18/03/2025
Hola soy Paulina Aguilar tengo 33 años y soy paciente de Enfermedad Renal Crónica hace 17 años, me diagnosticaron cuando yo estaba en la preparatoria, para el último semestre y me lo detectaron por una infección en el estómago, puesto que me invitaron a un retiro y la comida me cayo mal, yo en si no me sentía mal, ya que en ese tiempo yo hacía mucho ejercicio y el cansancio yo pensaba que era por eso. El doctor que me diagnóstico era médico general, el me dijo que yo tenía insuficiencia renal y que necesitaba ir a que me hicieran más estudios. Yo me sentí super mal cuando me dijeron ese diagnóstico, yo pense en ese momento que me iba a morir, pero mis papás no se quedaron solo con eso que nos dijeron y me llevaron primero con un urólogo el cual me mandó hacer muchos análisis y estudios dándome el diagnóstico de que era del riñón y por lo tanto tenía que ir con un Nefrólogo. El Nefrólogo checando mis estudios y análisis me da el diagnóstico de que si efectivamente era insuficiencia renal crónica y con ella había que tener mucho cuidado para seguir adelante, me explico que en esta enfermedad puedes pasar por terapias sustitutivas como diálisis, hemodiálisis y la mejor de todas un trasplante para tener una mejor calidad de vida. Yo afortunadamente dure muchos años sin ninguna terapia, acabe la prepa, estudie en la universidad, trabaje y me mantuve así super bien, y sobre todo con muy buena actitud como hasta ahora. Me mandaron a protocolo de trasplante anticipado porque mi hermana me quiso donar pero la vida me tenía algo diferente, tuve unas situaciones en mi vida donde la enfermedad avanzo y me empecé a descontrolar, mi niveles se elevaron tanto que mi presión se disparó, mi Nefrólogo trato de que estuviera lo más estable posible pero ya ni cuerpo no pudo, estaba muy intoxicado y caí a diálisis, y justo ese era mi miedo el depender de una máquina y la verdad fue un shock para mí, ya que no me hacía a la idea de estarme dializando 4 veces por día, tuve mucha depresión y no salía de mi casa, me dializaba y me dormía para mí era más fácil evadir, hasta que llegó la máquina y ahí vi la vida un poco más diferente ya que me permitió seguir trabajando, y hacer lo que más amo ir a mis clases de baile, así dure 2 años 2 meses, hasta que me dio peritonitis y le batalle un mes, donde experimente uno de los dolores más fuertes que pude haber tenido, estuve a punto de partir de este mundo pero Dios tenía otro plan. Me quitaron el carácter de diálisis, y me pasaron a hemodiálisis otro miedo por superar, pero ya cumplimos un año en cuál fue una recuperación gigantesca y andamos echándole muchas ganas aprendiendo de esta nueva terapia, esperando el trasplante con muchas ganas para seguir avanzando día a día, y siempre con la mejor actitud, hasta voy la tengo y si no pues vida solo hay una y hay que disfrutarla💪❤️