ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO: (Lc 2, 32) R. Aleluya, aleluya. Cristo es la luz que alumbra a las naciones y la gloria de tu pueblo, Israel. R. Aleluya.
7️⃣ EVANGELIO: [Mis ojos han visto al Salvador.] Del santo Evangelio según san Lucas 2, 22-40
Transcurrido el tiempo de la purificación de María, según la ley de Moisés, ella y José llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley: Todo primogénito varón será consagrado al Señor, y también para ofrecer, como dice la ley, un par de tórtolas o dos pichones. Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo y temeroso de Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él
moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu, fue al templo, y cuando José y María entraban con el niño Jesús para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios, diciendo: “Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, según lo que me habías prometido, porque mis ojos han visto a tu Salvador, al que has preparado para bien de todos los pueblos; luz que alumbra a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel”. [El padre y la madre del niño estaban admirados de semejantes palabras. Simeón los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció: “Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te atravesará el alma”. Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana. De joven, había vivido siete años casada y tenía ya ochenta y cuatro años de edad. No se apartaba del templo ni de día ni de noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Ana se acercó en aquel momento, dando gracias a Dios y hablando del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Una vez que José y María cumplieron todo lo que prescribia la ley del Señor, se volvieron Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios está con él. Palabra del Señor.
8️⃣ ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS: Que te sea grata, Señor, la ofrenda de tu Iglesia desbordante de alegría, tú que quisiste que tu Unigénito te fuera ofrecido, como Cordero inmaculado, para la vida del mundo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
9️⃣ ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 2, 30-31) Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has puesto ante la vista de todos los pueblos.
🔟 ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN: Señor, por este santo sacramento que acabamos de recibir, lleva a su plenitud en nosotros la obra de tu gracia, tú, que colmaste las esperanzas de Simeón; para que, así como él no vio la muerte sin que antes mereciera tener en sus brazos a Cristo, así nosotros, al salir al encuentro del Señor, merezcamos alcanzar la vida eterna. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.