18/03/2025
La "Cochina" de Centro y Sudamérica
La abuela solía señalar que, en su juventud, su madre le advertía que no tardara en regresar a casa, especialmente en las noches, ya que podía encontrarse con la "cochina". Según mi abuela, la cochina tenía como objetivo principal aparecerse ante los hombres, particularmente aquellos que eran solteros.
- Pero, ¿quién era la cochina?
Según la leyenda urbana, se dice que hace muchos años, una anciana bruja realizaba un ritual poderoso que la hacía lucir más joven y hermosa, con la intención de salir a buscar un hombre con quién pasar la noche.
Al parecer, esto se volvió un fenómeno habitual. Muchos hombres llegaron a creer que era el efecto de una fuerza sobrenatural, ya que era prácticamente irresistible ante tal mujer.
Al amanecer, estos hombres despertaban en cañales o montes, completamente desnudos, desorientados y sin recordar mucho, excepto por la bella dama.
Se empezó a esparcir el rumor por todo el pueblo y se logró deducir quién podría ser,
"la vieja bruja". Resultaba que era una figura muy respetada en la comunidad por sus trabajos y otras actividades, era objeto de gran fe, pero también de mucho temor.
Algunos valientes del lugar decidieron visitarla durante la noche. Al llegar a su casa, notaron que no se encontraba allí, así que decidieron arriesgarse y entrar. Tras un extenso recorrido por la vivienda y observar numerosas cosas extrañas de las que no tenían idea, encontraron un fogón en el patio. En este se hallaban ped@z0$ de piel perfectamente dispuestos, cabello, ropa y otros objetos. Uno de los presentes, que era carnicero, mencionó que estos elementos los utilizaba para mantener su piel tibia cuando regresara.
Les solicitó que lo esperaran, afirmando que tardaría solo unos minutos. Poco después, el carnicero volvió con unas bolsas que parecían pesadas. Decidieron ingresar nuevamente a la casa, pero esta vez arrojaron los tr0z0$ de piel y otros artículos al fuego. De las bolsas, el carnicero sacó piel de cerdo, la misma que se utiliza para preparar chicharrón, y la colocaron de manera similar antes de salir corriendo de allí.
Muchos afirmaron que justo antes del amanecer, antes del canto del gallo, se oyó a lo lejos el grito desgarrador de una mujer, seguido del chillido de un cerdo. Esta sería la última ocasión en que se avistó a la vieja bruja.
Unos días más tarde, en la oscuridad helada y desierta de la noche, resonaba un inconfundible sonido toc, toc, toc, de las zapatillas!, Varios hombres se giraban en un intento de identificar ese cautivador andar y el aroma tan atractivo, pero únicamente se les mostraba ante ellos, una cochina, quien movía sus caderas con el fin de atraer miradas.
Frente a esta situación, muchos se reían, pero aquellos pocos que conocían la historia, se marchaban rápidamente del lugar.
Este caso es muy similar al "Huaykeken" y la "huesuda" de la Península de Yucatán.