14/04/2025
Morena y la seguridad en la zona conurbada
En el complejo panorama de la seguridad que vivimos en Puebla, el municipio de Cuautlancingo se coloca como un foco de gran preocupación, resulta que ocupa el tercer lugar en incidencia delictiva en el estado, con un alarmante total de 858 delitos registrados, lo que representa el 4.3% del total en la zona. Esta situación no es aislada, ya que Cuautlancingo colinda con los municipios de Puebla, San Andrés Cholula, San Pedro Cholula y Coronango, cuya combinación suma un abrumador 84.6% de la incidencia delictiva en la región.
Ante el panorama que se vive, mínimo deben examinar el papel que juega el partido en el poder, en este caso, Morena, frente a un desafío que no solo afecta la paz social, también el desarrollo económico y la confianza de los ciudadanos en sus autoridades. El alarmante incremento de delitos en la zona conurbada sugiere que las promesas de seguridad emitidas por la administración de Omar Muñoz se han quedado más que cortas.
La ineficiencia en la estrategia de seguridad parece haberse convertido en la constante, dejando a los ciudadanos expuestos a la incertidumbre y al miedo. Es innegable que la seguridad es uno de los temas más sensibles para cualquier gobierno; cuando las cifras son rojas, la responsabilidad recae nuevamente sobre quienes están al frente de la administración pública. No podemos ni debemos normalizar el tema.
La falta de medidas contundentes para frenar la ola delictiva refleja una clara oportunidad perdida por parte del gobierno. En lugar de abordar proactivamente los problemas de inseguridad, se observa un enfoque reactivo que, a la larga, no podrán sostener. Las autoridades parecen estar más enfocadas en mantener su imagen que en implementar políticas públicas que verdaderamente protejan a los poblanos.
El gobierno debe tomar en cuenta la cifra de delitos, sí, pero también las historias de vida detrás de cada uno de ellos, pues cada incidente representa no solo un número, sino una familia afectada y una comunidad asustada. El tema no es menor; la inseguridad puede convertirse en una sombra que opaque el crecimiento del municipio y el estado que alberga una gran cantidad de desarrollos inmobiliarios.
La ubicación estratégica de Cuautlancingo, como punto de intersección y cercanía a otros municipios con alta incidencia delictiva, debe ser aprovechada para establecer una estrategia colaborativa entre estas localidades. Sin embargo, hasta ahora, el enfoque parece estar desarticulado y la falta de coordinación entre los diferentes niveles de gobierno es evidente.
Es real que las cosas en Cuautlancingo están tan mal que los ciudadanos ya se han dado cuenta de que la mejora en la seguridad no depende únicamente del estado, depende de la colaboración efectiva entre autoridades y ciudadanos. De hecho, desde hace semanas, algunos residentes ya han decidido forjar alianzas y crear guardias comunitarias para poder salvaguardar la seguridad de sus familias, autos y viviendas.
En conclusión, si Morena en la zona conurbada desea recuperar la confianza de los ciudadanos y demostrar que está a la altura de las expectativas, debe actuar con firmeza y transparencia. La seguridad no es un tema que pueda posponerse; el momento de actuar es ahora. No solo se trata de estadísticas, se trata de garantizar un entorno seguro y digno para todos los poblanos, donde cada persona pueda prosperar sin temor a ser víctima de la delincuencia. La pregunta es: ¿tomará Morena las riendas de esta problemática o seguirá permitiendo que la inseguridad prevalezca en la zona conurbada?