25/11/2024
EL REGALO DE PERDONAR A PAPÁ
Siempre quise saber lo que había detrás de
la famosa frase de Facundo Cabral
"No soy de aquí ni soy de allá...",
y cuando lo supe, amé esta historia que ahora
les cuento y que tanto tiene qué ver con un
sentimiento tan noble como el amor:
El perdón.
El padre de Facundo Cabral se fue de casa antes
de que este naciera. Luego Sara, la madre de
Cabral, fue echada junto a sus pequeños hijos,
y Facundo no tuvo un techo donde nacer, de ahí
lo de “No soy de aquí ni soy de allá”.
Nació en una de las calles de La Plata, como
presagio de lo que más adelante la vida le
depararía: sinsabores, lucha y mucho aprendizaje,
como preparando al gran apóstol musical para
un camino que ni su absurda muerte detendría.
Una noche, tras terminar un concierto, Facundo
con 46 años encima, se llevó una gran sorpresa,
en el pasillo lo esperaba su padre. “Lo reconocí
porque era igual a la foto que mi madre siempre
había guardado, pero con el pelo cano.
Lo reconocí en el acto porque siempre vi esa
foto”, contaba Cabral. “Mi padre era muy apuesto.
Todo lo contrario a mí, era muy elegante.
Estaba allí y me quedé congelado”.
Este era el primer encuentro con su padre,
¿se imaginan la tormenta de emociones,
pensamientos y nervios que azotaban dentro de
aquel hombre que paseaba su música por el
mundo pregonando la paz, el perdón y el amor?
¿Qué hacer?
Un día Cabral dijo sobre su padre:
“Mi padre agotó el odio que había acumulado en
mí, lo odié profundamente, había dejado sola a
mi madre con siete hijos.
Murieron cuatro de hambre y frío.
Tres sobrevivimos de milagro”.
Y ahora estaba frente a él, con todo el derecho de
decirle lo que su corazón guardaba.
En ese momento, el recuerdo de las palabras
de su madre retumbaron en su cabeza:
“Tú que caminás tanto, algún día te vas a
encontrar con tu padre.
¡No cometas el error de juzgarlo!
Recuerda el mandamiento:
honrarás al padre y a la madre.
Segundo, ese hombre que vas a tener enfrente
es el hombre que más amó, más ama y más
ha amado tu madre.
Tercero, lo que corresponde es que le des un
abrazo y las gracias porque por él estás
gozando las maravillas de Dios en el mundo.”
El desenlace de este encuentro lo cuenta el
mismo Facundo:
“Por eso cuando vi a mi padre nos acercamos,
nos abrazamos y fuimos grandes amigos hasta
el final de sus días. Aquella vez me liberé, dije:
‘Mi Dios, qué maravilloso es vivir sin odio’.
Me costó años perdonar y pude hacerlo en un
segundo.
Y me sentí tan bien”.💜
👊🏻💙🌻 😉