10/11/2023
UN SHOT PARA MITIGAR EL DOLOR DE LA MAV
Al Gerente donde trabajo
A la Jefa de P. A.
A todos los que me han brindado apoyo económico
A todos los que me han brindado apoyo moral
Y a todos los que han sido partícipe de mi vida sin esperar o querer nada a cambio
Un shot de tequila, whisky o mezcal; es más, no uno, ni dos o tres, ni una botella, ni una docena quitan el dolor y preocupación de una MAV (Malformación Arterio Venosa). Yo la padezco, no es una enfermedad, ni un padecimiento; tal vez sean las dos cosas pero padezco de precisión lingüística; eso también padezco una MAV, y de precisión lingüística. Cada que veo en una serie o película cualquier mención de la MAV no me siento tan solo. Ahora acabo de ver en Netflix "El Negocio del Dolor", y ahí hay una acercamiento más próximo a las MAV, de hecho, no son las protagonistas, solo aparecen en segundo plano, como refuerzo de la historia principal, y a la que lo pedece le dan ataques convulsivos. Los que me dan a mí también son ataques convulsivos pero diferentes, no comos los de esa película, ni como los de las otras series donde he visto que padecen MAVs, creo que más bien se van a lo más grotesco para ilustrar el padecimiento. Y vomita por los medicamentos que toma.
Pero sí, así es de grave las MAV, de hecho son muy diversas, hay un abanico de padecimientos. En esencia son venas que crecen, en mi caso, en la arteria media que lleva sangre al cerebro, por lo que le roba oxígeno y a mí me ha deja hemiparésico, que no es lo mismo que hemipléjico: hemipléjico es no tener ningún movimiento ni fuerza de un lado del cuerpo y hemiparésico es tener la fuerza disminuida de una parte del cuerpo. Yo estoy hemiparésico a raíz de la MAV, y tengo convulsiones tiro por viaje; antes eran cada en cuando, ahora son tiro por viaje, ahora tengo episodios de afasias, si alguien no lo sabe es una afasia es cuando tratas de expresar algo y no te salen las palabras, es una cuestión meramente cerebral, hay varios tipos de afasias pero las que padezco yo, que puedo ser muy diferentes a los otros que sufren MAVs, es no poder decir las palabras que necesitas decir, o sea, sí sabes cual tienes que decir, cuales deben formar parte del discurso que tienes, o que quieres, emitir, pero simplemente por más que lo intentas no salen.
También se dice que la gente con MAVs tiene dolores de cabeza insoportables, que puede perder sus sentidos (vista, tacto, oído, etc.), que puede perder la coherencia de sus pensamientos (cosa que me pasa a mí), que puede perder el control de su esfínter; un amigo preguntaba con insistencia que si era como un cáncer, pero no, no es igual, solo es diferente, pero puede tener el mismo fin.
Yo tengo que cuidar, ahora, no excitarme tanto, no estresarme tanto, no agitarme tanto; o séase que tengo que estar en extremo calmado.
Yo trabajo, y mucha gente me admira por eso, porque aunque no saben a ciencia cierta sobre mi condición, me admiran por tener la voluntad de hacer algo, en este caso trabajar. No saben en lo más mínimo lo difícil que me representa, aunque igual y se hacen una idea, por eso la admiración; pero la idea que se hacen es que no me funcionan igual que a todos el lado derecho del cuerpo. Lo que queda oculto a su vista son los ataques convulsivos, los episodios afásicos, los ataques de pánicos o en su defecto, de ansiedad; sobre dolores, les soy sincero, no tengo ninguno, no me duele la cabeza, no me duele el cuerpo, y lo que es mejor no me duele el cerebro.
La verdad tengo el mejor trabajo del mundo, y no es por querer quedar bien, de hecho era lo último que me interesaba, cuando me enteré que mi Malformación de Grado 5 en escala de Spetzler-Martin, inoperable, y que gracias a las grandiosas manos e inteligencia del Dr. Gustavo Melo que me la extirparon; quedaron residuos que siguieron creciendo, por lo que sigo teniendo los mismos padecimientos, y con su evolución ya descrita en párrafos anteriores.
Y agradezco mucho porque el favor no viene de mantenerme en el empleo, sino porque ante mi renuncia, misma que hice cuando me enteré que la MAV seguía creciendo, el gerente me ofreció seguir en el empleo y acudir a este cuando yo me sintiera bien, con la única intención de distraerme del encierro de mi hogar.
P. D. Mi estado actual significa que ya no puedo acampar, que tal vez ya ningún día pueda ir al bosque, que jamás me podré subir a una bicicleta de montaña, que estaré limitadísimo para vacacionar aunque en el trabajo tenga vacaciones, que jamás podré meterme al mar ni pisar el arena de una playa, que los escalones para llegar a algún lado estarán negados para mí, etc.