13/01/2025
• Historia del Sello Postal en México
Por Heidy Wagner
Con motivo de la reciente conmemoración del Día Internacional del Sello Postal, el pasado 7 de enero, hoy abordamos este tema por demás importante, porque subraya la importancia y trascendencia de las estampillas postales, para organizar y optimizar la entrega de correspondencia en las oficinas de correos.
La primera conmemoración se llevó a cabo en 1935 en honor a la fecha de nacimiento de quien fuera director de la Oficina de Correos, en Alemania, Heinrich Stephan, ocurrido el 07 de enero de 1831. Stephan logró mejorar y estandarizar el proceso de entrega de cartas y paquetería en todo el mundo gracias a estas estampillas.
El sistema postal mexicano tiene sus raíces en el sistema azteca de mensajeros que los españoles adoptaron después de la conquista. Un servicio postal se estableció en 1580, principalmente para comunicarse entre el virreinato de Nueva España con la patria España. Durante el siglo XVIII, España estableció un sistema postal formal con rutas regulares.
La primera estampilla postal en México se puso en circulación el 1 de agosto de 1856, hace 169 años. El presidente Ignacio Comonfort promulgó el decreto de creación de los sellos de correo el 21 de febrero de ese mismo año, con el objetivo que los remitentes pagaran por el envío de correspondencia.
La estampilla fue diseñada y grabada por José Villegas, director de la Imprenta del Gobierno. Esa primera estampilla mostraba la imagen del cura Miguel Hidalgo y Costilla. En aquella época las estampillas fueron impresas en papel blanco sin marca de agua, grabadas en placas de cobre utilizando la técnica de huecograbado, recortadas a mano con tijeras.
Las estampillas se denominaron en reales, que era la moneda de uso generalizado en México antes de la adopción de los centavos en 1863, es decir, tenían denominaciones de ½, 1, 2, 4, y 8 reales.
En 1879, México se unió a la Unión Postal Universal (UPU), que exigía tarifas estándar para el correo internacional. En 1895, México emitió una serie de sellos que mostraban diversos métodos de entrega de correo, como un cartero, una diligencia y un tren de correo. En el caso de Querétaro, el servicio postal se estableció formalmente en 1821, cuando se transformó en el Servicio Postal Mexicano (SEPOMEX), los sellos postales han reflejado la cultura, la gastronomía y las costumbres del estado de Querétaro.
En 1891, se creó la autoridad de emisión de sellos postales como una división administrativa de la Secretaría de Comunicaciones. Se llamaba Servicio Postal Mexicano (Sepomex). En 1901, la Dirección General de Correos (Dirección General de Correo) se convirtió en una agencia gubernamental separada. El Palacio de Correos de México se utiliza desde 1907 como oficina principal de correos.
La Revolución mexicana y las posteriores guerras civiles (1910–1920) resultaron en numerosos sellos provisionales y locales emitidos por las facciones en control de diferentes áreas del país.
Ahora bien, el sistema postal de México comenzó con los aztecas, que operaban un sistema de mensajeros; funcionaron lo suficientemente bien como para que Hernán Cortés siguiera usándolos después de la conquista de 1521. Después de 1579, el derecho a operar los puestos fue otorgado a miembros de la nobleza, conocidos como "Correo Mayor de la Nueva España". La parte más importante de su operación fue la ruta entre la Ciudad de México y Veracruz.
En 1742, el administrador de puestos en Madrid recibió la orden de mejorar el sistema mexicano, lo que resultó en el establecimiento en 1745 de un puesto semanal entre la Ciudad de México y Oaxaca, seguido en 1748 de un servicio mensual a Guatemala. En 1765, la Corona española volvió a comprar los derechos del servicio postal, "nacionalizando" efectivamente los mensajes.
Durante el período virreinal y hasta la introducción de sellos adhesivos, las cartas generalmente se enviaban por cobrar, y el destinatario debía pagar el franqueo a la llegada. Las portadas, o sobres en los que se enviaron las cartas, fueron estampados a mano con el nombre de la ciudad de origen, y típicamente con un número que representa el cargo por franqueo, por ejemplo, "3" por 3 reales. Ocasionalmente, el correo se enviaba con franqueo prepago, en cuyo caso el sobre se marcaría "Franca" o "Franco" o "Franqueado". Según Yag & Bash (1965), algunos sellos manuales (en portadas sin fecha) datan de la década de 1720 y el matasellos sellado más antiguo conocido en una portada fechada es una marca de Veracruz de 1736.
La mayoría de las oficinas de correos, director y sucursal, tenían sellos manuales. Las portadas desde el período colonial hasta el tercer trimestre de 1800 generalmente mostraban solo el nombre y la ciudad del destinatario; No se escribió una dirección postal. Estas cartas no fueron entregadas al destinatario. En cambio, las cartas se guardarían en la oficina de correos local y se anunciarían en listas publicadas o en periódicos. Muchos de los destinatarios eran empresarios o políticos bien conocidos. Hacia fines del siglo XIX, las ciudades más grandes empleaban carteros para entregar el correo.
• CAJA DE DATOS:
Algunas de las estampillas postales más caras de México son las de la serie permanente de arte textil de 2023 y el pack de estampillas de Gustavo Cerati.
Algunos ejemplos de estampillas valiosas en el mundo son:
Small One Dollar del Red Revenue de China: Un conjunto de cuatro sellos de esta serie puede valer alrededor de 6 millones de dólares.
La Magenta de un penique de Guayana, que se vendió por más de 9 millones de dólares.
El Jenny invertido, que alcanzó el millón de dólares.
El Mauricio naranja y azul, que se vendió por casi 4 millones de dólares.
La estampilla Z Grill, que vale 3 millones de dólares.
El sello tre skilling amarillo, que se subastó por 2,3 millones de dólares.
Para determinar si una estampilla es valiosa, se pueden considerar factores como:
El diseño, El pegamento, Las perforaciones, Si ha sido cancelada, Su rareza, Su estado, La demanda.