
09/02/2025
José Manuel del Río Virgen:
Eterno mercenario de la política
* Lo hacen auditor de la ASF, pero... ¿a él quien lo investiga?
* Se presume sirvió a Fidel Herrera Beltrán y a Javier Duarte de Ochoa
* Dicen que es amante de la mentira y esclavo de su egocentrismo
En el ajedrez de la política mexicana, hay personajes que logran sobrevivir a cada crisis, a cada traición, a cada cambio de régimen.
Uno de ellos es José Manuel del Río Virgen, un viejo lobo de mar que ha sabido navegar entre distintos partidos y coyunturas con una habilidad que raya en el cinismo.
Su reciente designación como auditor de la Auditoría Superior de la Federación, no hace más que confirmar lo que muchos ya sospechaban: en la política mexicana, la lealtad es efímera y el oportunismo es premiado.
Del Río Virgen ha transitado por Convergencia, el PRD y ahora Movimiento Ciudadano, pero su verdadera lealtad parece estar siempre atada con su beneficio personal.
No importa el color de la bandera que ondee, siempre encuentra la manera de acomodarse en una nueva estructura de poder. Se dice que en su etapa como alcalde de Tecolutla, fue un fiel servidor del exgobernador priista Fidel Herrera Beltrán, un personaje conocido por sus oscuros manejos políticos y financieros.
Más tarde, cuando buscó la alcaldía de Papantla, aún con raíces en el Estado de México, su ambición lo llevó a codearse con el círculo más cercano de Javier Duarte de Ochoa, el exgobernador de Veracruz condenado por corrupción. Según información extraoficial, Del Río Virgen no solo mantenía una estrecha relación con Duarte, sino que le facilitaba recursos como helicópteros para su transporte por el estado.
Hoy, desde su trinchera en Movimiento Ciudadano, sigue jugando sus cartas con el mismo cálculo político de siempre. Se le atribuye la bendición de figuras como Mariano Romero y Octavio Tremari Gaya, quienes han sabido aprovechar la protección de este veterano operador político. Pero la pregunta es inevitable: ¿cuánto tiempo pasará antes de que los traicione, como lo ha hecho con tantos otros?
José Manuel del Río Virgen no es solo un político con un largo historial de cambios de lealtad, es un símbolo del pragmatismo sin principios, de la conveniencia sobre la ideología, del poder por el poder mismo.
Su historia es una advertencia sobre la impunidad con la que operan ciertos actores dentro del sistema político mexicano, donde la traición es una moneda de cambio y el olvido es el mejor aliado de quienes han amasado poder a costa del pueblo.
La memoria histórica es frágil, pero la ciudadanía debe recordar: un mercenario de la política nunca cambia, solo encuentra nuevas trincheras desde donde seguir operando.