01/11/2022
CIMIENTOS DEL METAL MEXICANO
El libro está constituido por 8 capítulos, habla de cómo fue construyéndose la historia del Metal en México, durante el periodo comprendido entre los años 1968 a 1995. Contiene entrevistas con muchos músicos que cuentan sus vivencias y la forma como veían el crecimiento de este movimiento musical. También se utiliza información recaba en fanzines y revistas. Así como las vivencias y experiencias personales.
En el capítulo uno se habla de los inicios del Metal en todo el país. Como surgió, quienes comenzaron a interpretarlo. Como se dio la transición de otros estilos hacía el Heavy Metal y cuáles fueron los hechos más relevantes.
En el capítulo dos se habla del Metal en el área metropolitana, es decir, la actual Ciudad de México y los municipios conurbados como Ecatepec, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Naucalpan, Cuautitlán, Atizapán. Se va dando la conversión de bandas, qué dejan de tocar versiones de grupos extranjeros y comienzan a crear su propia música y surgen las grabaciones de tipo casero, realizadas en los locales de ensayo con equipo austero.
El capítulo tres, trata del Metal en Guanajuato, en este estado fue utilizado como el estandarte que enarbolaba la clase trabajadora, que comienza a manifestarse por medio de revistas y con la creación de grupos, donde pudieran sacar todas sus inquietudes, el público comenzó a formar asociaciones para apoyar y hacer crecer el movimiento
El capítulo cuatro es sobre Jalisco, este estado comenzó a cobrar importancia, debido que grupos originarios de otros estados, llegaron a asentarse aquí y lo volvieron su centro de operaciones. Comenzaron a aparecer programas de televisión donde difundían su música y tenían la oportunidad de ser entrevistados. Se abrieron lugares para realizar conciertos donde los grupos presentaban su propuesta.
En el capítulo cinco se habla de cómo surgió y fue creciendo el movimiento en los estados del sureste, teniendo la particularidad de que la gran mayoría de los grupos eran de Metal Extremo. Se cuenta de la realización de los encuentros de rock yucateco, donde bandas de diferentes estados y géneros se presentaban e interpretaban una o dos canciones. Se narra acerca del tianguis musical de Rockultura, donde se llevaban a cabo intercambios de productos de Rock y al terminar el horario del tianguis, se hacían toquines con grupos de Rock. Se menciona los lugares donde se realizaron tocadas como la el Caliope, la UAC o la Morgue, se habla de las organizaciones Moroca y Kalavera Rock que impulsaron el metal en Campeche, se cuenta del legendario festival Muralla Rock.
El capítulo seis es del metal en Morelos, narra de como algunas personas al carecer de instrumentos, crearon una interpretación a la que llamaron fono mímica, donde hacían como que tocaban, utilizando instrumentos hechos con cartón. Se platica de cómo la gente se fue agrupando en lugares que cobraron relevancia como la plaza el Morelotes y un banco de la localidad. Se cuenta de la aparición de tiendas de discos y como se organizaron los primeros conciertos. Algunos grupos cuentan como realizaron las giras por diferentes municipios, apoyados en ocasiones por instituciones culturales o Casas de Cultura.
El capítulo siete, habla del Escuadrón Metálico, que organizo a ciertos grupos para dar conciertos, tener difusión en revistas, grabar discos, alternar con grupos extranjeros. Llevaron a cabo la primera muestra del Heavy Metal Mexicano. Lograron tener un catálogo con más de ochenta producciones. Mandaron a algunos grupos a grabar al extranjero. Enviaron su material a publicaciones de diferentes países para que lo reseñaran. Realizaban juntas, donde se organizaban y le asignaban trabajos y funciones a cada una de las personas que ahí intervenían.
El capítulo ocho, habla sobre las mujeres en el Metal. Se dice quien fue la primera metalera, de donde surgió. Se cuenta de los orígenes de las féminas, como lo vivieron, los discos y demos que grabaron. Aparecen los grupos de solo mujeres, de como también incursionaron en el Metal extremo, el cristiano y los demás estilos que interpretaron, así como su trascendencia y la huella que han dejado.
Gracias a Akadiza Zerimar por colaborar con esta reseña