01/01/2022
Adiós Mamá Carlotta, Adiós Presidenta
Adiós mamá Carlota es una canción que bien ilustra el fin de la intervención francesa, parodiando al poema “Oh patria mía”. En su segunda estrofa leemos:
“Y en tanto los chinacos ya cantan su victoria
Guardando tu memoria sin odio ni rencor
Mientras el viento alegre tu embarcación azota
Adiós mamá Carlota adiós mi tierno amor”
Hoy la retomamos haciendo alusión al término de un trienio que podríamos calificar como irregular y pasivo. Que no cayó en gracia ni de partidarios y mucho menos de opositores.
¿Todo es culpa de la Presidenta? Claro que no. Sería muy fácil caer en la falacia si no se consideran los aspectos macroeconómicos, la orientación de la política nacional y problemas internos, aunado a la crisis sanitaria.
Después de un año de ajustes a nivel federal en 2018, el 2019 y la debilidad económica afectaron enormemente no solo a nuestro país y su capacidad de inversión pública. Por si no bastara, en 2020 inició la pandemia de la COVID-19, vigente hasta ahora.
La repercusión de cualquier medida a nivel federal es más evidente en los municipios, quienes tienen que hacer lo que esté en sus manos para aminorar o revertir los efectos negativos.
Como podemos observar, desde que entró esta gestión las condiciones de gobernanza no han sido las mejores. Sin embargo, que no sirva de pretexto una cosa con otra.
Por indicadores de éxito podemos tomar los compromisos de campaña. Si bien algunos no representaban gran inversión, lo cierto es que, aun así, no fueron considerados.
Considerando que, por ejemplo, sembrar un árbol podría considerarse dentro del indicador de reforestación, si se evaluara la inversión realizada, superficie beneficiada y otros parámetros, la calificación podría decirnos que ese indicador fue reprobado.
Esto estuvo de boca en boca, ya que en pláticas con distintas personas estas descalificaban cualquier trabajo por insuficientes. Pero a oídos sordos, nunca hubo eco por falta de interés en ser un gobierno cercano.
Si siguiéramos en esta temática, podríamos incluir el tema de la expansión del alumbrado público, donde pese al crecimiento existen diversas lámparas que llevan tiempo sin funcionar, demeritando el trabajo en este rubro.
En distribución de agua fue un tema que sigue pendiente y de queja constante, por falta de control igualmente. Otros puntos negativos fueron la no construcción del Museo Comunitario y que la mejora del polvorín solo fue en iluminación y una cadena, ya que las instalaciones siguen en mal estado.
Además, hubo temas controversiales como en el basurero y una disociación interna con regidores, connotando la falta de dirección y personalidad. En general, nuestro Gobierno en turno no ilustró un trabajo que mereciera reconocimiento en plena Penumbra. Los retos locales y sanitarios los superaron.
Podemos ejemplificar parte de estos retos con las medidas de contingencia, donde si bien fueron dictadas a nivel federal, en su momento fueron mal interpretadas y exigidas a medias o selectivamente, mientras a unos dejaban hacer a otros iban elementos de seguridad a exigir ciertas condiciones.
Es cierto que mucho es la responsabilidad de cada uno, por lo que cada quién asumirá los resultados de sus decisiones y la posible reacción en cadena dentro de nuestra sociedad. Aunque esto esta en otro tema de discusión.
Las medidas nunca se intentaron adecuar a nuestro contexto, ni tampoco se trató de minimizar el impacto, simplemente todo se cerró y se limitó el movimiento. Aún con semáforo y sus cambios aquí nunca se percibieron, además que en determinado se decidió dejar de reportar los casos como al principio.
Aspectos que parecieran sirvieron de pretexto para, al parecer, tomar vacaciones. Cabe recordar las tantas veces que vimos o, mejor dicho, que no vimos, a nuestro servidores en sus labores, sino que en horarios y lugares que no tenían nada que ver con sus puestos.
En plena crisis nuestro Gobierno sucumbió en el caos consentido por la figura a quién se decidió embestir del poder público. Al fin que parecía que solo necesitaba cabildo para firmas.
Al final, cumplió con lo que quiso de los compromisos que quiso, reportó lo que quiso del control de la pandemia, se hizo una voluntad y no política.
¿Cuál fue el resultado de tan buena estrategia? El más inmediato tal vez es el que habló en las urnas. Pero también podemos hablar de pérdidas económicas como la cancelación (antes de pandemia) de la Feria de la Pitaya, donde si bien al último se intentó retomarla, esta no resultó como en otros años.
Sin duda esta administración quedará marcada en los anales como, podría atreverme a decir, “el trienio olvidado”.
Es por ello que, para ciertos partidarios y opositores, este día representa el término de un trienio para el olvido. Esperando que venideros sean más eficientes y responsables.
Desde Chazumba Times no nos queda más que decir Adiós a esta administración. Ya sonará la pirotecnia en algunas horas indicando el inicio de una nueva gestión, que de igual forma seguiremos. Adiós 2021, adiós Presidenta y muy feliz año a nuestros seguidores.