Caminar con Cristo Jesùs

22/01/2025

22/01/2025

Que este año 2025 seamos fructíferos! Hemos sido creados para dar fruto, y buen fruto porque somos creados a imagen de Dios. Como creyentes, hay muchas descripciones hermosas de nuestra preciosa relación con nuestro Dios: Él es nuestro Pastor y nosotros somos Sus ovejas, Él es nuestro Padre y nosotros somos Sus hijos, Él es la Vid y nosotros somos los pámpanos. Todos los aspectos de nuestra relación con Dios muestra una dependencia total de Él. Cuando estás lleno de la Palabra de Dios, también estás lleno del Espíritu y eres limpiado por el lavamiento del agua de la Palabra, tu mente se renovará y producirás mucho fruto. La clave, el secreto para una vida fructífera, es llevar la mayor cantidad posible de Su Palabra a nuestras vidas, corazones y mentes. Estamos llamados a demostrar nuestra dependencia y glorificar a nuestro Padre celestial dando fruto, más fruto, mucho fruto. Cuando una vid lleva «mucho fruto», Dios se glorifica, porque cada día envía el sol y la lluvia para hacer crecer los cultivos, y alimenta cada plantita y la prepara para que florezca. Si permanecemos en su palabra Él nos capacita para ser transformados y dar el fruto que da gloria a Dios!

21/01/2025

Cristo establece un camino hacia la verdadera libertad que, si seguimos, seremos liberados por la verdad. Jesús estaba hablando a los que creían en él. Ellos creyeron que él era el Hijo de Dios, el Mesías que fue prometido. Ahora bien, la creencia es más que un pensamiento. Es una forma de pensar que dirige nuestras acciones, es una convicción. Podemos ser prisioneros de los pensamientos en nuestra mente. Podemos mantenernos cautivos por una creencia incorrecta. Entonces nuestra esclavitud esta dentro de nosotros mismos. Muchas personas dicen que creen en Jesús, pero esa sola creencia no tiene el poder para cambiar la forma de vida. Para que nuestra relación con Dios funcione, tenemos que creer, y debemos tener convicción. Mostramos nuestra creencia en Jesús al darle prioridad a sus palabras, es decir, ser diligente y leerla, meditar en ella y obedecerla. La libertad viene a medida que nos sumergimos cada vez más en la palabra, porque nos capacita para obedecerle. Para ser libres, nuestros pecados deben ser perdonados. Y solo Jesús, el Hijo de Dios que murió y resucitó por nosotros, puede hacerlo posible. Si el Hijo te libertare, serás verdaderamente libre!

18/01/2025

Hay momentos difíciles que acompañan a la vida. Son ineludibles. ¡Ahí es cuando nuestra confianza en la salvación del Señor y nuestra relación con Él se ponen a prueba! Sea cual sea nuestra situación, es importante saber y siempre recordar que no se nos puso en esta tierra para que caminásemos solos. En este versículo se nos anima a no perder nuestra confianza en Cristo, que tiene una gran y duradera recompensa. Cuán tentador puede ser comenzar a confiar en nuestras propias habilidades y recursos, en lugar de confiar en Dios y depender de Su provisión. Si desechamos esta confianza, también desecharemos nuestra recompensa. Nosotros, los que hemos confesado a Cristo, necesitamos perseverancia para recibir todas sus promesas. Sé que al vivir esos momentos de dificultad puede existir la tentación de preguntarnos «¿por qué yo?», el miedo puede reemplazar la fe y nos vemos rodeados por el desaliento. Pero, ¿cómo podemos evitar perder nuestra confianza en Dios? Recuérdate a ti mismo diariamente lo bueno que es Dios. Recuerda los tiempos en los que Dios ha venido a ayudarte. Recuerda el hecho de que, independientemente de cuán desesperadas puedan parecer las cosas en este momento, Dios ha prometido que no te dejará ni te desamparará. No cometas el error de perder la esperanza y la confianza en Dios. Él no te defraudará. Continúa poniendo tu esperanza y confianza en Dios y, con el tiempo, mirarás hacia atrás y verás cómo Dios actuó poderosamente en tu favor!