26/01/2025
"Psicólogo"
[ESTE FANFIC NO ES CANON]
ADVERTENCIA DE CONTENIDO SAD 💔💔💔
[ALGUNOS PERSONAJES FUERON AGREGADOS PARA LA TRAMA, NO EXISTEN EN EL ANIME]
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Aquí estaba Gojo Satoru, un psicólogo, en un refugio acogedor donde las personas podían compartir sus p***s y miedos.
Con paredes cubiertas de cálidos tonos pastel y una ligera fragancia de lavanda en el aire, el lugar parecía un abrazo que prometía alivio.
Yuuji Itadori, un joven con una sonrisa triste y ojos que parecían llevar el peso del mundo, se sentó en el mullido sofá, listo para hablar sobre su dolor.
Gojo, con su característica mirada penetrante y voz suave, rompió el silencio. "¿Qué te trae aquí, Yuuji?" preguntó, invitando al joven a abrir su corazón.
Yuuji respiró hondo antes de comenzar, sus palabras arrastradas por la emoción contenida. Perdí a alguien especial.
Alguien que me amaba y yo lo amaba. No sé cómo seguir adelante sin él.
Gojo asintió con la cabeza, comprendiendo el dolor de Yuuji a un nivel personal. "El dolor es un proceso natural, Yuuji. Pero no estás solo. Estoy aquí para ayudarte a superar esto."
Yuuji miró a Gojo, buscando en sus ojos un indicio de esperanza.
"Pero, ¿cómo? Todo me recuerda a él. No puedo escapar del dolor."
Gojo le dio una mirada compasiva.
"El recuerdo puede ser un arma de doble filo. Puede traer tanto consuelo como dolor.
Aprenderás a encontrar paz en esos recuerdos, y eventualmente, a vivir con el dolor sin que te consuma."
Con cada palabra, Gojo construía un puente hacia la esperanza en la mente de Yuuji.
Le habló sobre la importancia de expresar sus sentimientos, de encontrar formas de honrar la memoria de su ser querido, y de permitir que el tiempo suavizara las aristas afiladas de su dolor.
Yuuji comenzó a ver una tenue luz al final del túnel, una promesa de días mejores.
Megumi Fushiguro, un joven serio y reservado, se sentó en la consulta de Gojo.
Con su postura rígida y mirada vacía, parecía estar atrapado en un mar de pensamientos oscuros.
"¿Qué te trae aquí, Megumi?" preguntó Gojo, su tono lleno de empatía.
Megumi suspiró, sus hombros cayendo un poco bajo el peso de su confesión.
"Mi padre me abandonó cuando era niño. Nunca supe por qué. Me siento como si no fuera lo suficientemente bueno para que alguien me ame."
Gojo se inclinó hacia adelante, su mirada llena de compasión. "Megumi, tu valor no se mide por la opinión de los demás. Eres una persona valiosa y mereces ser amado."
Megumi levantó la mirada, encontrando una chispa de esperanza en los ojos de Gojo.
"Siempre he intentado ser fuerte, independiente, pero por dentro... me siento vacío."
Gojo asintió. "La independencia es admirable, pero no a costa de negarte a ti mismo la necesidad de conexión y afecto.
Está bien sentirte vulnerable, está bien necesitar a los demás. No hay nada de malo en buscar amor y apoyo."
Con paciencia y ternura, Gojo guió a Megumi a través de sus emociones. Le habló sobre la importancia de perdonar, no solo a su padre, sino también a sí mismo.
Le enseñó a aceptar sus sentimientos de abandono sin dejar que definieran su valor.
A lo largo de sus sesiones, Megumi comenzó a reconstruir su autoestima, aprendiendo a ver su propia valía independiente del abandono de su padre.
La consulta de Gojo se llenaba de una diversidad de historias de dolor y pérdida.
Una joven, Aiko, había perdido a su hermano en un accidente y no encontraba consuelo en ningún lado.
Aiko se sentaba en el mismo sofá donde otros habían derramado sus lágrimas, su voz temblorosa al describir el vacío que sentía.
"Él era mi mejor amigo, mi confidente. ¿Cómo puedo seguir sin él?" preguntó Aiko, sus ojos llenos de desesperación.
Gojo, con su habitual calma y sabiduría, la alentaba a hablar de su hermano, a revivir los momentos felices y a encontrar consuelo en el amor que compartieron. "Aiko, tu hermano siempre será parte de ti.
Los recuerdos que tienen juntos son un tesoro que nadie puede quitarte."
Luego estaba Haruto, un hombre de mediana edad, quien había sido abandonado por su esposa.
La traición y el abandono lo habían dejado devastado, sintiéndose inútil y desechado. "Pensé que teníamos una vida juntos, pero ella se fue sin mirar atrás."
Gojo lo escuchaba atentamente, permitiéndole expresar su dolor y frustración. "Haruto, el abandono de tu esposa no define tu valor.
Eres digno de amor y respeto, y aunque ahora parezca imposible, encontrarás la manera de sanar y reconstruir tu vida."
Y luego estaba Ren, una persona trans que había sido rechazada por su familia.
Ren se sentía atrapada entre la necesidad de ser auténtica y el dolor del rechazo.
"Solo quiero ser yo misma, pero mi familia no me acepta."
Gojo la apoyaba con palabras de aliento y comprensión.
"Ren, tu identidad es valiosa y mereces ser amada por quien eres.
No dejes que el rechazo de los demás te haga dudar de tu valor. Encontrarás una comunidad que te acepte y te apoye."
Aunque Gojo era una fuente de fortaleza para sus pacientes, él también cargaba con su propio dolor.
En el silencio de su consulta, después de que todos se habían ido, los recuerdos de su amor perdido, Geto, lo envolvían.
Geto había sido su luz, su compañero en la vida y en el amor.
Pero un trágico accidente había arrebatado a Geto de su lado, dejando a Gojo con un vacío que nunca pudo llenar.
Cada vez que ayudaba a un paciente a superar su dolor, sentía que estaba honrando la memoria de Geto, canalizando su amor y compasión en su trabajo.
"Ayudar a los demás es mi manera de mantener viva su memoria," pensaba Gojo a menudo.
Sabía que, aunque nunca podría reemplazar a Geto, podía encontrar consuelo en saber que su pérdida había dado propósito a su vida.
A lo largo de los años, Gojo se convirtió en un psicólogo renombrado, conocido por su capacidad para guiar a las personas a través de sus momentos más oscuros.
Su consulta se convirtió en un faro de esperanza para muchos, un lugar donde las personas podían encontrar paz y consuelo.
Pero más allá de su éxito profesional, el verdadero legado de Gojo era el impacto que tuvo en la vida de sus pacientes.
Había ayudado a cientos de personas a encontrar la paz y la felicidad después de la pérdida, y en cada uno de ellos, la memoria de Geto vivía.
Aunque Gojo aún sentía el dolor de su propia pérdida, sabía que había encontrado una manera de honrar la memoria de Geto.
Ayudando a los demás, había encontrado un sentido de propósito y de alivio.
En cada sonrisa recuperada, en cada lágrima secada, Gojo veía un reflejo del amor que una vez compartió.
Fin...
CREDITOS: (Fanfic sad 💔)
(Otakus del baño)
Créditos: imagen a quien corresponda.