16/01/2025
Efrén Alderete nos ofrece una serie de panorámicas textuales que en un modo poético nos recuerda que el día tiene algo de espeso sobre su tiempo. Su narración que no exime el dolor del mundo, las alegrías de la inocencia, del tiempo que se blande en anécdotas, sensaciones que no se encriptan en la muerte, sino en su espectralidad a lo largo del vivir, nos rememoran otra escritura del día cotidiano, del tropiezo humano del vivir.
"Un verso muere de mentira" es la recuperación de las experiencias confrontativas hacia la certeza del intelecto. Es decir, ¿no es acaso la verdad una malla fina por la cual cernimos las mentiras del mundo? Y a su vez, ¿no es acaso la mentira la estrategia de reivindicación por la verdad? El ocultamiento de los abismos que también nos constituyen más allá de una masa corporal, el fallo de la realidad y su abstracción son los recursos que se cuelan por lo cotidiano. Es ahí donde una melosidad jovial puede ser la caída imprevista a la última hora.
Efrén Alderete en esta composición poética recurre a la palabra para recordarnos que lo pasajero de la vida no está ceñida a una verdad inamovible, por ello que el verso muera de mentira, y así, plasmar una máxima: solo la muerte nos salva del tedio de la eternidad…