
27/02/2025
Balcón Político
Nepotismo, una añeja
práctica que se niega a morir
✍🏻 Por Carlos Camacho
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum puso en la escena una histórica práctica de nuestros gobernantes, denominada nepotismo y propuso acabar con ella a partir de una reforma legal que impida que los políticos hereden los cargos a sus familiares, como ocurre todavía en muchos espacios a niveles federal, estatales y municipales.
Por lo que toca a nuestra entidad, hay ejemplos claros y evidenciados en las redes sociales de aquellos presidentes municipales que llegaron al poder al amparo del partido oficial, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), pero que olvidaron la bandera que enarboló el creador de este instituto político, Andrés Manuel López Obrador: “no mentir, no robar y no traicionar”.
Peor aún, muchos de quienes hoy gozan las mieles del poder, ni siquiera hicieron gran cosa para ganar una elección, sino que triunfaron merced a la fuerza de la ola morenista, sin siquiera estar convencidos del partido que representaban y los postulados que debían cumplir a cabalidad.
Apenas esta semana, trabajadores del municipio de Tianguistengo denunciaron actos de nepotismo, lo mismo que en Mineral de la Reforma y hasta en demarcaciones tan pequeñas como Juárez Hidalgo, también se habla de nepotismo.
La regidora del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Gloria Hernández Madrid, ex diputada local del Partido Revolucionario Institucional (PVEM), acusó ingobernabilidad, inseguridad y nepotismo, en el gobierno de Apan, cuya titular Zorayda Robles, llegó a la presidencia municipal al amparo de Morena y antes fue secretaria de Salud en el gobierno morenista de Julio Menchaca Salazar.
La alcaldesa de Tulancingo, Lorena García Cáceres, no sólo fue exhibida por su proclividad a apartar los mejores espacios en la estructura municipal, en favor de sus familiares, sino que la ha emprendido contra sus detractores y quienes se atreven a evidenciar su mala gestión administrativa, como ocurre con el síndico hacendario, Pedro Hiram Soto Márquez.
Tianguistengo, un municipio enclavado en la región huasteca, con población mayoritariamente indígena, también figura en este esquema, donde sus autoridades acomodan a familiares en la nómina, como ocurre con el presidente municipal Febronio Rodríguez Villegas. Su esposa es síndica en la Asamblea Municipal, su cuñada es la encargada de los fondos municipales y a su concuño, tesorero municipal.
También el presidente de Mineral de la Reforma, Eduardo Medécigo, ha sido exhibido en las redes sociales por haber colocado en la nómina a sus familiares más cercanos, además de permitir que sus colaboradores cercanos hagan lo propio.
Fueron exhibidos varios colaboradores suyos en la administración municipal, como Angélica Muñoz Arriaga, asistente de la secretaría particular, donde despacha su tía, Sandra Velázquez Arriaga; o a los esposos Jonathan Lozada, auxiliar jurídico en la contraloría Municipal y Nydia Guerrero Nieto, titular del archivo municipal; o los hermanos Alma Deniss e Ismael Alejandro López Gamboa, asistente de la secretaría particular ella y auxiliar de informática, él.
Apenas unos ejemplos de muestra respecto de esa añeja práctica de la que ni os morenistas se sustraen que es el nepotismo.