Prologo.
Por medio de estas letras escritas reciban un saludo todos los amigos y personas que me han seguido por este medio y les gusta lo que cuento de mi vida y mis memorias en el barrio donde he vivido toda mi vida.
Yo sé que a mucha gente le gustado lo que escribo, y les cuento en la página de Facebook donde escribo los pasaje mi vida de lo que me ocurrió haya por el siglo pasado y por aquellos año de los 50s.
Cuando de la noche a la mañana sufrimos un cambio radical donde la tecnología y todos los inventos nos rebasaron y dejaron pasmados, y quizás para la mayoría de los que vimos todo esto fue cosa de otro mundo o no sé.
Esto fue el motivo y la razón por el cual me he espirado para dejar en unas cuantas letras plasmada mi vida y mis recuerdos.
Aunque ya avía escrito parte de esto por este medio, y mis amigos y personas interesadas en mis relatos e historias que días a día las escribía y las deje de hacerlo por motivo de salud, por un tiempo.
Hoy retomo todo lo pasado para volver empezar y sea el motivo para redactar en palabras escritas mi vida mis recuerdos y mi vida en ese barrio donde he vivido toda mi y que trae a mi memoria, unas veces tristes recuerdo y otras llenas de alegría.
Esto va dedicado con todo cariño para mi esposa hijos y nietos, y amigos y personas que le gusta lo que lo que planos y escribo.
Atentamente. Su servidor y amigo José Luis Aguado Orozco. “pepillo”
Para iniciar y narrar en el libro que voy a escribir, del cual ha sido parte de mi vida, con recuerdos vivencias y aventura, en las tres etapas de mi vida, mi niñez, mi juventud, y mi vejes. voy a empezar como todo principio con mi niñez y lo que recuerdo de ella.
Corria el año de 1949, cuando por la gracia de Dios fue traído a este mundo gracias a la obra de mis padres Héctor José Aguado Galván, y Maria Luisa Orozco Orozco.
Por aquel entonces vivíamos por la calle Artes No. 117. Del barrio de Santiago, en león Gto.
Donde mi padre tenía en la misma calle en la esquina en frente del Mercado y un costado del Tempo de Santiago su negocio una tienda de abarrotes.
Es cuando según yo empiezo a ser memoria y recodar lo que fue mi niñez, de esta casa donde viví con mis hermanos Francisco Javier y Luz Arcelia y Martha Alicia, y esta presentación empiezo a escribir y narrar alguna cosa de lo que me acuerdo, hay mi papa tenía una tienda de abarrotes, ya mi padre era comerciante, les voy a contar unas anécdotas que viví en esta casa.
Y empiezo en recordar lo que fue mi niñez y espero no dejar de escribir hasta que les cuente todo lo que ha sido mi vida, un día común y corriente como cualquier otro en aquellos años donde nunca pasaba nada, resulta que una tarde de semana santa el miércoles de ceniza, para ser preciso, mi mama nos dijo, niños vallan al baño, y lavasen, y se ponen ropa limpia, porque vamos ir al templo a tomar ceniza, y mi hermano Paco le contesto a mi mama que porque no nos llevaba mejor a tomar un caldo de pollo. Porque la ceniza a la mejor sabia feo.
con esto empiezo todos mis relatos, recuerdo que, por estar cercas, mis papas nos dejaban ir al cine Isabel y a la lucha libre en la arena Isabel,
en donde en estos dos lujares vi las mejores películas de los años 50, y también a muchos luchadores de aquellas épocas.
Unos años después muere mi padre. Pero esto me hacer recordar un mal recuerdo, mejor lo dejo para otra vez.
Con la muerte de mi papa nos fuimos a vivir a la casa de mis abuelos maternos al Coecillo, a la calle san Juan No. 107 esquina con la calle Acapulco, donde mis abuelos tenían una tienda, por aquel entonces muy famosa en el barrio “El Caballito de Troya” ya una vez en esta casa les voy a relatar toda la cosa que viví en mi niñez junto a mis hermanos y mi familia, amigos, y todas aquellas personas con los que fui aprendiendo poco a poco lo que soy, en este momento y lo fue parte de mi vida en el barrio.
Unos años después muere mi padre. Pero esto me hacer recordar un mal recuerdo, mejor lo dejo para otra vez.
Con la muerte de mi papa nos fuimos a vivir a la casa de mis abuelos maternos al Coecillo, a la calle san Juan No. 107 esquina con la calle Acapulco, donde mis abuelos tenían una tienda, por aquel entonces muy famosa en el barrio “El Caballito de Troya” ya una vez en esta casa les voy a relatar todas las cosas que viví en mi niñez junto a mis hermano y mi familia, amigos, y todos aquellas personas con los que fui aprendiendo poco a poco lo que soy, en este momento y lo fue parte de mi vida en el barrio.
Les comenté que yo había nacido en el barrio de Santiago, en la calle Artes No. 117.
Esta foto aparece la casa y parte de lo que era la tienda desde el principio de esquina hasta la entrada a la casa, aunque tiempo después vivimos en varias casas, les voy a nombro algunas de ellas que recuerdo, en el centro en la planta alta del pasaje donde estaba en aquellos años Pancholin un café chino y las muy famosas hasta hoy en día el local de las cebadinas.
En la calle, Acapulco, donde es ahora el Sanatorio San Francisco, en el barrio del Coecillo, en San Luis Potosí, en una casa por el Santuario de Guadalupe y otra casa por el mercado Tanga Manga, en esta y la última casa guardo un mal recuerdo fue donde mi padre murió en el parque Hidalgo en la calle Luis Gallardo.
Todo este tiempo en que viví en cada una de estas casas me traen muy buenos recuerdos en compañía de mis padres y mis hermanos.
Les comentare algo que me paso en cada una de estas, como ya les comenté algo de la casa de la calle Artes.
Le platico de la casa no más bien era un departamento en la planta alta, en el centro, que centraba por la parte de la calle Belisario Domínguez.
Los balcones de los departamentos, con la vista a la plaza principal, me cuerdo que, por las noches, mi papa me llevaba a cenar al café de chinos, y lo
que me gustaba era los huevos estrellados y los frijoles refritos, que servían con un café con leche y unos beques.
De la casa de la calle Acapulco, donde con mis hermanos jugábamos todos aquellos juegos de la época ya que la casa tenía huerta y estaba a media cuadra de la casa de los abuelos maternos,
De las de casas de San Luis, al fondo del mercado Tanga Manga, done también tuvimos barios amigo, una anécdota curiosa fue cuando mi mama nos mandaba al mercado a comprar disque pollo, con un chino que de plano nos vio a mí y a mis hermanos como viles chinos, al darnos en vez de pollo, rata blanca o de campo, que se vendida en los puestos del mercado, y nosotros a todo dar tomando y comiendo caldo y carne rata en vez de pollo.
Esta es la casa con el local donde estaba la tienda de abarrote La Mercantil de los abuelos maternos, Sr. Don Manuel Aguado Guerrero y Doña Jovita Galván Ibanbagotia, en la calle de la Luz No. 101, el puente de Santiago y malecón del rio de los Gómez.
Esta es la casa de mis abuelos maternos Sr. Don. José de Jesús Orozco Orozco y Doña Maria Orozco Barba. En la esquina de Av. San Juan y Acapulco, en el barrio del Coecillo.