23/02/2025
Sírvanse leer, Bastante clara la postura en el texto, (algunos andan haciendo propaganda política en las regiones para afiliarse a Morena, como fiel lacayos y lame... Cómo siempre lo han sido).
Y sabremos responder con organización ante este nuevo modelo de esclavitud, desde la península hasta la baja.
Ser pueblo, hacer pueblo, estar con el pueblo. Lucio Cabañas
Del muro de Juan Durán Sainz
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La nueva reforma de la Ley del ISSSTE 2025 prometía ser “para nuestro bienestar”, forma políticamente correcta para decir que nos van a chingar con más descuentos y menos derechos; nos deja peor que antes
*Como cereza del pastel, endurecen los requisitos para jubilarse, obligándonos a trabajar más años; al parecer la verdadera reforma es asegurarse de que el trabajador se muera antes de cobrar su retiro
*Si el SNTE ya decidió ser el brazo sindical de Morena, que lo haga, pero sin nuestra complicidad. La dignidad del trabajador NO SE NEGOCIA
Por Juan José Sánchez
Las reformas al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, pa' los cuates, siempre han sido una ruleta rusa para los trabajadores del Estado. A veces la bala es de salva, otras veces es de plomo, pero el cañón siempre apunta al mismo lugar: nuestro bolsillo.
La nueva reforma de la Ley del ISSSTE 2025 prometía ser “para nuestro bienestar”, que ya sabemos es un una forma políticamente correcta para decir que nos van a chingar. ¿Cómo? Pues con aumentos en las aportaciones, con un sistema de jubilación que nos deja más incertidumbre que certezas y con un SNTE que ha perfeccionado el arte de la traición disfrazada de silencio cómplice. Y por eso, como ya sabes que , en estas líneas .
Para empezar, la nueva ley propone que las aportaciones al seguro de salud ya no se calculen solo sobre el sueldo base, sino sobre todo lo que recibimos: bonos, aguinaldos, compensaciones y hasta los centavos que nos sobran en la cartera. ¿El resultado? Si antes pagabas $8,213 pesos al año por este concepto, ahora podrías estar pagando más de $18,500. O sea, el doble, sin anestesia y sin previo aviso. Y no, ese dinero no se traduce en mejores servicios de salud, porque los hospitales del ISSSTE siguen siendo una mezcla entre película de terror y casa del terror de feria barata: filas eternas, medicamentos inexistentes y un sistema que solo será eficiente para cobrar, nunca para atender. En resumen, te hacen creer que Dios te odia.
La joya de la reforma es el sistema de pensiones. Se elimina el esquema de cuentas individuales y se regresa a un modelo “solidario” (que de solidario solo tiene el nombre). En teoría, suena bonito: todos aportamos a un fondo común para que las generaciones futuras tengan una pensión digna.
En la práctica, es un esquema piramidal con aval del gobierno, donde lo que ahorraste durante toda tu vida puede terminar financiando ocurrencias, clientelismo político o la jubilación dorada de los mismos que nos metieron en este hoyo. Y como cereza del pastel, endurecen los requisitos para jubilarse, obligándonos a trabajar más años, porque al parecer la verdadera reforma es asegurarse de que el trabajador se muera antes de cobrar su retiro.
El SNTE, ese que debería estar peleando por los derechos de los maestros, ha decidido que su verdadero trabajo es no incomodar a sus patrones. El Secretario General de la Sección 25 en Quintana Roo Prof. José Arimael Salas Alcocer ha desaparecido en combate; es con un comunicado simple, sin marcar una postura clara, ni un amague de rebelión. Nada. ¿Por qué? Porque es mejor quedar bien con la gobernadora y con la Secretaría de Educación que con los trabajadores que lo pusieron ahí. Y mientras tanto, Alfonso Cepeda, el líder nacional del SNTE, anda más preocupado por su carrera política que por defender a los docentes. Prefirió afiliarse a Morena y prometer millones de afiliados antes que hacer su trabajo. Porque claro, ya no basta con ser líder sindical, ahora también hay que ser operador político (de esos que venden a los suyos por una palmadita en la espalda).
Y aquí es donde entra Morena, el partido que juró defender a los trabajadores y que terminó cobrándoles hasta por respirar. ¿El resultado? Más descuentos, menos derechos y una reforma que nos deja peor que antes. Y siempre con el mismo discurso: “esto es por su bienestar”, que en lenguaje político significa “esto es para que ustedes paguen lo que nosotros no supimos administrar”.
¿De qué sirve que nos cuenten todo el sueldo para la jubilación si ahora nos van a descontar hasta las ganas de vivir?
La hipocresía es asquerosa. Mientras nos hablan de justicia social, nos despojan con reformas diseñadas para exprimir hasta el último peso del trabajador. Mientras prometen defendernos, permiten que el SNTE negocie nuestras pensiones como si fueran fichas de casino. Y mientras nos piden paciencia, nos obligan a financiar un sistema que jamás nos dará lo que nos prometió.
No nos confundamos: esto no es una mejora, es un atraco con firma y sello oficial. Y lo más indignante es que el SNTE lo está permitiendo. Pero si creen que los trabajadores van a aceptar esto sin pelear, se equivocan. Porque cuando la dirigencia sindical olvida a quién se debe, los trabajadores tenemos la obligación de recordárselo. Y si el SNTE ya decidió ser el brazo sindical de Morena, que lo haga, pero sin nuestra complicidad. Porque la dignidad del trabajador NO SE NEGOCIA. Y eso lo vamos a dejar claro, con ellos, sin ellos y a pesar de ellos...
¡Eh dicho!...