me cayó el veinte
Me cayó el veinte, revista de psicoanálisis, es una publicación de la école lacanienne de psychanalyse hecha en México por la Editorial me cayó el veinte. Nace en la primavera del año 2000 como un intento para responder al deseo de algunos de interrogar a la clínica psicoanalítica junto con un público de críticos lectores.
Una interrogante originaria de este trabajo editorial giró en torno a la pregunta: ¿en qué consistió, en Lacan, la invención del objeto a minúscula? Una manera de articular el problema tuvo como punto de partida la expresión coloquial mexicana: ¡me cayó el veinte! la cual, como el Einfall freudiano, asocia la idea que sobreviene y la caída… de un objeto, en este caso un veinte (moneda de veinte centavos de peso mexicano), el cual: “siendo mío, sale de mi bolsillo (de mi cuerpo) y cierra la palabra, y aún así, pervive en mi la ilusión, el deseo de recuperarlo, como si esa monedita y yo estuviéramos destinados a ser uno, aprisionados en una misma acción de la cual no cabe precisar quién es el agente, acción siempre fallida: lo que me cae de regreso es la aprehensión de una pérdida… irremediable”.
Jean Allouch lo formula así en La invención del objeto a, artículo publicado en el Nº 1 de esta revista, a partir de la historia de los viejos teléfonos públicos que funcionaban en México: quien quisiera hacer una llamada, debía poner su monedita de veinte centavos en la caja del teléfono público y después marcar el número deseado. En el instante en que el interlocutor descolgaba, un ruido característico anunciaba al hablante que la máquina había recibido, se había “tragado” sus veinte centavos. A partir de ese momento, sin embargo, una idea más o menos frecuente asaltaba al hablante: “¿y si pudiera recuperar mis veinte centavos en lugar de ver(me)los comidos?” Pero al mexicano en cuestión le caía el veinte que desde el momento en que comenzó su conversación telefónica, perdió su veinte. La significación de la expresión coloca esta caída al final del acto de hablar: es una conclusión y no una pregunta. La expresión opera un cortocircuito puesto que ese objeto que es perdido al comienzo (en el instante en que la palabra se entabla) lo es también al final, en el momento de la caída final de la tensión.
me cayó el veinte nos llama a una revisión extrema de las categorías erotológicas que entran en juego cada vez que de psicoanálisis se trata, ya sea en el espacio de la clínica propiamente o en la escritura de textos para publicar y hacer circular.
¿Cuál será el valor de la presencia de una revista más en Internet? Es precisamente usted, lector, quien incluido en esta práctica viva consolida me cayó el veinte, la revista, como un lugar de transmisión.
Atentamente,
El comité de redacción:
Itzel Casillas Avalos; Rodolfo Marcos-Turnbull (director); Pola Mejía Reiss; Lucía Rangel H.; Jaime Ruíz Noé.