27/11/2024
LAS PLÁTICAS DEL ABUELO.
Recuerdo mediante charlas y pláticas con el abuelo, las viejas historias, las leyendas, las viejas tradiciones del pueblo y de sus alrededores. Recuerdo cuando era niño, en muchas reuniones, las abuelas y los abuelos hablaban del tiempo en que muchas personas eran muy pobres, que no tenían ni para huaraches y que tenían que esperar a que saliera el sol para calentar sus pies descalzos, pero que a base de trabajo y con mucho esfuerzo, lograron tener una mejor situación.
De mujeres que quedaron solas y aún así, sacaron adelante a sus hijos. De varios jóvenes con un gran futuro que se echaron a la perdición por culpa del juego y el alcohol.
También recuerdo cuando platicaban de las leyendas, de que aparecía La Sirena en la laguna de Almoloya del Río, de El Charro con sus espuelas de oro, montado en un brioso caballo negro, que aparecía en los caminos y veredas del monte en San Lorenzo Huehuetitlán.
De las Bolas de fuego que se veían por las noches y que brincaban, de la punta de un árbol a otro en las Ocotaleras de las laderas, muy cerca del pueblo.
Historias sorprendentes donde a tal persona "le pegó el rayo" y vivió para contarlo, de la señora que era Partera y que además hacia Limpias y sabía acomodar los huesos. De cuando iban a sacar en baldes de madera, agua de los pozos.
De que iban al monte a cortar la leña, de cuando hacían adobes para construir sus casas, de las personas que sembraban a "tapapíe" y que muchas personas hablaban en "Mexicano" (náhuatl).
Del famoso tianguis de trueque de Santiago Tianguistenco en dónde se cambiaba la leña por carne, frutas y verduras. De cuando las señoras Iban al molino a moler el nixtamal para hacer las tortillas.
De los días de la fiesta del pueblo en que hacían, mole, arroz, pollo y tamales. Del día del santo patrono, en que pintaban con cal y quedaban muy blancas las paredes de las casas, de las calles empedradas que adornaban a lo alto, con tiras de papel picado.
Del día del estreno de ropa y de zapatos nuevos, de las danzas, de los cohetones, toritos y castillos, de los fuegos artificiales, de las bandas de musica que amenizaban con melodías alegres a las personas en el quiosco de la plaza.
Viejas tradiciones e historias que solo quedaron en la memoria, en las pláticas que aún ellos nos comparten, los abuelos y las abuelas, nuestras personas grandes.